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El Alma Del Espejo, Yo Soy Carlos Gil

viernes, 10 de octubre dieta y nutrición de 2014
COMO CURAR LA AMIGDALITIS
COMO CURAR LA AMIGDALITIS
TOMADO DEL LIBRO «ENFERMEDADES, MOLESTIAS Y ACHAQUES» DEL DR. JOSÉ LABERIN
Amigdalitis (anginas).
Se trata de la inflamación de las amígdalas, aunque también se denominan anginas. En efecto, en esta dolencia se observa como una sensación de estrangulamiento (la palabra angina significa eso precisamente, en latín), que se pone de manifiesto, sobre todo, en las dificultades de deglutir. La amigdalitis deja el camino expedito a toda clase de enfermedades infecciosas, por lo que es conveniente un cuidado especial del enfermo.
Síntomas: un dolor agudo que irradia hacia las orejas. Voz ahogada, fiebre, malestar normal, hinchazón de los ganglios submaxilares y del cuello. Mal aliento, y manchitas blancuzcas en la zona de las amígdalas, se hinchan con exceso.
Tratamiento: una infusión muy caliente a base de un puñado de hojas de violeta, un puñado de pétalos de rosa roja, un puñado de hojas de ortiga y otro de hojas de zarza. Hay que tomar de tres a cuatro tazas diarias.
También se puede tomar un pedacito de gasa, se empapa con jugo de limón y se intenta, con una especie de hisopo retirar las manchitas blancas. Esto hay que hacerlo con el estómago vacío, de lo contrario provocaría vómitos. Esta operación sirve para reducir la fiebre.
También puede hacerse una infusión, que se dejará macerar un día entero, con 100 g de agua hirviente, sobre 80 g de pétalos de rosa roja. Se filtra y se añaden 120 g de miel; todo se cuece a fuego lento, hasta obtener un jarabe espeso. Con dicho jarabe se hacen enjuagues a fondo. Así mismo es excelente la infusión de agrimonia seca. Con 30 g de dicha planta en 1 litro de agua hirviente. Pueden añadirse 50 g de zarza, azucarando con miel.
Puede hacerse macerar hojas de eucalipto, en cantidad moderada, durante 10 días, en vino de Marsala. Así se consigue una tintura que, tomada vacitos, cura las anginas y otras dolencias de las vías respiratorias.
Una infusión altamente recomendable es la siguiente: un puñadito de manzanilla; otro de salvia, en 1 litro de agua. Se hace la infusión y cuando el agua está tibia se procede a hacer gargarismos.
Y como siempre es preferible prevenir que curar, para ello puede tomarse, poco antes del invierno, una infusión, todas las noches, a base de dos pizcas de tomillo por cada tazón.
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