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¿Qué es al acné?
El acné es una afección de la piel que se manifiesta mediante distintos tipos de protuberancias bultitos. Puede tratarse de espinillas puntos negros, puntos blancos, granos y quistes. Los adolescentes desarrollan acné debido al cambio hormonal propio de la pubertad. El tipo de acné que tienen muchos adolescentes se llama acné vulgaris y suele aparecer en la cara, el cuello, los hombros, la parte superior de la espalda y el pecho.
Los folículos capilares de la piel (poros) contienen glándulas sebáceas. Estas glándulas producen sebo, que es la grasa que lubrica el pelo y la piel. La mayor parte del tiempo, las glándulas sebáceas fabrican la cantidad adecuada de sebo. Pero conforme el cuerpo empieza a madurar, las hormonas estimulan a las glándulas sebáceas para que fabriquen más sebo y estas pueden volverse hiperactivas. Si hay un exceso de sebo y demasiadas células dérmicas muertas, los poros se obstruyen. Entonces, las bacterias (especialmente las de la especie Propionibacterium acnes) pueden quedar atrapadas dentro de los poros y reproducirse, haciendo que la piel se hinche y enrojezca: el comienzo del acné.
Los poros obstruidos que se abren a un nivel muy profundo de la piel pueden dar lugar a nódulos, que son bultos infectados quistes de mayor tamaño que los granos y que pueden ser dolorosos. A veces, los quistes de gran tamaño que parecen acné pueden ser forúnculos provocados por infecciones de estafilococos.
Algunas chicas que tienen problemas de acné, comprueban que este les aparece pocos días antes de tener el período menstrual. Este acné se denomina acné premenstrual y lo presentan aproximadamente siete de cada diez mujeres debido a los cambios hormonales asociados a la menstruación.
¿Qué puedo hacer para combatir el acné?
Para evitar la acumulación de grasa que puede contribuir al acné, lávate la cara una dos veces al día con jabón suave y agua tibia. No te frotes fuertemente la cara con una toallita manopla: el acné no puede quitarse de ese modo, ya que el hecho de frotarlo resfregarlo con fuerza lo empeoraría, al irritar la piel y los poros. Trata de limpiarte la cara con tanta delicadeza como puedas. También puedes usar un limpiador facial sin aceite y lávate el rostro completamente (especialmente la frente) en las mañanas, justo antes de ir a la cama y después de hacer ejercicio.
Existen muchas lociones y cremas de venta sin receta médica que contienen ácido salicílico peróxido de benzoilo, que ayudan a prevenir y a tratar el acné. Puedes experimentar con estos productos para ver si te ayudan. Asegúrate de seguir exactamente sus instrucciones de uso.
La exfoliación también es importante para tener una piel saludable porque retira la capa superficial de las células muertas, ayuda a despejar los poros obstruidos y los puntos negros superficiales. Usa paños exfoliadores especialmente hechos para el rostro y asegúrate de que el paño y tu rostro estén mojados húmedos. Aplica un poco de limpiador suave al paño y exfolia ligeramente haciendo movimientos circulares sobre todo tu rostro. Luego, enjuágalo con agua y sécalo completamente dando golpecitos con un paño limpio una toalla de papel.
¿Qué alimentos no me convienen?
Existen muchos estudios sobre la relación entre determinados alimentos y tipos de dietas que se recomienda evitar porque producen exacerban el acné. También existen otros alimentos, capaces de ayudar a mitigar los síntomas, que se deberían consumir en mayor cantidad. Es por ello que cada vez son más los médicos dermatólogos los que incorporan determinadas pautas nutricionales en sus tratamientos contra el acné.
Está científicamente demostrado que una dieta con un alto índice glucémico exacerba las manifestaciones del acné. El índice glucémico -y la carga glucémica cantidad de carbohidrato que contiene un alimento y su velocidad de absorción-, determina la cantidad de insulina que se encuentra en la sangre después de comer un alimento. Mucha insulina agrava el acné, porque esta hormona incrementa la seborrea de la piel.
El cuerpo produce mucha insulina cuando ingiere gran cantidad de hidratos de carbono, especialmente de azúcares simples, cuya absorción es muy rápida. Por lo tanto, deberán evitarse los productos con azúcares añadidos y con mucha harina. Además estos alimentos también incrementan los niveles de otras hormonas como la IGF-1, cuyos niveles elevados también se relacionan con mayor severidad del acné.
Muchos jóvenes con acné consumen diariamente estos productos, lo que contribuye en gran medida en agravar su situación: cereales azucarados, bebidas azucaradas, bollería, yogures azucarados, jugos zumos azucarados, néctares de fruta, pastas, chocolatinas, galletas, madalenas, snacks, postres azucarados como natillas, mermeladas, salsas cremas industriales..
El pan es un alimento rico en hidratos de carbono complejos. Teóricamente, los carbohidratos complejos” se absorben más lentamente que los azúcares y por lo tanto no producen un pico muy elevado de insulina. Sin embargo, no es exactamente así. El pan es un alimento refinado y las enzimas penetran fácilmente en el alimento rompiendo el almidón y descomponiéndolo rápidamente en azúcares. Por todo ello, el pan puede aumentar mucho la carga glucémica de las comidas y por lo tanto la respuesta insulínica. Lo recomendable sería reducir su consumo y comerlo solo en el desayuno, además será mejor que consumas pan integral. Otra recomendación es no combinarlo con alimentos que contienen féculas almidones, como patatas, arroz, maíz yuca…
Parece estar bastante clara la relación entre el acné y el consumo de leche y lácteos, como yogur, postres lácteos y quesos. La razón por la que los lácteos intensifican el acné se explica principalmente porque su consumo aumenta los niveles de las hormonas que producen acné, que son la insulina y el IGF-1. Cuanto mayores son sus niveles, más acné. En un inició se pensó que la relación entre lácteos y acné period debida a las grasas de los lácteos, pero actualmente se sabe que no, pues se ha observado que el acné también empeora cuando se toma leche desnatada. Otra causa de la relación entre los lácteos y el acné es que la mayoría de lácteos del supermercado contienen azúcares añadidos. Existen muchas opciones para sustituir los lácteos sin que se generen carencias en proteínas calcio en la alimentación, como la leche vegetal, avena tofú.
Algunas investigaciones han determinado que el acné es la consecuencia de un proceso inflamatorio. Los alimentos grasientos, como los embutidos, salchichas, chocolatinas, fritos, snacks los productos de bollería, no resultan nada beneficiosos ya que las grasas malas que contienen aumentan el estado inflamatorio del organismo perjudicando seriamente las lesiones de la piel. Conviene alimentos que aporten grasas saludables, como el aguacate las semillas de lino. Consumidos en cantidades normales, son alimentos nutritivos para la piel y antiinflamatorios.
Aunque es una creencia muy extendida, no existen pruebas de que el cacao produzca acné lo agrave. Los componentes del chocolate cuidado de la salud susceptibles de agravar el acné son precisamente la leche y el elevado contenido en azúcares, ya comentados anteriormente.
¿Modificar la dieta para curar el acné?
En la mayoría de casos, la afectación desaparece con el tiempo y que no requiere de un tratamiento específico. En otros casos, el acné es muy recurrente grave, y produce serias lesiones en la piel.
En los casos de acné muy recurrente grave, es recomendable aumentar la rigidez de las recomendaciones nutricionales, especialmente en niños, que suelen ser propensos a comprar comida chatarra. Más estrictos en cuanto a las recomendaciones significaría eliminar completamente los productos con azúcares añadidos, grasas industriales, fritos, aceites vegetales y harinas de la dieta, incluido el pan.
En determinados casos, puede ser conveniente acudir de nuevo al dermatólogo para la observación de las pústulas granos y analizar si existe algún tipo de alergia alimentaria que no se haya contemplado anteriormente.
Para ayudar a curar más rápidamente el acné, podrá ayudar a la recuperación añadir a la dieta saludable la inclusión de más alimentos ricos en betacarotenos y alimentos ricos en vitamina C.
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