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El trastorno de ansiedad produce alteraciones en la manera de razonar: Son los conocidos como síntomas cognitivos.
El objeto de esta bitacora es tratar el trastorno de ansiedad. Un trastorno de la mente, un trastorno que no tiene un origen físico claro y no puede ser tratado de la manera en la que son tratadas las enfermedades físicas habituales. Un trastorno que, sin embargo, tiene una gran cantidad de síntomas, una gran cantidad de expresiones, de dificultan mucho el poder seguir con nuestra vida ordinary y por los cuales estamos buscando cómo curar la ansiedad.
Ansiedad Sintomas Cognitivos – prismaticos
Hablar de trastorno de ansiedad es hablar de un sistema preventivo de defensa presente en todos los seres humanos que nos advierte de la proximidad de un peligro. Un sistema, en esencia beneficioso, pero que en nuestro caso está estropeado.
Cuando hablamos de los síntomas de la ansiedad, estamos hablando de la manera que tiene este trastorno de ponerse de manifiesto, estamos hablando de los pilotos de alarma que se encienden para indicarnos que algo no funciona de la manera que debiera, la señales de algún fallo, error, alteración.
Mientras que otras enfermedades trastornos tienen un conjunto de síntomas similares, el trastorno de ansiedad se manifiesta con un abanico muy grande de síntomas: dos personas con el mismo trastorno – el de ansiedad – puede que ni tan sólo coincidan en algún síntoma. Aun así, una característica común es que son incapacitantes, que impiden continuar con nuestro proyecto important.
La diversidad de síntomas que acompañan ( pueden acompañar) al trastorno de ansiedad aconseja el que sean clasificados para su descripción. La clasificación tradicional de los síntomas de la ansiedad los divide en:
Síntomas Físicos: Son los síntomas que se manifiestan en forma de dolencias alteraciones en nuestro organismo. Esta es una clasificación muy amplia que incluye desde sudoraciones, temblores, taquicardias, dolores lumbares y de cervicales, hasta problemas gástricos, vértigos, and many others.
Síntomas Conductuales: Se refieren a los cambios que se producen en nuestra forma de interactuar con la realidad, normalmente para evitar aquello que creemos que puede agravar nuestro trastorno de ansiedad. En esta clasificación se incluirían los tics repetitivos, los rituales, las conductas de evitación, and so forth.
Síntomas Cognitivos: Esta clasificación incluye las alteraciones relativas a la manera de razonar la realidad. Se incluyen en esta: las pérdidas de memoria, las dificultades de razonamiento, el pensamiento embotado, la preocupación, la indecisión, and many others.
En nuestro blog tocayo se ha realizado una trilogía de artículos tratando este tema ( Ansiedad: Sintomas Cognitivos ; Síntomas Cognitivos de la Ansiedad y Ansiedad:Sintomas Cognitivos 3 ). En esta trilogía se describen hasta diez alteraciones de la manera de razonar la realidad. Alteraciones que pueden ser confundidas con maneras pensar de ser, con personas exigentes con personas perfeccionistas, pero que, en realidad, constituyen una lista con las maneras más frecuentes de razonar la realidad que van a conducirnos a tener un trastorno de ansiedad a favorecer el que permanezca con nosotros.
Ver la realidad con sólo dos colores.
Un pensamiento que está relacionado con que las cosas solo pueden estar bien estar mal, se buenas malas, ser perfectas imperfectas. Es en este último punto donde solemos caer.
Algunas personas consideran una virtud el ver el mundo de dos colores; se atribuye falsamente a personas decididas y seguras que saben distinguir en cada momento el bien del mal, a personas perfeccionistas que buscan dar lo mejor de sí mismos en cada momento.
Generalización en exceso y su caso extremo, la autoinculpación.
Esta alteración del pensamiento tiene que ver con el hecho de atribuir a un hecho puntual una generalidad: hemos fallado un penalti, somos los peores jugadores del mundo y jamás podremos hacer nada en este deporte; hemos suspendido un examen, somos tontos y nunca podremos aspirar a hacer nada intelectual; hemos llegado tarde a una cita, hemos perdido cualquier opción, jamás conseguiremos a esa chica chico, and so forth.
Es una manera de razonar, un síntoma de ansiedad, muy común, una manera de pensar la realidad que nos conduce irremediablemente a mucha frustración y dolor. Una manera injusta de valorarnos a nosotros mismos.
Desproporción.
¿Acaso no es cierto que cuando ocurre algo que, en principio, nos favorece, tendemos a minimizarlo, a quitarle importancia incluso a despreciarlo? ¿Acaso no es cierto que solemos hacer montañas de granos de arena?.
La ansiedad es fruto de nuestras emociones: nuestras emociones alteradas son las causantes de nuestro estado actual y debemos volver a sintonizar con nuestro yo interior para lograr superar este trastorno.
Esta es una de las afirmaciones más socorridas que han sido utilizadas por las escuelas antiguas especializadas en tratar con los trastornos de ansiedad. Según estas escuelas nuestro estado de ánimo caído era el que estaba interfiriendo con la manera en comprar anticaida la que percibíamos la realidad. Esta percepción alterada” no permitía ver las cosas en su justa medida y, en consecuencia, recibíamos una visión sesgada y errónea de nuestro entorno que alteraba nuestra persona, produciendo el llamado trastorno de ansiedad.
Los nuevos avances han permitido comprender que estas escuelas estaban equivocadas. Ahora es posible afirmar sin temor a equivocarnos que,
LA ANSIEDAD NO ES UN TRASTORNO EMOCIONAL
Una afirmación como esta tiene sus repercusiones: todas las terapias surgidas a partir de esta premisa deben ser reinterpretadas: cuando acudimos al especialista y nos indica que debemos aprender a conectar con nuestro interior, cuando nos invita a escuchar lo que nuestro yo inside intenta trasmitirnos, cuando nos alienta a hablar frente al espejo para poner en contacto nuestro yo presente con nuestro yo inconsciente (amo y señor de nuestros sentimientos), …, todas estas teorías deben ser replanteadas para ajustarse a la realidad de cómo se elaboran las percepciones y los sentimientos.
Origen de la Ansiedad.
Las personas humanas, al igual que los demás seres vivos, percibimos la realidad que nos rodea a través de los sentidos.
Cuando nuestros sentidos de percatan de la realidad, informan a nuestro cerebro de la misma. Así, si por ejemplo ocurre alguna alteración en el nivel de calor, nuestros ojos no perciben por infrarrojos y, por tanto, no informan al cerebro. Si, por el contrario, ven que pasa un gato por delante si informarán del hecho al cerebro.
La realidad es algo imparcial y objetivo, son una serie de acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor. En sí lo que acontece y de lo que se nos informa no tiene ningún valor distintivo: para nuestros ojos es igual si la persona que pasa por delante es guapa fea, alta baja, delgada gorda, va bien vestida no, and many others. nuestros ojos simplemente informan de lo que ven al cerebro.
Nuestro cerebro es quien recibe toda esta información de los sentidos y quien utilizando esta información y la manera de razonar”, concluye si aquello de lo que ha sido informado es algo beneficioso, perjudicial neutro (ni bien, ni mal, no afecta).
Tenemos pues que es a partir de la valoración que realiza el cerebro de la información recibida que ya sabemos cómo nos afecta la situación percibida, es ahora cuando se desencadenan los sentimientos, son sentimientos que se producen a raíz de la evaluación de la situación.
Luego, contrariamente a lo que se venía defendiendo en las escuelas tradicionales, son los pensamientos los que desencadenan la ansiedad, no son los sentimientos los que interfieren en nuestra manera de percibir la realidad, sino la interpretación alterada que realiza nuestro cerebro la que desencadena los sentimientos.
Ansiedad sintomas cognitivos
En artículos anteriores hemos hablado de los síntomas, estas alteraciones son síntomas
Ansiedad: Síntomas Cognitivos.
Cuando hablamos de síntomas nos estamos refiriendo a las señales de alarma que nuestro cuerpo nos envía para indicarnos que algo no funciona correctamente.
Cuando hablamos de síntomas cognitivos de la ansiedad estamos hablando de las señales que se presentan en nuestra manera de pensar.
Describimos como síntomas cognitivos la pérdida de memoria, la incapacidad para concentrarnos, la dificultad en centrarnos en algún tema, los pensamientos repetitivos, et.
Si bien todos estos son síntomas cognitivos de la ansiedad, existen otra serie de síntomas cognitivos más difíciles de detectar por haber pasado a ser considerados nuestra manera de pensar”.
Como ya hemos dicho, nuestro pensamiento es quien unido a las señales de nuestros sentidos constituyen la base a partir de la cual nuestro cerebro evalúa la realidad y determina cómo esta nos afecta.
Ver la realidad en blanco y negro (las cosas están bien están mal) y no percatarnos que el mundo real está lleno de gamas de gris, permitir que un único incidente aislado sea considerado como la tónica que ha de guiar nuestras vidas (suspendí un examen, nunca conseguiré finalizar los estudios y seré un fracasado de por vida), etiquetar las cosas y mantener esta etiqueta (sin evaluar que las cosas cambian), etc. Este tipo de pensamientos son síntomas cognitivos de la ansiedad.
Los síntomas cognitivos de la ansiedad que tienen que ver con cómo razonamos la realidad son difíciles de detectar pues tendemos a pensar que son nuestra manera de pensar, se han interiorizado tanto que no concebimos que la interpretación de los hechos sea otra.
Baste con recordar la inocencia con la que percibíamos los hechos que acontecían a nuestro alrededor para darnos cuenta que hay otra manera de ver la realidad. Habrá quien piense que esta modificación se debe a la mayor experiencia, al aprendizaje de los años, and many others. Nada que objetar, excepto: Que ahora percibas la realidad así y ahora seas mas adulto” ¿eso quiere decir que tu percepción se ajusta más a la realidad?.
La realidad es que la manera en que razonamos la realidad nos está produciendo síntomas de ansiedad. Para curar la ansiedad deberemos modificar cómo razonamos la realidad.