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La próxima víctima del dengue puede ser usted un familiar
LA PRÓXIMA VÍCTIMA DEL DENGUE PUEDE SER USTED UN ACQUAINTED
Dada la irresponsabilidad ciudadana al desoír el llamado a mantener limpias las casas -e impedir que el mosquito Aedes aegypti se multiplique- y la escasa eficacia de la labor de fiscalización y prevención de las instituciones públicas, el dengue afecta cada vez a más personas. La propagación se acelera y, por lo tanto, el peligro de ser afectado por la enfermedad que puede llegar a ser mortal -el año pasado mató a 70 compatriotas; este verano ya se cobró 3 víctimas fatales- es mayor. Solo, el Ministerio de Salud Pública (MSP) no podrá detener su avance. Es necesario, por lo tanto, que la ciudadanía deponga su actitud de indiferencia y se preocupe por la situación. Las autoridades judiciales deben empezar a aplicar penas severas a los que no colaboran en la lucha emprendida.
Uno de los graves problemas culturales del Paraguay es la falta de conciencia acerca de los problemas sociales que requieren el concurso de todos para ser superados. El dengue ratifica ese rasgo de la identidad nacional.
Las recomendaciones e incluso las amenazas de sanciones en virtud de lo que disponen las leyes en relación con aquellos que no abren sus puertas a los verificadores del MSP, no mantienen limpios sus patios y baldíos, caen en saco roto porque la reacción ante el recrudecimiento de la enfermedad ocasionada por el temible mosquito es muy tímida y en algunos casos es hasta inexistente.
No se puede continuar con esa actitud irresponsable y criminal. Los casos de dengue están aumentando, el cerco sanitario que debe seguir a cada caso detectado no funciona y el número de muertos puede aumentar. La alerta epidemiológica declarada por las autoridades sanitarias es un llamado de atención para que todo el país se ponga de pie ante la amenaza común.
Los ciudadanos tienen que tener la convicción de que, si no cooperan, la próxima víctima fatal puede ser uno mismo, alguien de la familia personas del vecindario. Llorar sobre la leche derramada suele ser estéril.
Cada quién tiene que estar convencido de la necesidad de eliminar los focos de posibles criaderos de mosquitos y de que, si no lo hacen, la situación se va a ir agravando cada vez más. De hecho, a esta altura hay ya servicios hospitalarios que empiezan a colapsar por la avalancha de posibles nuevos afectados por la picadura del insecto volador.
Por otro lado, las autoridades de los diversos sectores deben asumir un compromiso más protagónico con sus comunidades y con el país. Hay municipios del Departamento Central que han hecho muy poco para combatir la causa de la enfermedad.
Las reacciones que se generan después de producirse muertes revelan que algunos creen más en el azar antes que en el esfuerzo y la inversión para adoptar medidas que clausuren la posibilidad de que aparezcan casos graves que pueden tener desenlaces fatales.
La reunión de la Mesa Interinstitucional de Trabajo para el combate al dengue compuesto por municipios, la Policía Nacional, el Ministerio Público y los ministerios de Salud Pública y Justicia y Trabajo, prevista para esta mañana, tiene que movilizar todos los recursos necesarios para el combate. Nadie puede hacerse el desentendido en esta contingencia.
Desde que llegó al Paraguay el dengue, la incertidumbre sanitaria está vigente en el país. Todos, potencialmente, podemos ser víctimas del mosquito. Por lo tanto, seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias es una cuestión de supervivencia. Al menos el instinto de conservación tiene que ser la razón por la que nadie se quede con los brazos cruzados y asuma su compromiso de combatir al mosquito que transmite dolor y muerte.
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Anónimo dice:
Fenómeno político paraguayo
by Telmo Ibáñez
Hasta el 15 de noviembre pasado e incluso en las semanas siguientes, todos estaban centrados y concentrados en las elecciones municipales, dejando de lado temas prioritarios como la prevención ante la llegada de un conocido fenómeno natural: El Niño”, que viene causando estragos desde hace varias décadas en América Latina.
Solo en Concepción, en menos de una semana se han reportado dos víctimas fatales de pacientes con patología de dengue, un abuelito de 86 años y más recientemente un docente de apenas 35 años de edad. Ante tan dramáticos desenlaces se busca al los culpables, el más inmediato, innominado y fácil de mencionar el fenómeno del Niño.
A esto debemos sumar los cuantiosos daños materiales como las casas destechadas y derribadas, así como cultivos devastados y caminos inutilizados.
Pero cada uno de nosotros empezando de las autoridades locales son las principales culpables de los efectos negativos que acarrea este fenómeno que se repite cíclicamente y muy especialmente por la falta de prevención.
En el departamento de Concepción, solo un intendente municipal de los 11 existentes, no se inmiscuyó directamente en las elecciones, al no presentarse como candidato de su partido, el lord mayor de Belén, Blas Onchi” Medina, mientras los restantes pelearon a capa y espada, con uñas y dientes sus reelecciones, mientras cada vez se avecinaba con mayor fuerza El Niño.
Tampoco quedaron atrás los concejales municipales, los gobernadores, diputados, senadores y como una fiebre nacional Pandemia Partidaria, las demás autoridades incluidas las del ámbito de salud, quienes hasta presentaron permiso para candidatarse y luchar por el premio mayor como el caso del Dr. Oscar Miranda, director de la 1ra. Región Sanitaria y excandidato a intendente municipal por la ANR.
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la dirección de meteorología nacional pronosticaban intensas lluvias, inundaciones, la proliferación del Aedes Aegypti, transmisor del dengue, zika y chikungunya, no fueron posibles las mingas ambientales por el celo político partidario.
Tanta es la mezquindad entre los dirigentes políticos que una vez más se nota el gran perjuicio que este comportamiento genera al punto de poner en riesgo la vida misma.
Ojalá en poco tiempo se pueden sanar las nuevas heridas generadas entre los dirigentes políticos partidarios y reaparezca un Mesías”, como el Pa´í Diógenes González”, titular de la parroquia salesiana María Auxiliadora”, quien hace un par de décadas atrás supo aglutinar a las autoridades locales y pueblo en normal, en una sencilla, pero efectiva campaña.
Todos añoran al Pa’í Diógenes quien semanalmente y al son de la Diana Mbayá”, interpretada por la banda de músicos de la 4ta. División de Infantería, cuando apenas apuntaba el alaba, iniciaba las mingas ambientales a nivel barrial y distrital. Con menos recursos, una tecnología que apenas se hacía sentir, consiguió eliminar los potenciales criaderos del temible zancudo, el Aedes Aegypti.
Pero consiguió algo mucho más importante que generar el aporte de los vecinos en las mingas ambientales, la conciencia en contribuir a favor de la higiene de la ciudad con el lema de: Ñamba’apo oñondivepa ñati’u kuéra ñamuñamba” (trabajemos juntos hasta correr a los mosquitos) e incentivando y demostrando permanentemente que el adversario a vencer era un simple invertebrado, ni na ikanguéi ha ndaikatúi ipuaka ñande rehe” (ni siquiera tiene hueso no puede ser más fuerte que nosotros).
La motivación de un verdadero pastor sin intereses políticos partidarios, de lucha objetiva, imparcial es basic en este momento en el que en apenas una semana solo en esta ciudad se está lamentando dos víctimas fatales con patologías de dengue.
El fenómeno de El Niño recién empieza, de acuerdo a los pronósticos se extiende hasta abril, con permanentes lluvias, tormentas, granizos, inundaciones y altas temperaturas, ambiente propicio para la procreación del Aedes Aegypti, a esto se debe sumar que han aparecido nuevos casos de Zika en Pedro Juan Caballero, frontera seca con el Brasil con varios casos de la misma enfermedad y la Pandemia que se experimenta en Asunción y otras ciudades.
De no organizarse rápidamente la sociedad paraguaya, seguiremos lamentando más víctimas fatales a consecuencia del dengue, zika, chikungunya directamente por los raudales que cada vez se presentan con mayor violencia, como una furiosa respuesta a la falta de prevención y las ofensas que recibe a diario nuestro planeta con la destrucción del medio ambiente y su diaria contaminación.
Mosquito Aedes Aegypti trae un nuevo enemigo al Paraguay
Con la tremenda humedad generada por los constantes lluvias, que a su vez son consecuencia del fenómeno climatológico llamado El Niño”, se registra en nuestro país una preocupante infestación del mosquito vector del dengue y la malaria, el Aedes Aegypti. Y como si estos males fueran pocos, ya fueron confirmados los primeros seis casos de virus de Zika en nuestro país. La enfermedad fue detectada en Pedro Juan Caballero, en la frontera con el Brasil, país donde se propagó rápidamente procedente del Caribe y causó siete muertes hasta el momento.
La Zika es transmitida por el aedes aegypti, al igual que el dengue y la chikungunya. Los síntomas son semejantes a estos dos males y aparecen tras un período de incubación de varios días luego de la picadura. Es conveniente recordar que una persona puede tener las tres enfermedades al mismo tiempo, algo que desde luego agravaría la condición del afectado.
Si bien hasta el momento solo se tiene certeza de casos en la frontera, solo es cuestión de tiempo para que el nuevo virus comience a circular en forma masiva por todo nuestro territorio. Las condiciones climáticas de nuestro país -calor y humedad y períodos muy cortos de bajas temperaturas- son además favorables para la proliferación del vector. El dengue, la chikungunya y ahora el virus de Zika pueden tener derivación deadly, pero sobre todo afectan la vida laboral y social de las personas, dejando secuelas por largo tiempo en algunos casos.
Lo que es preciso comprender en el caso del dengue, la chikungunya y el virus de Zika es que ninguna medida acción por dura radical que pueda parecer servirá de nada si no se enmarca en una estrategia asentada en un enfoque comunitario.
El trabajo con las comunidades, con los vecinos y sus organizaciones, tiene que ser el eje en torno al cual se estructure un plan de combate y erradicación de estos males con metas realistas en el corto, mediano y largo plazos. Los resultados positivos que se buscan no se alcanzarán exclusivamente a través de medidas de coerción sanciones. La situación plantea un desafío no solo en el tratamiento hospitalario de las personas afectadas, sino sobre todo en la gestión de recursos, la articulación entre instituciones y la educación ciudadana.
Es que la lucha contra estas enfermedades no puede ser realizada solo por profesionales médicos técnicos sanitarios, sino que exige la participación directa y activa de la población. Son los vecinos, los ciudadanos comunes y sus organizaciones los protagonistas de las campañas.
El escenario de esta verdadera guerra no está en los pasillos de sanatorios ni en las salas de hospital, sino en las calles, los barrios y los espacios públicos. Sirven de poco los esfuerzos individuales -es inútil que una persona preserve limpia su casa y jardín si el vecino no hace lo mismo- y las acciones comunitarias y sociales son cruciales.
En el presente y el futuro próximo la lucha contra estas enfermedades debe estar basada en la experiencia ya adquirida en los últimos años y en los éxitos alcanzados por otros países, con un plan elaborado y aplicado en conjunto por las autoridades locales y nacionales y por las organizaciones ciudadanas.
El Ministerio de Salud anuncia la adquisición de insecticidas más eficaces en el combate al mosquito vector del dengue y la chikungunya. La compra forma parte de una serie de medidas que la cartera de Estado prepara para hacer frente a un possible rebrote de estos males, sobre todo considerando las condiciones climáticas pronosticadas para los próximos meses. En efecto, de acuerdo con las previsiones a partir de octubre comenzará un período de lluvias de inusual intensidad, como consecuencia de la ocurrencia del fenómeno de El Niño, en el océano Pacífico.
Se espera que las lluvias copiosas se extiendan aproximadamente hasta marzo, provocando inundaciones y zonas anegadas. Este issue y las temperaturas elevadas formarán una suerte de caldo de cultivo en el que el mosquito puede reproducirse y expandirse a gran velocidad.
De ahí las prevenciones que empieza a tomar el Ministerio de Salud que, afortunadamente, no parece dispuesto a esperar en quietud una propagación de estas enfermedades, a las que está a punto de sumarse una tercera, el virus zika, en circulación actualmente en Brasil. Preocupa además el nivel de infestación larvaria que se ha detectado en Asunción y el departamento Central.
Más allá del uso de nuevos químicos en la lucha contra el aedes aegypti, es indispensable insistir en que la estrategia contra el dengue, la chikungunya y cualquier otra enfermedad transmitida por vectores debe estar apoyada en el compromiso de la comunidad. El trabajo con las comunidades, con los vecinos y sus organizaciones, tiene que ser el eje en torno al cual se estructure un plan de combate y erradicación de estos males, con metas realistas en el corto, mediano y largo plazos.
El dengue y la chikungunya plantean un desafío no solo en el tratamiento hospitalario de las personas afectadas, sino sobre todo en la gestión de recursos, la articulación entre instituciones y la educación ciudadana. Es que la lucha contra estas enfermedades no puede ser realizada solo por profesionales médicos técnicos sanitarios, sino que exige la participación directa y activa de la población.
Son los vecinos, los ciudadanos comunes y sus organizaciones los protagonistas de las campañas. El escenario de esta guerra de salud pública no está en los pasillos de sanatorios ni en las salas de hospital, sino en las calles, los barrios y los espacios públicos. Sirven de poco los esfuerzos individuales -es inútil que una persona preserve limpia su casa y jardín si el vecino no hace lo mismo- y las acciones comunitarias y sociales son cruciales.
La lucha contra estos azotes debe estar basada en la experiencia ya adquirida en los últimos años y en los éxitos alcanzados por otros países. Los planes deben ser elaborados y aplicados en conjunto por las autoridades locales y nacionales y por las organizaciones ciudadanas. Nuevas estrategias basadas en un enfoque comunitario es lo que el país necesita para avanzar en el combate a estas enfermedades que tanto perjuicio causan a quienes son afectados y al conjunto de la sociedad.
Es crucial intensificar los trabajos con el Ministerio de Educación y con las instituciones educativas con el fin de inculcar en las nuevas generaciones una visión responsable y un sentido de compromiso con el medio ambiente y la salud pública en cada comunidad.
Forjar ciudadanos que asuman su parte de responsabilidad en el combate al dengue y a la salud pública en basic -y que no solo esperen reclamen pasivamente las soluciones de parte de los gobiernos- debe ser un objetivo principal a mediano y largo plazos.
El dengue es mortal
Durante un recorrido que realizaron funcionarios del Senepa por varios barrios de Ciudad del Este y Presidente Franco comprobaron que la mayoría de las casas mantienen recipientes con agua y que en todas las comunidades existen por doquier baldíos que son utilizados como vertederos clandestinos de basuras. Estos dos elementos constituyen el caldo de cultivo propicio para la expansión del mosquito transmisor del dengue y ahora también la temible enfermedad, conocida como chikungunya. Ciudad del Este y sus alrededores sufrieron hace algunos años la muerte de decenas de personas, a causa del dengue Tipo 2, que había desatado una verdadera epidemia en el verano del 2010-2011. Desde aquel entonces, la región es considerada como endémica, porque no hubo corte de circulación viral. Solamente en lo que va del año 2014 se notificaron 17 casos positivos de la enfermedad. Además, hay que considerar que en el vecino Brasil, las ciudades fronterizas están en alerta epidemiológica por la enfermedad. Todos esos datos son motivos para alarmarse, sin embargo, a pesar de todas las campañas y advertencias, los vecinos siguen actuando de forma inconsciente e irresponsable, poniendo en peligro la vida de los compatriotas. El dengue es una enfermedad mortal, que puede ser evitada con la simple práctica de la limpieza de las casas, eliminando recipientes que puedan acumular agua, evitando arrojar basura en los baldíos y otras prácticas que contribuyen no solamente a la salubridad sino a mejorar el aspecto del barrio y de la ciudad. Es absolutamente inconcebible que barrios considerados residenciales de las principales ciudades cabeceras del Alto Paraná se destaquen por la irresponsabilidad, la inconsciencia y la poca cultura de limpieza. Es hora de que la ciudadanía tome conciencia y sean los mismos vecinos quienes se encarguen de advertir a los puercos y haraganes, que no son capaces que limpiar el patio de sus casas y a los especuladores sinvergüenzas que mantienen terrenos baldíos y no son capaces de mandarlos limpiar, para evitar que se conviertan en criaderos de mosquitos. Al mismo tiempo, las autoridades municipales y de la Fiscalía del Medio Ambiente deben tomar cartas en el asunto y notificar a todos los infractores, aplicarles severas multas y de ser posibles, las penas establecidas en el Código Penal, que contempla sanciones para aquellas prácticas que pongan en peligro la salubridad de las personas. No debemos permitir que vuelvan a morir compatriotas por ser haraganes y puercos. – See more at: -el-dengue-es-mortal#
El compromiso personal es clave para combatir el dengue
Ante la posibilidad del rebrote del dengue y la amenaza de la chikungunya, es imprescindible no solo que la ciudadanía tome conciencia de su responsabilidad en la lucha eficaz contra esa enfermedad, sino que actúe en consecuencia sumándose activamente a las campañas de limpieza emprendidas por el Ministerio de Salud Pública (MSP) y los municipios. A la par de insistir en los mensajes que instan a la eliminación de los recipientes de agua que facilitan la multiplicación del mosquito transmisor, es también imperioso que las escuelas y colegios eduquen a niños y jóvenes acerca del valor de la higiene.
Lo que se ha constatado en los años anteriores es la existencia de una cultura ciudadana que, en normal, se encuentra poco apegada a la limpieza. Ese patrón de pensamiento se traduce en la escasa valoración que posee la higiene como instrumento de bienestar de las personas.
Las campañas del MSP y las municipalidades, desde la aparición en escena del portador del dengue, el mosquito Aedes aegypti, han puesto énfasis acerca de la necesidad de que todos los sectores sociales cooperen para mantener a raya el flagelo que, en su estado más grave, puede llegar a causar incluso la muerte de las personas.
Ese mismo transmisor llega ahora con la posibilidad de portar también la chikungunya, caracterizada por dolores articulares más severos y prolongados que los provocados por el dengue.
Para enfrentar lo que viene, además de los mensajes a través de medios de comunicación, el Ministerio y las municipalidades cuentan con su estrategia de trabajo consistente en visitas casa por casa, las advertencias a los vecinos para que corten las malezas de sus yuyales, intervenciones de cuadrillas municipales y la Fiscalía para la limpieza de patios baldíos cuyos propietarios son renuentes a seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Está comprobado, sin embargo, que todas esas acciones del sector público carecen del suficiente poder de persuasión porque no han provocado un cambio sustancial de la conducta de la gente en relación a la importancia de la prevención.
A pesar de repetirse con insistencia la recomendación basada en la higiene como forma de impedir la proliferación de los insectos blanquinegros voladores, es notorio que permee muy poco en aquellas personas a las que apunta más directamente, por carecer de suficiente conciencia, de que la suciedad es sinónimo de enfermedad, y la limpieza, de salud integral.
Como no se han logrado establecer patrones de comportamiento internalizados que se ponen en marcha sin necesidad de que se recuerden, sino solamente disparados por la responsabilidad ciudadana, hay que ver con qué estrategias se pueden conseguir resultados duraderos en la personalidad individual y colectiva.
La educación formal de niños y adolescentes es un área que hay que explotar mejor si se quiere construir una sociedad apegada a la limpieza. Si en las aulas aprenden las buenas prácticas con respecto a la relevancia de la limpieza en la vida de las personas, la convertirán en hábito transmitiendo su actitud a sus padres y ejercerán un sano management para mantener vigentes los cánones de la higiene.
El pronóstico para los meses que se avecinan indica que habrá mucha lluvia por el fenómeno del Niño. Esta es una razón más para reforzar la idea de que cada uno tiene que ser protagonista de la limpieza en su ámbito de dominio. Hay que convencerse de que con el recurso de la higiene como previsión cada uno y el país saldrán ganando.
El dengue al acecho frente a la débil gestión pública
Los casos positivos de dengue reportados en los últimos días en el Alto Paraná denotan que el trabajo de las instituciones oficiales y privadas no surten el efecto necesario ni deseado para combatir el mal que, desde hace años, pone en vilo a la población. Es más, hubo epidemia que ha dejado miles de víctimas, varias de ellas fatales. Si esta enfermedad pasa más por un problema ambiental, lastimosamente hay que buscar las causas profundas en la ausencia de políticas públicas para una prevención correcta. Este flagelo que enlutó a tantas familias paraguayas es como una espada de Damocles que pende sobre la mentalidad del pueblo.
Esta repetida problemática cuando resurge como alerta, también siempre encuentra las mismas consignas para la ciudadanía que, a la vez, carga en sus hombros la pesada negligencia en la salud pública, y muchas veces hasta en la atención privada para cuestiones sanitarias básicas.
Hasta hoy no han surgido políticas concretas de combate al dengue, porque la mayoría de los organismos públicos tienen problemas estructurales de corrupción, recursos humanos y programas adecuados para las estrategias de solución.
En cuanto a las municipalidades, que deben liderar el ordenamiento, la limpieza y otras tareas que competen a su rol, tienen muchas deudas en casi todos los aspectos, comenzando por la falta de transparencia en las inversiones.
De esta manera, las disposiciones comunales para establecer una vinculación positiva entre acción ciudadana y responsabilidad política, se enfrenta con esta falta de credibilidad en el liderazgo, en algunos casos por la falta total de respuestas a las necesidades básicas de comunidades populosas.
Grandes emergencias tiene el pueblo en cuanto a servicios sanitarios. En el caso de los municipios con mayor población urbana, el riesgo es bastante superior en comparación con los distritos del área urbana donde prima la agricultura en pequeña escala.
De esta situación se desprenden dos aspectos importantes que tienen que ver con la responsabilidad de los actores políticos para las infraestructuras urbanas que pueden evitar un permanente hacinamiento poblacional. En el otro aspecto, hay que reconocer que la agricultura intensiva que, además de omitir la generación de fuentes de trabajo, está relacionada con el desequilibrio ambiental, que tarde temprano afectará a gran parte de la población.
Ante la repetida amenaza, también compete a los médicos asumir un rol humanista y patriótico de no repetir los tratamientos fallidos que han segado la vida de inocentes y actualizarse en la investigación científica, para apuntalar el fin de este mal, que al fin y al cabo escoge víctimas de cualquier estamento. – See more at: -el-dengue-al-acecho-frente-a-la-d%C3%A9bil-gestipercentC3%B3n-ppercentC3%BAblica#
La primera muerte por dengue del año
Ayer, 9 de enero, fue notificada por la Dirección de Vigilancia Sanitaria la primera muerte del año por dengue. Informativamente es un hecho, hasta si se quiere, destacable, pues sirve para iniciar la cuenta de los muertos que vamos sumando por culpa de esta enfermedad y ver, al remaining de año, cuánto hemos dejado de hacer, en función a la cantidad de víctimas, para mandar en retirada al mosquito transmisor del mal.
Sin embargo, solo el 1 de enero, el primer día del año, se registraron 10 muertes en accidentes sobre motocicletas. El dato no es para menos, ya que en el 2013 murieron 648 personas en distintos sucesos que involucraron al mosquito de dos ruedas”, como las llama a las motos el director del Centro de Emergencias Médicas, physician Aníbal Filártiga.
El paralelismo con la epidemia del dengue que hace el physician Filártiga con la epidemia” de accidentes en motos no es casual. De hecho, la persistencia de la enfermedad transmitida por el Aedes aegypti es gracias en gran medida a la apatía, la dejadez, el para qué, si…” que tan bien caracterizan a la población media paraguaya.
La conciencia de gran parte de esta población está como aletargada, sin motivación para reaccionar ante llamados como los que hacen las autoridades del Ministerio de Salud para dejar de contaminar los cursos de agua, para limpiar los baldíos y eliminar, en fin, todo posible criadero del mosquito Aedes. La Municipalidad acude con la Fiscalía para presionar, pero no entra bala a la gente, que toma una actitud distante y ajena, como si no fuera a ella que se está reclamando su atención.
Esto mismo sucede con las medidas de prevención de accidentes de motocicletas. Se reclama a los motociclistas la utilización de cascos, de chalecos reflectivos, y se sanciona a los infractores, pero aun así la imprudencia y la falta de interés en las medidas preventivas, hasta desprecio hacia los que exigen responsabilidad en el manejo de motos, son las causas principales de los diarios hechos trágicos en los que muere una persona a bordo de una moto. Y así es que se llegó a registrar en dos años, 2012 y 2013, un total de 1.317 personas que perdieron la vida en accidentes de motocicletas. Pareciera que nadie se inmuta ante esta cifra, que de haberse debido al dengue ya hubiera sido un escándalo a nivel del Ministerio de Salud.
Ahora, la pregunta es qué medidas pueden ser capaces de romper ese sentido fatalista que condena al fracaso todo intento de cambiar las cosas y, sobre todo, de mejorarlas, reduciendo los índices de mortalidad de estas dos epidemias, y, quién dice que no, hasta de erradicarlas en un futuro que al menos no sobrepase a nuestros hijos.
Por Roque Jara
La Municipalidad de Asunción, el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio Público han iniciado una campaña de control de terrenos baldíos y abandonados en la capital en el marco de la lucha contra el dengue. La medida es acertada y oportuna, considerando la gran cantidad de lotes que se encuentran descuidados y en los que abundan los criaderos del mosquito vector de la enfermedad. Es preciso que las autoridades actúen en este caso con la máxima energía, limpiando los terrenos en cuestión y transfiriendo los gastos devenidos a los propietarios irresponsables y aplicando las penas más severas a estos infractores. Cuando se trata de un problema de salud pública el interés normal está por encima de cualquier otra consideración. Las situaciones críticas exigen medidas enérgicas y muchas veces drásticas. Esto es más evidente cuando se trata de la salud pública, cuya protección es quizás el primer deber de las autoridades y de las instituciones gubernamentales. Preservar la salud de la población es una de las funciones primordiales e irrenunciables del Estado y de los gobiernos locales.
El dengue es desde luego una enfermedad ya endémica en nuestro país. Periódicamente se produce un brote epidémico que resulta en pérdidas humanas. A diferencia de otras enfermedades, para enfrentar al dengue es crucial la participación activa de la población, ya que la prevención pasa por combatir al vector, el mosquito, que se reproduce en charcos y acumulaciones de agua en las casas, baldíos y espacios públicos. Se sabe que las fumigaciones son prácticamente inefectivas y que la única manera de frenar la propagación es eliminando los criaderos del mosquito, limpiando patios, plazas y residencias con frecuencia. No son eficaces pues los esfuerzos individuales -de nada sirve que una persona mantenga aseada su casa y jardín si el vecino no hace lo mismo- y las acciones comunitarias y sociales son clave en la lucha contra la enfermedad.
El dengue debe convertirse en una causa nacional. Los esfuerzos del Ministerio de Salud, de los municipios, de las gobernaciones, de las organizaciones vecinales no conseguirán el objetivo de controlar el dengue en el corto plazo y de erradicarlo más a futuro si no convergen en una estrategia nacional única. Un nuevo plan de lucha integral contra el dengue, basado en la experiencia ya adquirida en los últimos años y en los éxitos alcanzados por otros países, debe ser elaborado y aplicado en conjunto por las autoridades locales y nacionales y por las organizaciones ciudadanas. Este plan debe contemplar al menos dos elementos: En primer lugar, la necesidad de una labor cada vez más estrecha con los gobiernos locales y las organizaciones vecinales. La participación activa -durante todo el año y no solo en momentos de disaster- de las organizaciones ciudadanas es particularmente trascendental. En segundo lugar, es elementary profundizar el papel del Ministerio de Educación y de las instituciones educativas para inculcar en las nuevas generaciones una visión responsable y el compromiso con el medio ambiente y la salud pública en cada comunidad.
Este es el único camino, la única estrategia viable para vencer a largo plazo al dengue. De lo contrario, las epidemias, grandes y pequeñas, nos acompañarán durante muchos años más, y seguiremos lamentando pérdidas humanas y económicas cada vez más significativas. Las autoridades deben plantearse, además de las medidas puntuales para atenuar el impacto del dengue, en planes a largo plazo para dominar este grave problema de salud pública.
Castigar a los puercos
Bastó sólo algunas semanas para que el espacio público recuperado para el uso de la ciudadanía parezca un vertedero, a causa del abandono de las autoridades y la criminal falta de consciencia de los usuarios.
Hablamos del lago Acaray, cuya franja de protección por muchos años estuvo ocupada por usurpadores para uso privado, lo que impedía el libre acceso al público. En muchos casos, aquellos que querían disfrutar de las aguas, la playa y la hermosa vista tenían que pagar entradas.
Ahora que el espacio fue liberado por intervención de la Municipalidad surge otra problemática. Las inmediaciones del lago se encuentran en pésimo estado y los pobladores exigen a las autoridades su hermoseamiento. También reclaman por la falta de caminos adecuados para el acceso al lugar, así como baños para los veraneantes y basureros.
Durante un recorrido, luego de las intensas jornadas de calor del pasado fin de semana, se pudo constatar la gran cantidad de basuras acumuladas en la franja de protección, en su mayoría botellas y latas de bebidas alcohólicas, dejadas por los visitantes.
Pocos días después de la recuperación del espacio, habíamos advertido de la necesidad del uso responsable del predio y del acompañamiento de las autoridades para que realmente sirva para el disfrute de las familias del entorno.
Ahora los vecinos del lugar piden auxilio a la Municipalidad esteña para que se haga cargo de los cuidados del entorno del lago y le dé la importancia que le corresponde. Pero no toda la responsabilidad tiene que recaer sobre la Comuna; la Policía y la Fiscalía, siempre prestas para cualquier tipo de intervenciones, pueden también destinar sus funcionarios los días de más concurrencia para garantizar el respeto a las leyes ambientales y convivencia ciudadana. En este caso, estamos ante la presencia de la violación de varias disposiciones legales, como la polución sonora, la contaminación ambiental y la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública.
Esperar que nuestra gente actúe con consciencia hacia los espacios públicos es evidentemente una misión imposible. Lo que corresponde en estos casos es la represión y la sanción, porque lamentablemente somos puercos y nos regodeamos en medio de la basura.
Disfrutar de lo que nos ofrece la naturaleza con responsabilidad es compromiso de todos, las autoridades deben hacer su parte y los usuarios aportar lo suyo para no destruir un hermoso espacio ganado para la ciudadanía.
Dengue: Alto Paraná en situación de emergencia
Los días de calor seguidos con las lluvias intermitentes dejaron como resultado altos índices de infestación larvaria del mosquito transmisor del dengue. Evitar la propagación de esta enfermedad sigue siendo un desafío para las autoridades sanitarias, pues la consciencia ciudadana juega un papel fundamental en la lucha contra este mal, que ya ha matado a varias personas en nuestro país.
Los niveles de infestación indican que a partir de 1 al three,9% se consideran en estado de alerta y que a desde el 4% zona de riesgo.
Según registros del Senepa, cinco distritos del Alto Paraná se encuentran en situación de emergencia, pues superan ampliamente el estado de riesgo establecido.
Las ciudades que se encuentran en peligro de proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, son Ciudad del Este con 6,5% de índice de infestación, Hernandarias con 6,2%, Minga Guazú 5,7%, Santa Rita 4,eight% y Presidente Franco con four,3%.
En cuanto a los primeros infectados con el virus de esta temporada veraniega, en la capital departamental se registró el primer caso positivo de este mes, que afecta a un poblador del barrio Pablo Rojas, según la Unidad Epidemiológica Regional.
El representante de la campaña de lucha contra el dengue, Pedro Mereles, explicó que unas 50 personas fueron contratadas y que están siendo capacitadas a fin de realizar rastrillajes para reforzar el equipo de trabajo y mejorar la cobertura en los barrios considerados en alerta.
Las autoridades sanitarias insisten en que la prevención es el aliado más potente.
Las fuertes campañas de combate al dengue, a través de los medios de comunicación, parecen ser en vano y esto no sólo lo dicen las estadísticas del índice de infestación larvaria, sino que se puede constatar tras un breve recorrido por esta región. Los distritos mencionados corren un gran riesgo de convertirse en focos para la propagación de esta enfermedad.
Basuras arrojadas en plena calle son el reflejo de la falta de consciencia ciudadana, pues estas se convierten en el principal punto de procreación del mosquito, así como el agua estancada, que después de una lluvia queda en cualquier sitio.
Una acción tan sencilla como limpiar el patio, no arrojar desperdicios en cualquier parte, eliminar los potenciales criaderos del mosquito, puede evitar una epidemia y hasta muertes.
Tomar consciencia del peligro que representa la enfermedad para todos es el gran desafío y asumir la responsabilidad de que con nuestras acciones podemos contribuir al bienestar de nuestro vecindario puede ser inclusive un motivo de orgullo como ciudadano. Lograrlo depende de cada uno. – See more at: -dengue-alto-paranpercentC3percentA1-en-situacipercentC3%B3n-de-emergencia#
Medidas preventivas, lo mejor para el combate al dengue
Ante la abundancia de lluvias, las temperaturas altas, el peligro de ingreso del exterior de nuevos serotipos y la poca importancia que algunos municipios le otorgan a la limpieza de yuyales, es imprescindible que la población tome conciencia del peligro que representa el dengue y adopte medidas que impidan la multiplicación del mosquito Aedes aegypti. No hay que esperar que las autoridades sanitarias municipales visiten las casas para eliminar los criaderos. Cada ciudadano —preventivamente, sin que nadie le recuerde su obligación— tiene que asumir como una responsabilidad y un compromiso ineludibles mantener siempre limpia su casa.
La cultura de la desidia es uno de los factores que conspiran contra la salud de las personas porque impide actuar particular person y colectivamente para tomar medidas preventivas. En basic, la gente hace oídos sordos a las recomendaciones del Ministerio de Salud Pública (MSP) en relación al dengue y solo se despabila cuando alguien de la familia contrae la enfermedad.
Esa forma de comportamiento que espera los hechos consumados para reaccionar es la que debe ser combatida en todos los frentes si es que las autoridades sanitarias quieren resultados satisfactorios que reduzcan a niveles insignificantes la cantidad de afectados por la enfermedad.
El principal consejo sigue siendo la responsabilidad particular person y familiar para eliminar los envases con agua limpia en los que los mosquitos portadores del dengue pueden desovar e iniciar así un proceso multiplicación.
Si se corta ese medio de proliferación de los transmisores de los factores que producen el dengue en las personas, se evitará que la enfermedad cobre víctimas que pueden ser lamentadas cuando ya es demasiado tarde y nada se puede hacer para evitar su deceso.
Ya en el último tramo de la estación de la primavera, con las frecuentes lluvias y la posibilidad de que del Brasil ingresen al país variedades de Aedes aegypti inexistentes hasta ahora, es necesario que el MSP insista más a través de los medios de difusión de informaciones en las recomendaciones que hay que tener en cuenta para combatir el dengue.
El panorama que se avecina es sombrío. Sin que sea todavía la temporada alta para la afección, la cantidad de víctimas internadas —lo cual implica que el número de enfermos es más elevado, porque no todos requieren permanencia en hospitales—, empieza a incrementarse. Según los registros de la Dirección de Vigilancia de la Salud del MSP, un promedio de 30 pacientes por día requieren permanecer con cuidados hospitalarios.
Las estadísticas también indican que desde junio de este año han muerto 9 personas con cuadros clínicos vinculados al dengue. Y que el 80 por ciento de los enfermos proviene de Asunción y el Departamento Central. Asunción, San Lorenzo y Capiatá son los municipios más afectados.
Ante esta situación, además de insistir en el involucramiento efectivo de los propietarios de casas y baldíos para mantenerlos acordes a los niveles de higiene recomendados por las autoridades sanitarias, las municipalidades deben comenzar a intensificar sus labores de control, sanción y limpieza.
Lo que no hay que perder de vista es que la amenaza del dengue es para todos, sin distinción de ninguna clase. Si aumenta la cantidad de mosquitos transmisores, el peligro de caer enfermos va a ser mayor. Y eso es lo que hay que evitar asumiendo actitudes de prevención que reflejen conciencia y responsabilidad para preservar la salud individual y colectiva.
Frenar una epidemia siendo menos puercos
El director de la X Región Sanitaria, Miqueias Abreu, advirtió que no existe presupuesto para campañas de combate al dengue y que si de alguna manera no se logra frenar su expansión estaremos ante la posibilidad de una grave epidemia, como ocurrió en años anteriores, cuando hubo miles de víctimas a nivel nacional. Hace solamente unos años, en el Alto Paraná y sobre todo en los municipios cabeceras, lamentábamos la muerte de varias personas, víctimas de esta terrible enfermedad. En aquella ocasión, también se realizaron a tiempo las advertencias, pero como siempre como sociedad reaccionamos solamente después de que haya muerto compatriotas.
Actualmente, las últimas estadísticas regionales hablan de que en una semana se notificaron unos seventy three casos sospechosos, de los cuales three dieron positivos a los análisis. Mientras que en lo que va del año, ya suman más de 5.700, según los representantes de la Unidad Epidemiológica Regional.
Ante esta situación, la única alternativa para hacer de frente al dengue es la concienciación ciudadana y la responsabilidad de la sociedad en controlar este mal.
La cooperación de la población en operativos de limpieza y mingas ambientales es elementary para la lucha contra el dengue. Así como las denuncias de falta de limpieza de los patios baldíos y acumulación de basura agua estancada. Los factores climáticos de estas últimas semanas como los días de intenso calor y las continuas lluvias en la región del Alto Paraná hacen que el mosquito transmisor de la enfermedad prolifere fácilmente.
Hoy en día, la población paraguaya es mucho más weak a esta afección, a causa de la existencia de los serotipos más graves que afectan principalmente a los que ya padecieron este mal, como desde hace un buen tiempo ya lo vienen advirtiendo las autoridades encargadas de la salud pública.
Nuestra lamentable realidad es la precariedad de los servicios públicos, en cuanto a lo que se refiere a la atención sanitaria. Nuestros hospitales no están en condiciones ni de responder siquiera la demanda de pacientes en periodos considerados normales y cuando se desata una epidemia colapsan.
Mitigar el problema que se cierne sobre la sociedad se logra con receta simple, limpiar los patios y eliminar los posibles criaderos y eso solamente se logra con la consciencia y la responsabilidad ciudadana. – See more at: -frenar-una-epidemia-siendo-menos-puercos#
El dengue se debilitará si hay municipalidades responsables
Ante el rebrote masivo del dengue, es necesario que las municipalidades lideren con firmeza y sentido de responsabilidad la lucha contra la enfermedad que puede llegar a ser mortal. Su tarea de coordinar acciones, organizar la limpieza y multar ejemplarmente a los irresponsables tiene que ser complementada por una campaña de educación para que los propietarios y ocupantes de inmuebles adquieran una conciencia de la obligación de cooperar con eficacia para evitar la proliferación del Aedes aegypti. Si no se toman medidas urgentes que aúnen las acciones del Ministerio de Salud, los municipios, las gobernaciones y la ciudadanía el panorama será dramático.
Según los informes oficiales, San Lorenzo y Capiatá —Departamento Central— son las ciudades desde las que más casos de dengue se han reportado en los últimos días.
Lo que refleja esa situación es que los deberes de limpieza han sido mal hechos y, que con tantas lluvias, han proliferado los mosquitos portadores de la enfermedad con síntomas bien caracterizados.
La responsabilidad de la higiene de las casas y la limpieza de los patios baldíos poblados de altas malezas y alimañas de toda índole, en primer lugar, es una obligación ciudadana. Está sobradamente comprobado, sin embargo, que no hay suficiente madurez ni conciencia como para que los primeros en seguir las indicaciones y eliminar los criaderos domiciliarios sean los propietarios de las viviendas.
Ante esa realidad, son las municipalidades las que asumen la defensa de la colectividad, organizando las actividades en su territorio, contando con la coordinación common de las autoridades del Ministerio de Salud, tal como establece el Código Sanitario. A menudo, sin embargo, esa labor se hace a medias se realiza de modo tardío, cuando ya los mosquitos se han desbordado de su área de incidencia inicial.
Los más de 400 casos semanales —alrededor de 60 por día— reportados dentro de las jurisdicciones de las municipalidades de San Lorenzo y Capiatá reflejan que ni las autoridades de esos municipios ni las personas que viven en sus barrios más golpeados han tomado en serio sus responsabilidades.
La fumigación, la visita casa por casa, la identificación de casos febriles y el incentivo a los niños para que aseen sus escuelas ya llegan a destiempo porque el mal está instalado entre ellos.
Como resultado de la imprevisión, los hospitales de la zona se encuentran abarrotados. Y la perspectiva es que, con tantas precipitaciones pluviales y el calor intenso del fin de la primavera y el verano, aumentará el número de pacientes afectados por la enfermedad transmitida por su vector.
Atendiendo a lo poco que se hizo y a lo que empieza a llegar, es necesario que el involucramiento de los municipios sea más eficaz. La Gobernación de Central y las gobernaciones de los departamentos ya afectados, a serlo en los próximos meses, tendrán que sumarse y acompañar las acciones que apuntan a la seguridad sanitaria de la población.
A todo ello, hay que agregar campañas de concienciación en los medios de comunicación instando a la gente a cumplir las recomendaciones y advirtiéndoles que, de no hacerlo, pondrán en riesgo su vida, la de sus familiares y de sus vecinos.
La amenaza del dengue se atenuará sensiblemente si cada una de las partes a las que atañe cumple a cabalidad su rol y asume el compromiso de vivir en un ambiente limpio y saludable que ahuyentará al horrible mosquito.
Efectividad contra el dengue
Con el fin del invierno y de los días frescos y la llegada del calor concluirá también la pausa que, afortunadamente, impone la naturaleza a la propagación del dengue, una enfermedad ya endémica en nuestro país. Esta es en realidad una tregua más bien relativa, porque en ningún momento del año desaparecen del todo los casos de dengue. De hecho, de acuerdo con el último reporte del Ministerio de Salud en los últimos tres meses se han registrado 3.673 cuadros confirmados de este mal, la mayor parte de ellos en personas que viven en Asunción y el Área Metropolitana. Según el boletín epidemiológico de la Dirección de Vigilancia de la Salud en lo que va del 2013 son a hundred and five los fallecidos por causa directa del dengue” y hay otras 136 muertes que están asociadas” a esa enfermedad. Son cifras superiores a las del año 2012. El Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa), por su parte, emitió una alerta ante el alto nivel de infestación larvaria detectado en las ciudades del Área Metropolitana, especialmente Mariano Roque Alonso y Lambaré. Se van configurando, pues los elementos para una nueva escalada de la enfermedad, con grandes posibilidades de arribar nuevamente a un escenario de epidemia. Es basic que se tomen sin demora todos los recaudos necesarios para hacer frente a esta eventualidad. Los esfuerzos del Ministerio de Salud, de los municipios, de las gobernaciones, de las organizaciones vecinales no conseguirán el objetivo de controlar el dengue en el corto plazo y de erradicarlo más a futuro si no convergen en una estrategia nacional única.
El escenario de la guerra a este mal no está en los pasillos de sanatorios ni en las salas de hospital sino en las calles, los barrios y los espacios públicos. Sirven de poco los esfuerzos individuales -es inútil que una persona preserve limpia su casa y jardín si el vecino no hace lo mismo- y las acciones comunitarias y sociales son cruciales. De ahí que los gobiernos municipales y los grupos vecinales tengan un papel fundamental en la lucha contra el dengue.
Un combate eficaz contra el dengue presupone entonces la existencia de ciudadanos conscientes y organizados, lo que no puede conseguirse sino a través de un trabajo educativo sistemático.
Un nuevo plan de lucha integral contra el dengue, basado en la experiencia ya adquirida en los últimos años y en los éxitos alcanzados por otros países, debe ser elaborado y aplicado en conjunto por las autoridades locales y nacionales y por las organizaciones ciudadanas. Este plan debe contemplar al menos tres elementos: En primer lugar, la necesidad de una labor cada vez más estrecha con los gobiernos locales y las organizaciones vecinales. La participación activa -durante todo el año y no solo en momentos de disaster- de las organizaciones ciudadanas es particularmente trascendental. En segundo lugar, es fundamental profundizar el papel del Ministerio de Educación y de las instituciones educativas para inculcar en las nuevas generaciones una visión responsable y el compromiso con el medio ambiente y la salud pública en cada comunidad. En tercer término, es crucial la intervención decidida del Ministerio Público, el cual debe llevar ante la justicia a quienes ponen irresponsablemente en riesgo la salud pública manteniendo sucios sus inmuebles. En su momento, la Fiscalía deberá poner varios grupos de agentes fiscales en las calles a fin de identificar, emplazar y, llegado el caso, procesar judicialmente a los dueños de predios que tengan criaderos de mosquitos.
Por Pedro Gómez Silgueira
Diez minutos de limpieza pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte”. La frase la acuñó esta semana el ministro de Salud, Antonio Arbo, mientras pedía extremar las tareas de limpieza, sobre todo luego de las lluvias para evitar que los huevos de los mosquitos eclosionen y se propaguen más.
La epidemia del dengue es la más grave que sufre nuestro país en los últimos tiempos. El mal ya se ha cobrado fifty seven víctimas fatales y los cuadros confirmados rayan los eighty.000 pacientes.
Pero en medio de tanto temor aún pululan los criaderos de Aedes aegypti. Al parecer todavía hay gente que no cree en el peligro que representan los mosquitos y las zonas de mayor infestación siguen siendo Asunción, Central y Alto Paraná.
A lo largo y ancho del país la constante son los baldíos sucios y la basura. Los caminos intermunicipales, carreteras y hasta tramos de rutas internacionales están convertidos en basurales con bolsas llenas de desechos domiciliarios, trastos viejos y todo tipo de desperdicios.
Estos días las calles de Asunción, más que nunca, presentan montañas de residuos, mientras el intendente Arnaldo Samaniego acaba de regresar de una gira por Taiwán y Estados Unidos.
Suponemos que le habrá deslumbrado la limpieza reinante en esos lares y pronto la pondrá en práctica en su promocionada Capital Verde”.
Pese a toda esta situación de agobio ante la amenaza de la epidemia, los paraguayos tenemos fama de ser felices a nivel internacional. Lo confirma nada menos que un estudio divulgado en diciembre del año pasado por la prestigiosa firma mundial Gallup que mostró que Paraguay y Panamá ocupan los primeros lugares entre los diez países más felices del mundo. El informe se basa en una encuesta sobre los sentimientos positivos” que abarcó 148 países. No es la única vez que tuvimos motivos para alegrarnos a nivel world. En varias ocasiones Asunción ha sido elegida como la ciudad más barata del planeta e, incluso fue seleccionada por el Banco Interamericano de Desarrollo para acogerse a los beneficios de ciudades sostenibles.
Tampoco hay que olvidar que Asunción ha ocupado, no hace mucho tiempo, el puesto 95 entre las one hundred forty mejores ciudades del orbe para vivir, según un informe del grupo de inteligencia de The Economist.
El dinero precisamente no puede ser el motivo de nuestra felicidad, pues quien más quien menos siempre anda estirando para llegar a fin de mes. El pedido del papa Francisco de que los cristianos seamos felices es muy posterior y la basura tampoco es utilizada como para sacarle provecho a su potencial y llenarnos de felicidad.
Seguimos en medio de la suciedad y la puerqueza. Imagínense lo que sería nuestra alegría si viviéramos en un lugar limpio y pulcro con todos estos méritos logrados en el exterior, al menos informativamente.
La cuestión no es ser puercos y felices, lo excellent es ser felices siendo limpios.
No bajar la guardia ante el dengue
Es una costumbre muy arraigada en la sociedad: ante los primeros días frescos, lo poco mucho que se hace en cada hogar para combatir al aedes aegypti, transmisor del dengue, deja de hacerse. Y eso es uno de los problemas más grandes a los que nosotros mismos nos exponemos al bajar la guardia en la lucha desigual contra esta enfermedad que nos castiga.
El dengue -aunque parezca tan reiterativo y agotador repetirlo- no desaparecerá como por ensalmo con los primeros vientos frescos. Contrariamente a lo que pensábamos años atrás, la epidemia que recrudece cada verano y se prolonga peligrosamente cada vez más, puede causar mucho más daño que el que ha causado hasta ahora. Y puede permanecer durante todo el otoño y gran parte del invierno, asechándonos con su carga de vidas cegadas y hospitales públicos y clínicas privadas, atestadas de personas enfermas y con riesgos de padecer secuelas de diversa gravedad.
El ministro de Salud, Antonio Arbo, ayer convocó a intendentes de Central y les pidió que no bajaran la guardia en la lucha contra el dengue durante la temporada de frío que se acerca. Lo hizo, con la certeza de que vale la pena insistir en forma permanente en las medidas sencillas pero que tienen enorme importancia para la salud de todos los habitantes, como la de la limpieza de patios en los barrios, la eliminación de criaderos y el control exhaustivo de zonas como baldíos y casas abandonadas, además de cementerios y otros lugares públicos.
Y más allá de ese pedido que tiene como responsables de cumplimiento a los municipios y sus autoridades, la ciudadanía toda debe comprender que el papel protagónico y principal en esta batalla contra la enfermedad, lo tiene cada uno de los miembros de esas comunidades.
Los primeros fríos no inciden en la proliferación de larvas ni de mosquitos. Es algo fácil de comprobar cada día, cuando a nuestro alrededor se suman los casos que afectan a personas de todas las edades y condiciones. Las cifras de las notificaciones y los de las estadísticas nos siguen persiguiendo con su carga negativa. No se puede asumir una posición indiferente ante la evidencia: todos seguimos luchando a brazo partido para terminar con el mal, éste nos ganará la partida con más dolor y vidas perdidas.
Desde este medio llevamos largos meses insistiendo en la necesidad de que las campañas destinadas a eliminar los mosquitos y sus larvas no se interrumpan durante todo el año. Y el frío, que aún no ha llegado a nuestro país en forma efectiva, tampoco hará el milagro” de hacer desaparecer el peligro de una nueva y feroz epidemia en el futuro cercano.
Por eso, es tan importante que esa campaña y esas medidas se implementen debidamente desde todos los sectores sociales. Hay que involucrar a las comisiones vecinales, a las iglesias, a los centros educativos de todo el país, en la misma. Y esa tarea de prevención debe contener un alto porcentaje de acción y no quedarse simplemente en los enunciados los consejos impresos en boletines que no siempre llegan a destino y mucho menos, a ser comprendidos por toda la población.
El dengue debe dejar de ser una rareza una presencia fortuita en nuestras vidas y pasar a ocupar el lugar que le corresponde como un verdadero y enorme problema de salud pública. Más allá de las limpiezas de baldíos y patios, las autoridades sanitarias deben actuar con todas sus capacidades, pero no pueden estar solas en esta lucha que se presenta de modo specific.
De poco vale que nos digan que el dengue es peligroso, que nos puede matar si no nos cuidamos, si en nuestros barrios, a pasos de los patios, se acumulan por semanas enormes cantidades de basuras a la espera de la limpieza comunal. De poco servirá mantener impoluto un jardín de casa si el agua se acumula en las calles por defectos de cañerías obsoletas, de falta de infraestructura de desagües cloacas e instalaciones sanitarias.
Si no se asume a nivel estatal y con el concurso de todas las instituciones dedicadas a los servicios públicos y los municipios la tarea conjunta y amplia, seguiremos lamentando víctimas y sufriendo las consecuencias de un mal, para el que aún no existe otro antídoto que la conciencia de todos y cada uno de nosotros.
La presente epidemia de dengue es la peor en la historia de Paraguay. Eso lo admite el propio Ministerio de Salud. Sin embargo, nadie actúa en serio para evitar que la situación empeore: 52 muertos, más de 79.000 enfermos confirmados y más de a hundred and twenty.000 notificaciones en cuatro meses. Tampoco se está diciendo que el principal responsable de la salud pública es Antonio Arbo, que a estas alturas, por las nefastas consecuencias de la enfermedad, ya debió ser enjuiciado políticamente, destituido en su defecto, por decoro -si le resta- renunciar.
Haciendo la salvedad, para los defensores de oportunidad, el actual ministro es una eminencia, en su consultorio privado y para sus pudientes pacientes. En la salud pública, demostró ser un verdadero incompetente y de eso, existen sobradas pruebas, desde aquella fracasada campaña contra la fiebre amarilla, donde encabezó el equipo especial y terminó huyendo.
A todo esto se suman las múltiples mentiras en torno a la atención en el sistema público, mixto y privado.
Ya que ahora soy parte de la estadística -y compartí la desgracia con innumerables personas en salas de espera, laboratorios agonía en las butacas de hospital-, puedo contar con alguna certeza secretos a voces de malos manejos del tema en los consultorios. Hasta me atrevo a decir que posiblemente muchas de las muertes -declaradas y escondidas- por dengue se deben al tratamiento negligente de los casos; no porque el vecino no vació el florero.
La mayoría de los médicos -escasísimos experimentados, casi todos practicantes- sencillamente no te asisten. Te dan paracetamol y orden diaria de hemograma. Si te toman la temperatura, tenés suerte. Te dejan caer hasta el último. Las plaquetas rebasan triplicadamente los límites mínimos y las defensas del organismo desaparecen. Mientras, indolentes, siguen dándote paracetamol -el negocio de las grandes farmacéuticas- que te destruye el hígado y hace que las plaquetas se derrumben. Te envenenan antes que medicarte. ¿Cómo? Así como se lee. Si hay sangrado, te agregan botellas de suero. Por lo demás, ni les interesa saber qué serotipo te afecta. Si te toca la madrugada, estás perdido, nadie debe despertarles, nadie debe molestarles. Las enfermeras son las pocas que tratan de aliviar la situación.
Displicencia, inhumanidad, mentiras y encubrimiento son el principal caldo de cultivo de la escandalosa epidemia de dengue. Alguien debe pagar por eso.
Por Miguel H. López –
La epidemia más grave
El ministro de Salud Pública, Antonio Arbo, calificó la presente epidemia de dengue como la más grave y extendida que soportó nuestro país. La enfermedad se ha cobrado la vida de fifty two personas en lo que va del año y decenas de miles de casos se han registrado en todo el territorio. Lo dramático de la situación no solo tiene que ver con el aumento en la cantidad de personas aquejadas por el mal sino también con el notorio incremento en el número de casos graves.
Con relación al 2012, se cuadruplicó la cantidad de pacientes que debieron ser internados debido al dengue. Además, el dengue no solo impacta negativamente en las personas que lo padecen, sino que también tiene serias consecuencias económicas. Bastará mencionar en este sentido el alto nivel de ausentismo laboral durante los periodos epidémicos y, sobre todo, el enorme gasto público que demanda la atención de los pacientes. En efecto, de acuerdo con estimaciones del Ministerio, el Estado paraguayo paga semanalmente una cifra cercana a los 2.000 millones de guaraníes en este rubro. Estos recursos son absorbidos por la compra de insumos, la ampliación de los hospitales y la carga horaria de personal de blanco. A este preocupante cuadro habrá que agregarle el hecho de que se esperan todavía muchos días de calor y humedad, condiciones ideales para la reproducción del mosquito vector del dengue.
El dengue es una enfermedad endémica en nuestro país, es decir, de presencia permanente y cuya erradicación es extremadamente difícil. Las estrategias aplicadas desde el Ministerio de Salud deben ser permanentemente revisadas y ajustadas, en función de los resultados obtenidos. El nuevo gobierno que asumirá en agosto tendrá el desafío de desarrollar un nuevo enfoque en el abordaje de este problema de salud pública. Hasta ahora, la labor conjunta entre el gobierno central, los gobiernos locales y el Ministerio Público no alcanzó los resultados esperados. Unos y otros se tiran las responsabilidades, mientras la enfermedad sigue causando estragos en la población.
A partir de la experiencia acumulada en este sentido cabe señalar al menos dos elementos que deben ser contemplados dentro de estas estrategias y planes de contención. En primer lugar, la necesidad de una labor cada vez más estrecha con los gobiernos locales y las organizaciones vecinales. Considerando que el combate al dengue se sustenta básicamente en la eliminación de los criaderos del mosquito vector, salta a la vista que le corresponde a los municipios un papel fundamental en esta tarea. La ineficacia de las acciones en algunas zonas del país refleja el grado de debilidad de las instituciones de gobierno native y el nivel de desmovilización de la ciudadanía. La participación activa -durante todo el año y no solo en momentos de disaster- de las organizaciones ciudadanas es particularmente trascendental en la lucha contra esta enfermedad. Solo el esfuerzo colectivo puede detener la proliferación del vector.
En segundo término, es crucial intensificar los trabajos con el Ministerio de Educación y con las instituciones educativas con el fin de inculcar en las nuevas generaciones una visión responsable y un sentido de compromiso con el medio ambiente y la salud pública en cada comunidad. Forjar ciudadanos que asuman su parte de responsabilidad en el combate al dengue y a la salud pública en common -y que no solo esperen reclamen pasivamente las soluciones de parte de los gobiernos- debe ser un objetivo principal a mediano y largo plazo.
El dengue debe conducirnos a replantear la salud pública
En medio del combate puntual contra el dengue, que entre el 1 de enero y el 30 de abril de este año ha cobrado fifty two vidas, es imperioso que las autoridades sanitarias comiencen a pensar en una reformulación complete del concepto de salud pública. Hay que tener en cuenta que la salud pública es la disciplina encargada de la protección de la salud a nivel poblacional. El dengue es un efecto de los problemas en el sistema preventivo, sistema que a escala nacional necesita de un nuevo paradigma, en el que se deben sumar la participación ciudadana y el cuidado extremo del medioambiente.
Las cifras realmente asustan y hacen temer que estemos ante una situación desbordada, sobre la cual ya no existe el control debido. De acuerdo con reportes oficiales, en este año ya fallecieron fifty two personas por culpa del virus del dengue. En el país existen poco más de seventy eight.000 infectados con pronóstico cierto, mientras 35.000 son sospechosos.
La enfermedad, concentrada en áreas urbanas y semiurbanas, afecta a Asunción y a los departamentos Central y Alto Paraná. Estamos ante un serio drama de salud pública.
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que el dengue es ya un problema de salud pública a escala planetaria. En las últimas décadas ha aumentado enormemente su incidencia en el mundo. Alrededor de 2.500 millones de personas -más del 40% de la población mundial- están en riesgo de contraer la enfermedad. Cada año se producen entre 50 millones y one hundred millones de infecciones por el virus del dengue en el mundo.
El avance de este mal coincide con la continua degradación ambiental y el hacinamiento en áreas urbanas y semiurbanas, que a su vez provocan la disminución de cuidados higiénicos en los hábitats que son propicios para la reproducción incesante y cada vez más abundante del vector principal de la enfermedad: el mosquito Aedes aegypti.
En el Paraguay -de acuerdo con lo expresado por el ministro de Salud Pública- estamos viviendo la peor epidemia de dengue de nuestra historia. Y mientras se intensifica la campaña para eliminar los criaderos de mosquitos, se debe ir pensando en acciones a largo plazo y en un programa integral que brinde posibilidades ciertas de éxito en el enfrentamiento contra este vector.
Se debe instalar una salud pública que optimice sus objetivos originales, pero que al mismo tiempo integre elementos que hagan más eficaces su acción. El cuidado ambiental es uno de esos elementos.
Se debe concienciar a la ciudadanía de que no existirá seguridad en la salud en medio de la basura. Asunción, por ejemplo, es sucia no solo porque se la limpia poco, sino por la inmensa cantidad de basura que la propia gente disemina. El mosquito está en todas partes, viaja y se reproduce, y cada vez se hace más inmune a los químicos. La mejor defensa contra este vector sigue siendo el desbaratamiento de sus posibilidades de reproducción, acabando con sus criaderos.
Este es un trabajo urgente ahora e importante para el largo plazo. Es una tarea que debe ser encarada con seriedad. La lucha contra el dengue, y contra todo mal que se origine en la falta de cuidados ambientales, requiere responsabilidad de parte de las autoridades y madurez en la ciudadanía. Esto implica todo un replanteamiento en la salud pública.
Por Mariano Godoy, corresponsal.
La situación de indigencia en el departamento de Caaguazú, cuyos datos publicó recientemente la Asociación al Desarrollo Integral y Sostenible (Adis) Paraguay, debe ser analizada exhaustivamente por las autoridades regionales a ser electas en las elecciones del próximo 21 de abril.
SEGÚN EL ESTUDIO, DE 472.000 HABITANTES DEL DEPARTAMENTO, one hundred fifty.000 PERSONAS VIVEN EN ESTADO DE INDIGENCIA. EL DOCUMENTO CUBE QUE EL 31% SON POBRES EXTREMOS, NO EXTREMOS 22,three%, Y EL 53,three% ESTÁN DENTRO DE LO QUE SE CONSIDERA POBRES. ADEMÁS EXISTEN forty six% QUE SE ENCUENTRA FUERA DE LA LÍNEA DE LA POBREZA.
LO PEOR DE TODO ES QUE LA POBREZA EXTREMA, ESAS one hundred fifty.000 PERSONAS INDIGENTES, SON PEQUEÑOS AGRICULTORES QUE TODAVÍA SIGUEN ABANDONADOS Y OLVIDADOS POR EL ESTADO. INDEFECTIBLEMENTE, DEBERÁN SER ATENDIDOS POR LOS NUEVOS GOBERNANTES QUE ASUMIRÁN SUS FUNCIONES EL 15 DE AGOSTO DE ESTE AÑO.
ESTIMADOS LECTORES: ESTE ESTUDIO REVELA, SIN ABUSAR CON LOS TÉRMINOS, LA EXISTENCIA DE FAMILIAS PARAGUAYAS EN ESTE DEPARTAMENTO QUE NO RECIBEN UN PEDAZO DE PAN DURANTE EL DÍA, OTROS QUE SOLO SE ALIMENTAN UNA VEZ.
DESDE HACE VARIOS AÑOS, CAAGUAZÚ FIGURA COMO UNA DE LAS REGIONES MÁS POBRES DEL PAÍS, APARECIENDO POR DETRÁS DE SAN PEDRO, COMO LOS SECTORES MÁS OLVIDADOS Y ABANDONADOS POR EL ESTADO.
NOS ENCONTRAMOS CON LA CRUDA REALIDAD DE QUE HAY MILES DE FAMILIAS QUE DERROCHAN ALIMENTOS Y OTRAS TANTAS QUE NO TIENEN NADA PARA COMER.
ESTA SITUACIÓN EXPLICA QUE LOS ESFUERZOS DE LAS AUTORIDADES REGIONALES SE DEBEN MULTIPLICAR EN EL PRÓXIMO PERIODO CONSTITUCIONAL.
LA PRIORIDAD DEL PRÓXIMO GOBERNADOR DE CAAGUAZÚ, SEA COLORADO, LIBERAL, IZQUIERDISTA, LO QUE SEA, TENDRÁ QUE CENTRAR SU ADMINISTRACIÓN PARA BAJAR LOS ÍNDICES DE POBREZA.
CASO CONTRARIO, TODO SEGUIRÁ IGUAL Y MUCHAS FAMILIAS SERÁN CONDENADAS A LA MISERIA. SI EL GOBERNADOR ELECTO EL 21 DE ABRIL NO SE OCUPA, MUCHOS CAAGUACEÑOS CORREN RIESGO DE MORIR DE HAMBRE. DIOS QUIERA QUE NO.
Por Higinio Ramón Ruiz Díaz
El dengue sigue causando estragos en la población de nuestro país, miles de personas enfermas y 35 personas fallecidas por el mal solo en lo que va del año, pareciera no importar a la gente que aún no toma conciencia de lo terrible que es esta enfermedad.
SI BIEN EL PROBLEMA PRINCIPAL ESTÁ EN LAS CASAS, DONDE SE DEBE ELIMINAR TODO TIPO DE CRIADEROS DEL MOSQUITO TRANSMISOR, TAMBIÉN LAS AUTORIDADES TIENEN UN IMPORTANTE GRADO DE RESPONSABILIDAD.
ESTA ES UNA ÉPOCA MUY FRUCTÍFERA PARA ESTE VECTOR, POR LAS LLUVIAS CONSTANTES QUE AUMENTAN LOS CRIADEROS. ES IMPERIOSA LA NECESIDAD DE CONTROLAR LAS CASAS Y ELIMINAR LOS NIDOS DEL MOSQUITO.
LA RESPONSABILIDAD MAYOR DE LAS AUTORIDADES ES PROFUNDIZAR LA CONCIENCIACIÓN DE LOS CIUDADANOS, QUE AL PARECER SIGUEN INCRÉDULOS ANTE ESTA ENFERMEDAD.
LAS FAMOSAS MINGAS, QUE INVOLUCRAN A POLICÍAS, MILITARES, VOLUNTARIOS, ESTUDIANTES Y FUNCIONARIOS DE LA SALUD RESULTAN INÚTILES. MÁS BIEN SIRVEN PARA FOMENTAR LA CORRUPCIÓN EN LOS MUNICIPIOS, QUE SUPUESTAMENTE GASTAN MILLONES EN ESTAS TAREAS, CUANDO EL MAL NO HACE MÁS QUE AUMENTAR.
HAY MUNICIPIOS QUE REALIZAN ESTAS MINGAS CASI TODAS LAS SEMANAS, COMO VILLA ELISA, LAMBARÉ Y OTRAS DEL DEPARTAMENTO CENTRAL. HASTA AHORA, EL ÚNICO RESULTADO” QUE DIERON ES EL AUMENTO DE LOS CASOS.
ESTO DA LA PAUTA DE QUE ESTAS TAREAS NO RESULTAN A PESAR DE LO MUCHO QUE SE INVIERTEN EN ELLAS. MUCHOS SALEN SOLO PARA RECORRER LAS CALLES SIMPLEMENTE NO ESTÁN PREPARADOS PARA PERSUADIR A LA GENTE SOBRE LOS RIESGOS DE ESTA EPIDEMIA.
LAS AUTORIDADES TANTO DEL MINISTERIO DE SALUD, COMO DE LOS MUNICIPIOS, DEBEN BUSCAR OTRAS ESTRATEGIAS PARA LLEGAR A LA POBLACIÓN Y EVITAR GASTOS INNECESARIOS. LA FISCALÍA TAMBIÉN DEBE TRABAJAR MÁS Y CASTIGAR A LOS QUE NO LIMPIAN SUS PROPIEDADES.
ES HORA DE MIRAR LOS NÚMEROS DE FALLECIDOS Y ENFERMOS. EL DENGUE MATA, SI NOSOTROS LO PERMITIMOS.
Responsabilidad personal, clave para combatir la hipertensión
La toma de conciencia acerca de la necesidad de recurrir a los profesionales de la salud para detectar si se padece no de hipertensión arterial -u otras enfermedades- es un factor de suma relevancia en el cuidado de la salud. Identificar al asesino silencioso -ya que muchas veces se manifiesta por síntomas imprecisos confusos- es un paso que debe ser complementado con la adopción de hábitos saludables y la asistencia médica. Si no hay una responsabilidad y una cooperación personal para identificar y combatir la presión alta, que de acuerdo a las estadísticas oficiales padece la mitad de la población paraguaya, el efecto de los programas públicos de prevención y tratamiento no tendrá el impacto social esperado.
La alarmante estadística revela que 1 de cada 3 personas en nuestro país desconoce que sufre de hipertensión arterial, un mal que deriva en complicaciones cardiovasculares, insuficiencia renal e incluso ceguera.
Los números reflejan también que el 45 por ciento de la población adulta (prevalencia de 35 a 55 años) en el Paraguay está aquejada de ese mal, cuya causa radica en disfunciones orgánicas -detectables no- en hábitos de vida inadecuados.
A nivel global, los datos no son más tranquilizadores, ya que al año mata a 17 millones de personas, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las Naciones Unidas. Añade que es responsable del 45 por ciento de los ataques cardiacos y del 51 por ciento de los accidentes cerebrovasculares (ACV)
Esos índices tan elevados desvelan el descuido y la inconsciencia para detectar y combatir al asesino silencioso, que pone en peligro vidas humanas. Dado que muchas veces sus manifestaciones no son muy evidentes son minimizadas por los afectados, la amenaza de ser víctima fatal de sus consecuencias es constante.
En nuestro país, el problema es particularmente grave, pues la mayoría de los patrones de comportamiento no incluyen como praxis saludable recurrir a la consulta médica para controles rutinarios que pueden detectar valores irregulares en la presión arterial.
A esa actitud cultural hay que agregar otras que atañen a la ingesta excesiva de sal, el consumo exagerado de grasa animal, la vida sedentaria, el estrés, los hábitos de fumar y beber y el peso superior al recomendado en proporción al Índice de Masa Corporal (IMC).
La hipertensión arterial es una enfermedad controlable si se asumen patrones de conducta saludables. Entre los mismos se incluyen el control médico periódico, los ejercicios físicos, dietas sanas, expansión y una filosofía de vida que no se deje arrastrar por el huracán de las urgencias cotidianas.
Desafortunadamente, en la mayor parte de la población no existe la suficiente conciencia ni responsabilidad de que para combatir la presión alta y adoptar las precauciones hay que conocer el issue que pone en riesgo la vida.
Ninguna campaña de salud pública resultará exitosa si es que los afectados posibles afectados no asumen la obligación de cuidar su salud.
Es necesario, por lo tanto, que la población adopte las medidas que apunten a detectar si padece no de hipertensión arterial.
Y si constata su presencia, a actuar con madurez asumiendo las medidas propias del caso para evitar el pago de factura de sus terribles derivaciones.
Promover los hábitos saludables
Hoy se recuerda el Día Mundial de la Salud, una oportunidad apropiada para reflexionar sobre los principales problemas que nuestro país enfrenta en este campo. Este año, el Ministerio de Salud Pública trabajó bajo el lema: Hipertensión arterial. Conoce tus números. Mide tu presión. Cuida tu corazón”, enfocándose en una de las principales causas de muerte en el Paraguay.
Según las estadísticas oficiales, de cada cinco paraguayos, dos padecen de hipertensión, un issue que aumenta los riesgos de infartos y de accidentes cerebrovasculares. Estos males, asociados a la hipertensión, superan en nivel de mortalidad al cáncer, las enfermedades transmisibles y los accidentes de tránsito, de acuerdo con recientes declaraciones del ministro Antonio Arbo. Además, la presión sanguínea crónicamente alta puede derivar en afecciones renales, ceguera y insuficiencia cardíaca. Es basic por ello realizarse revisiones periódicas y, en caso de detección del problema, seguir estrictamente los tratamientos médicos indicados.
Resulta sorprendente que de cada tres personas que tienen hipertensión, solo una conoce su condición. Esto se debe a que no está extendida en la población la positiva costumbre de hacer mediciones frecuentes de la presión arterial. Con una detección temprana y con el tratamiento adecuado -además de la adopción de hábitos saludables- una persona con presión alta crónica puede evitar lesiones en el corazón y en el resto de su organismo y llevar una vida perfectamente normal. En nuestro país lamentablemente están muy extendidos hábitos que favorecen la aparición de estos problemas de salud. El consumo excesivo de sal -se estima que lo adecuado es cinco gramos al día, en Paraguay se llega a los 11 12 gramos-, la poca presencia de frutas y verduras en la dieta y especialmente, el sedentarismo, son algunas de las costumbres que es necesario cambiar en la vida cotidiana de los paraguayos.
De acuerdo con la Primera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada en el año 2011, el 74% de las personas mayores de 15 años no hace actividad física durante su tiempo libre; mientras que el 50% no realiza pausas activas en su trabajo. La creciente urbanización de nuestra población alienta un estilo de vida que ensalza como un valor positivo un concepto equivocado del confort y del pasar placentero: cuanta menos actividad física requiera nuestra jornada tanto más cómodos” vivimos.
Es indispensable trabajar para cambiar estos paradigmas profundamente perjudiciales. Una dieta balanceada, rica en vegetales, la moderación en el uso de la sal y el consumo de bebidas alcohólicas, los ejercicios al aire libre y acciones orientadas a la relajación y la reducción del stress son criterios que pueden y deben incorporarse a la cultura de los paraguayos. La familia juega, naturalmente, un papel crucial en este propósito, pero también las escuelas e instituciones educativas que pueden promover activamente estos valores en los niños y niñas.
En una sociedad en la que están cada vez más extendidas las relaciones y distracciones virtuales” es de enorme importancia impulsar en los jóvenes las actividades físicas y deportivas y la interacción private en ambientes saludables. De esa forma, con el tiempo, la adopción de hábitos saludables no será ya una cuestión de disciplina de autoimposición, sino la forma más regular y gratificante de vivir. Las autoridades tienen el deber de incorporar estos contenidos en la enseñanza en escuelas y colegios con el fin de combatir lo que es hoy uno de los principales problemas de salud pública.
Que no lamentemos más muertes por dengue
Según el Ministerio de Salud, los departamentos de Central, Alto Paraná, Cordillera y Amambay lideran las zonas con mayor afectación del virus del dengue, junto con Asunción, capital de la República. La información señala también que solamente en el día de ayer, más de 1.750 personas consultaron por síntomas de la enfermedad. Actualmente, se encuentran hospitalizados 886 pacientes, mientras que 50 se hallan en terapia intensiva.
Solamente en el día de ayer, la Dirección Basic de Vigilancia de la Salud reportó 1.753 fichas de cuadros febriles. Del complete de cuadros sospechosos de dengue, 1.188 proceden del departamento Central, 241 de Asunción, 136 de Alto Paraná, 51 de Amambay, 49 de Cordillera, 33 de Guairá, 14 de Itapúa, thirteen de Canindeyú, eleven de Paraguarí, 5 de Presidente Hayes, four de San Pedro, 3 de Misiones, Caaguazú y Concepción computaron 2 cada uno, y Concepción obtuvo una notificación.
Las advertencias de las autoridades señalan al mes de abril como el periodo en el que se registrará el pico más alto de la enfermedad. Las últimas lluvias registradas, sumadas a la inconsciencia de nuestra gente en eliminar los criaderos, se constituyen en el caldo de cultivo más peligroso para la proliferación del mosquito transmisor de esta horrible enfermedad.
En el Alto Paraná, los casos de la enfermedad están registrando un progresivo aumento, sin que a nivel ciudadano ni de las autoridades se estén realizando campañas intensivas para disminuir el mal. Está comprobado que con la acción coordinada se ha logrado reducir y hasta controlar esta enfermedad, solamente eliminando los posibles criaderos del mosquito transmisor. En anteriores oportunidades, en nuestra región se había tenido un gran éxito en el control de la enfermedad gracias precisamente a la acción conjunta de vecinos y autoridades de diferentes instituciones.
Una iniciativa de jóvenes de nuestra ciudad precisamente, con la campaña Cháke Dengue, había merecido inclusive un premio internacional, como campaña de concienciación ciudadana exitosa.
Este es el momento de actuar para controlar la proliferación de esta enfermedad, que ya ha ocasionado tanto daño a nuestra sociedad. Es la hora en que la Fiscalía, la Municipalidad y las autoridades sanitarias coordinen acciones para proceder a la limpieza de los patios baldíos y aplicar fuertes multas a los inconscientes que todavía a estas alturas no proceden a limpiar sus terrenos, lo que pone en peligro la salud de la población.
La colaboración de la ciudadanía es de important importancia para que la lucha sea efectiva, apoyando con la limpieza y la eliminación de los criaderos de mosquitos. Estamos a tiempo para evitar que tengamos que lamentar la muerte de nuestros conciudadanos a consecuencia de esta enfermedad.
Debemos comprometernos a combatir seriamente el dengue
Un alarmante anuncio formuló recientemente el titular del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa), doctor Silvio Ortega, en el sentido de que se registrarán picos de casos de dengue durante las dos primeras semanas del presente mes. Es de capital importancia coordinar acciones determinantes desde las esferas públicas para combatir la propagación de la enfermedad. Sin embargo, mientras la ciudadanía no coopere, serán escasos los resultados que finalmente puedan obtenerse en esta muy sensible materia de salud pública de nuestro país.
Estamos sujetos a la semana de mayor índice de dengue en el país, pues normalmente en el histórico de los últimos cinco años, la primera y segunda semanas de abril son el pico máximo de casos, solo que ahora nos encontramos con constantes lluvias, y eso hace que la perspectiva se amplíe debido a que esta situación facilita enormemente la proliferación de mosquitos y larvas”, señaló el citado profesional.
A esta compleja realidad, se suma el fundado reclamo a los intendentes efectuado por el ministro de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), doctor Antonio Arbo, en el sentido de que muchos jefes comunales son negligentes con el cumplimiento de su obligación de limpiar las ciudades encomendadas a su custodia por el voto standard, fundamentalmente en lo que respecta al sistema de recolección de residuos. En efecto, basta realizar un easy recorrido por la capital y zonas aledañas para percibir rápidamente la gran acumulación de basura existente en distintos puntos del área metropolitana.
Para graficar su molestia y también su frustración por la falta de reacción de parte de los munícipes, el ministro Arbo sostuvo que hablar con los intendentes es hablarles a las rocas”. Una pena, al mismo tiempo que una vergüenza, puesto que una de las responsabilidades básicas de todo jerarca municipal es garantizar, cuando menos, el buen funcionamiento del sistema de recolección de residuos en sus respectivas jurisdicciones. Si ni siquiera eso hacen bien, es difícil imaginar que puedan dar pasos significativos en otras áreas relevantes.
Para colmo de males, el ministro Arbo informó el día de ayer que el Senepa ya utilizó en la presente época todo el volumen de insecticida contra el mosquito Aedes aegypti que disponía para este año.
En el presente, según uno de los últimos reportes de la Dirección de Vigilancia de la Salud, existen más de 1.066 pacientes hospitalizados por casos de dengue, de los cuales 242 corresponden a nuevos ingresos; mientras que forty seven se encuentran internados en terapia intensiva. Por su parte, la cifra oficial de fallecidos es de 39. Bien podría decirse que, hoy por hoy, no existe en el Paraguay una sola familia que no haya sido afectada por el mal en alguno de sus miembros.
¿La solución? Una actuación coordinada entre las autoridades, tanto a nivel nacional como departamental y municipal. Por un lado, los responsables de esos tres estadios de gobierno deben cumplir cabalmente su obligación de fortalecer las acciones preventivas, impulsando, por ejemplo, la competente implementación de sistemas de recolección de residuos, el rociado de los productos químicos que frenan la proliferación de los mosquitos, generando campañas de concienciación ciudadana y dando la cobertura sanitaria que se requiera para atender la enfermedad y curar a quienes la padecen.
Sin embargo, estas acciones serán poco efectivas mientras la población no contribuya con la parte que le corresponde, fundamentalmente en lo que respecta al mantenimiento de la limpieza y la eliminación de criaderos de mosquitos en sus propiedades. También, desde luego, cabe recomendar el uso de repelentes y, eventualmente, el empleo de mosquiteros.
A esta altura de los acontecimientos, resulta francamente inexplicable que todavía existan vecinos que sean tan negligentes en lo que guarda relación con la limpieza de terrenos baldíos, que no se preocupen de retirar de sus patios aquellos artículos en los que se estanca el agua durante varios días.
En este sentido, también sería oportuno que los municipios más afectados por la propagación del dengue vuelvan a implementar, como en el pasado reciente, campañas de castigo -incluida la aplicación de multa y la eventual imputación por parte del Ministerio Público- a los dueños de terrenos baldíos que no realizan la limpieza periódica de los mismos.
Desde luego que el clima de nuestro país es propicio para la transmisión del dengue; sin embargo, si todos contribuimos con nuestro grano de arena y nos abocamos a cumplir las responsabilidades en los ámbitos que nos son propios, estamos seguros de que los índices de infestación serán reducidos drásticamente. Será lo mejor que podamos hacer para tener un país con gente que pueda gozar de buena salud.
Hay que luchar contra el dengue todo el año
Ya suman forty las muertes causadas por la presente epidemia de dengue que azota el país. Si bien en las últimas semanas se ha registrado un leve descenso en la cantidad de casos notificados y de internaciones, lo cierto es que la enfermedad está lejos de haber entrado ya en su ciclo de declive. Es más, de acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Salud los picos del dengue se producen en los meses de marzo y abril, de manera que nos encontramos en la fase más extendida de la epidemia.
El dengue ha sido particularmente duro este año. Terminado el tercer mes del 2013, ya la cifra de casos casi llega al doble de todos los que se verificaron el año pasado. Y no solo eso, la virulencia del serotipo 2, el que actualmente tiene mayor circulación en nuestro territorio, ha sido verdaderamente singular con una cantidad inusual de cuadros graves e internaciones.
Es preciso enfrentar la realidad de que el dengue es una enfermedad endémica, instalada en nuestro país y que será extremadamente difícil erradicar. El combate a este mal que no solo causa pérdida de vidas humanas sino que además eat una enorme cantidad de recursos -a nivel público y también al nivel de las familias afectadas- debe ser encarado como una política de salud pública permanente, no como campañas que se activan solamente cuando se declara la epidemia.
La lucha contra el dengue debe extenderse a los doce meses del año y partir de una estrategia compartida por diversas instituciones involucradas en el asunto, desde el Ministerio de Salud, hasta el Ministerio Público. Sin embargo, los organismos que tienen un papel crucial son los municipios. Como siempre, el arma más eficaz para enfrentar el problema es la más activa participación de la población.
Se sabe que las fumigaciones no tienen mucha efectividad y que la mejor forma de detener el avance de la enfermedad es eliminando los criaderos del mosquito, limpiando patios, plazas y casas particulares. De muy poco sirven los esfuerzos individuales, ya que por más que una persona mantenga aseado su domicilio para que el peligro persista basta con que su vecino no destruya los criaderos del mosquito. De esto se desprende que son las acciones y el compromiso comunitario con la lucha contra el dengue lo que contribuirá verdaderamente a cortar la circulación del virus.
En esta línea de análisis, son las municipalidades los principales instrumentos en el combate a la epidemia, antes incluso que el Ministerio de Salud, al cual debiera corresponderle una función de coordinación. Los municipios tienen una mayor cercanía con los ciudadanos, con sus asociaciones, cooperativas y comisiones vecinales. Los gobiernos comunales, por estar orientados a un espacio geográfico bien delimitado, tienen la posibilidad de llegar hasta el último vecino, de llegar allí donde quizás las grandes estructuras estatales no accedan.
Es igualmente basic profundizar el papel del Ministerio de Educación y de las instituciones educativas para inculcar en las nuevas generaciones una visión responsable y el compromiso con el medio ambiente y la salud pública en cada comunidad. Este es el único camino, la única estrategia viable para vencer a largo plazo al dengue. De lo contrario, las epidemias, grandes y pequeñas, nos acompañarán durante muchos años más, y seguiremos lamentando pérdidas humanas y económicas cada vez más significativas. Esta es la única vía para derrotar a esta terrible enfermedad y quizás, en un futuro que todavía está muy lejano, alcanzar lo que hoy parece imposible: erradicar el dengue de nuestro país.
En medio de la guerra mediática entre los candidatos de diferentes partidos políticos que disputarán el poder en abril próximo y las informaciones sobre las derivaciones del robo al camión blindado de Prosegur que aumentan la cantidad de comisarios y oficiales de policía supuestamente implicados, hay una noticia que no deja de aparecer en las primera planas de los medios: el dengue y su constante marcha triunfal” en nuestro país.
Si bien el tema del transporte público y los otros temas mencionados son de importancia extrema para la ciudadanía, la enfermedad que afecta a much de personas en nuestro país debe ponernos a pensar en la necesidad de establecer como regla habitual durante los 365 días del año el combate a los criaderos de mosquitos transmisores.
Ayer, la titular de Vigilancia Sanitaria de la cartera de Salud afirmaba que casi el 70% de los casos confirmados de dengue son del departamento Central. El 14% de ellos, de Asunción. Solamente en el día de ayer, viernes, se notificaron unos 1.530 casos febriles en todo el país, 1.124 de ellos, de Central y 234 de Asunción. También dijo la misma profesional que otros departamentos con gran cantidad de casos y notificaciones de febriles, que en su gran mayoría son luego confirmados, son los de Caaguazú, Alto Paraná y Amambay.
En ese último departamento se dieron también los dos casos del serotipo four que hasta hace semanas no había ingresado al país, desde la frontera con Brasil, país en donde está presente desde hace años.
Aunque parezca demasiado monótona la repetición de los datos, vale recordar que tenerlos a mano, también nos ayuda a no dejar de ver la realidad en la que vivimos. En estos momentos basta con compartir una oficina con varias personas para encontrar cada día nuevas ausencias de diferentes personas que presentan síntomas febriles y, en muchos casos, quedan internados en servicios de salud tanto privados como públicos, presentando complicaciones riesgos.
Nadie está a salvo, en realidad, ya que por más que se ocupe de mantener impecablemente limpios sus patios y casas, debe enfrentar la realidad de su entorno cercano y el que le impone su vida laboral. Nadie está a salvo, repetimos, aunque sigamos viendo en las calles verdaderos criaderos a cielo abierto, con altos yuyales y pérdidas de agua recipientes y envases de todo tipo, arrojados displicentemente por quienes no creen que valga la pena salvarse y salvar a otros del padecimiento de la enfermedad.
Por eso, aunque parezca tedioso, repetimos los datos: los distritos más afectados son: San Lorenzo, Capiatá, Luque, Ñemby, Fernando de la Mora, Villa Elisa e Ypané, en Central, aunque el complete de los 19 distritos notifican casos a diario. En Asunción, los barrios que más casos notificaron son: San Pablo, Barrio Obrero, Sajonia, Tablada, Trinidad, Jara y otros. En estos barrios se intensificarán las mingas y rastrillajes durante la próxima semana, según anunciaron desde Salud.
Ante la proximidad de un fin de semana largo que comienza hoy, creemos que podría ser más efectivo hacer esa minga desde hoy hasta el lunes inclusive, debido a que la mayoría de la gente estaría en sus casas, facilitando la tarea de los funcionarios que podrían ingresar a las viviendas. Pero ya sabemos que los feriados se respetan” a rajatabla en las instituciones públicas, aunque estemos en plena epidemia.
El fin de semana largo también invita a muchos a viajar al inside del país en busca de loosen up y descanso. Una thought positiva que, sin embargo, debe ser acompañada con medidas de prevención adecuadas, como el easy uso de repelentes por los viajeros de todas las edades.
La directora de Vigilancia Sanitaria rogó ayer a la gente a través de los medios que no bajen la guardia” y sigan combatiendo desde cada casa, el más grave de los factores que se asocian con el dengue: la existencia de criaderos.
Las miles de personas internadas, las más de dos decenas de víctimas fatales de este año y las que están padeciendo ahora los rigores de la enfermedad son más que mensajes de atención que debemos tener en cuenta a diario, sin dar tregua a la lucha contra el mal.
Nadie se salvará solo
Lo que deberíamos entender como ciudadanía es que la horrible situación actual de la epidemia del dengue nos debe enseñar a ser más activos en la vida comunitaria, sin importar si vivimos en un nation, en una zona high en un populoso barrio. Ya vemos que nada de eso nos salva a la hora de sufrir las consecuencias de la enfermedad”.
Las noticias sobre la epidemia de dengue que estamos padeciendo nos preocupan a todos, sin distinción de clases sociales ni de nivel educativo y cultural. Miles de personas padeciendo el mal, cientos de internados y hasta la muerte de jóvenes madres y bebés a causa de esta enfermedad que es en nuestro país, como en otros de la región, endémica, nos asustan y llenan de espanto.
El Ministerio de Salud anunció que ellos estiman que habrá tres meses más de lucha intensa contra el dengue. Doce semanas más de lucha frontal e intensa que suponen que las autoridades no bajarán la guardia y seguirán con la campaña, las fumigaciones y demás.
Ante este anuncio, nos ponemos a pensar si bastarán los tres meses para combatir un mal que sabemos no se irá como por ensalmo de nuestras fronteras, sino que volverá el próximo verano con su carga de enfermedad y muerte.
Conociéndonos como sociedad, lo suficientemente indolente como para asumir la responsabilidad que nos corresponde ante la comunidad, creemos que no serán suficientes las medidas extremas durante solo tres meses. Primero, porque todos sabemos que durante los meses de otoño e invierno pasado hubo casos de dengue en varias regiones del país, además de la capital y Central. Luego, porque las condiciones climáticas durante todo el año pasado fueron propicias a la proliferación de larvas e insectos, ya que el pasado invierno brilló por su ausencia, ya que no existieron las bajas temperaturas por el tiempo adecuado que pudieran ayudar a bajar el índice larvario.
Además de estas condiciones, es importante volver a lo que decíamos tiempo atrás en este espacio: la conciencia de la ciudadanía es tan baja que amerita una campaña permanente, con acento en varios aspectos, especialmente en la prevención. Y, para que todos incorporemos como un hábito la costumbre de revisar nuestras casas, limpiar los terrenos y deshacernos correctamente de los residuos que nosotros mismos producimos, no serán suficientes 12 semanas, sino largos meses de intensa campaña, con multas y/ advertencias suficientes como para que aprendamos a realizar lo que nos toca como ciudadanos, en esta lucha desigual contra la enfermedad que nos roba vidas valiosas, tiempo y esfuerzo.
Ayer también nos enteramos de la firma de un convenio entre la cartera de Salud y el MEC. Según lo explicó el propio ministro Antonio Arbo, la idea es transmitir en las escuelas a los niños los conceptos básicos de prevención y, sobre todo, las formas más sencillas y efectivas para la eliminación de criaderos en las casas y barrios. Una medida positiva que aplaudimos, porque sabemos de sobra que los más chicos incorporan con facilidad y sin prejuicios los conocimientos que los grandes de las familias somos poco afectos a incorporar. Ellos, además, tendrán la voluntad inquebrantable de insistir ante los mayores sobre la importancia de las medidas de higiene y de cuidado necesarias para evitar más epidemias
Sabemos que los tres meses de campaña intensa que anunció Salud se refieren a la contingencia precise. Sin embargo, conociendo también la poca capacidad de respuesta y el bajísimo interés de los municipios en cumplir con su parte en la prevención del dengue, sería mejor no soltarles la mano y mantenerlos bajo estrecha vigilancia” para saber si están trabajando en favor de la salud de sus comunidades prefieren dedicar más tiempo y esfuerzo a la intensa campaña electoral que tenemos a las puertas; motivo principal del desvío de atención de las autoridades hacia otros menesteres ajenos a la salud preventiva.
Lo que deberíamos entender como ciudadanía es que la terrible situación actual de la epidemia del dengue nos debe enseñar a ser más activos en la vida comunitaria, sin importar si vivimos en un country, en una zona prime en un populoso barrio. Ya vemos que nada de eso nos salva a la hora de sufrir las consecuencias de la enfermedad.
El dengue, como otros males que azotan a nuestra sociedad, nos debe enseñar a actuar como buenos vecinos, cuidando a los nuestros y a los demás con responsabilidad. Es hora de que aprendamos que nadie se salvará solo y que necesitamos a todos en el frente de batalla.
Escrito por Editor Publicado en EDITORIAL Sábado, 09 Febrero 2013 07:07
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De acuerdo con los datos proporcionados este jueves por el Sistema de Vigilancia del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, en nuestro país suman 25.954 las notificaciones por dengue.
De esta cifra, se ha confirmado un total de eight.406 casos, están hospitalizados 1.056 pacientes, más de 120 graves y 28 se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos. También quedan otros 17.055 casos que siguen siendo sospechosos y la cifra oficial de fallecidos llega a 19 en lo que va de esta epidemia.
Los afectados por la enfermedad también van aumentando en todo el Alto Paraná. A diario se registran al menos 20 consultas por sospechas del mal. Según informes de la Unidad Epidemiológica Regional (UER), al culminar esta quinta semana se registraron un complete de 1.one zero one notificaciones en la región. Ciudad del Este, Hernandarias y Presidente Franco son las ciudades que tienen el mayor número de reportes.
Los altos índices de infestación larvaria se dan en las principales ciudades del décimo departamento, lo que hace que Alto Paraná se convierta en una de las regiones con más riesgos por casos de dengue. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda que debe estar por debajo del 1% el índice de infestación, pero esto no se aprecia en los distritos de esta zona del país.
En Ciudad del Este, los números indican que la infestación llega al 6,89%, le sigue Hernandarias con 6,66%, Presidente Franco con 6,52%, Minga Guazú con 4,forty five% y Santa Rita con 4,64%.
Sin bien el Ministerio de Salud Pública pone énfasis en la importancia de la consulta rápida en los servicios sanitarios ante la presencia de fiebre u otros síntomas, es vital el apoyo de la toda la ciudadanía en el combate a la propagación de la enfermedad.
Las autoridades del sector vienen trabajando en conjunto, mediante la conformación de una comisión interinstitucional el pasado 23 de enero, donde se unieron representantes de instituciones como las municipalidades de las principales ciudades del departamento, la marina, Senepa y movimientos ciudadanos.
Combatir al mosquito transmisor es la clave, pues el dengue avanza sin parar, cada día aumentan las consultas y notificaciones por los casos sospechosos de la enfermedad.
En esta región del país, miles de personas ya habían sido afectadas por la última epidemia del 2011. Pareciera que tantas muertes ocasionadas no fueron suficientes para que la ciudadanía altoparanaense observe la gravedad de la situación y decida unir fuerzas contra el dengue.
¿PROPAGAR EL DENGUE?
Aunque pueda parecer un ridículo e increíblemente absurdo, es una triste realidad originada en la ignorancia y desconocimiento generalizado que en el Paraguay, existe sobre el idioma castellano que ni se habla ni se escribe y menos aún, se canta correctamente.
Desde principios del corriente año escucho por diversas emisoras de radio un cantito que, en parte es la deformación de una antigua canción, el arrorró”, cantada tantas veces por nuestras madres para hacernos dormir cuando éramos muy pequeños.
Aunque deformado, al escuchar este cantito que endulza nuestros oídos y nos recuerda nuestra niñez y a quienes nos lo cantaban, fue grande mi sorpresa al analizar la letra actualizada que dice al pícaro dengue vamos a expandir”, lo que me pareció un verdadero atentado contra la buena salud de la población pues siempre entendí que expandir” significa extender, diseminar, difundir, divulgar aumentar su producción para que llegue a un mayor número de personas.
Pero mucho mayor fue mi sorpresa y mi desagrado al escuchar que el patrocinador de la difusión radial de esta pegajosa y emotiva canción para expandir” al pícaro dengue, es nada más y nada menos que el Ministerio de Salud, justamente el ente estatal encargado de velar por la buena salud de la población y, en estos especiales momentos, su obligación es extinguir” y no expandir” una enfermedad tan peligrosa y mortal como es el pícaro dengue”. ¿Será posible instruir un poco más, aunque sea a los pocos funcionarios encargados de la difusión radial de esta canción que tantos lindos recuerdos nos trae, pero su letra actualmente deformada es tan perjudicial para la salud pública?
Federico Caride
C.I.1133839 telef.661960
Es necesario concienciar a niños y jóvenes sobre higiene ambiental
Aproximadamente 1.seven hundred.000 menores iniciarán en pocos días más las clases del año escolar en todo el país. Esto debería significar una acción absolutamente rutinaria en el marco de un calendario establecido año tras año. Sin embargo, en estos tiempos, además de la expectativa lógica de niños, jóvenes y padres y madres respecto a lo que se viene en materia de aprendizaje, se abre la incógnita de lo que pudiera ocurrir con ese gran mal que es el dengue, con sus secuelas a veces mortales. El dengue está instalado en nuestro país, ayudado por la desidia de tanta gente que tal vez nunca dimensionó sus implicancias y de la indolencia generalizada en cuanto al cuidado de la limpieza y la higiene del hábitat. La amenaza está y hay que afrontarla y convertirla en oportunidad.
Entre 1988 y 1989 comenzó a hablarse en el Paraguay de una enfermedad que muy pocos conocían, el dengue, que ya era descrita como algo terrible y que comenzó a infundir temor ante lo que narraban sus víctimas: dolores intensos como nunca antes habían sentido.
Aparecía así la enfermedad en su versión DEN-1, que en aquella primera incursión afectó a más de forty.000 personas en todo el país.
Pero después aquello pasó y hasta noviembre de 1998 no se volvieron a reportar más casos. Y con el nuevo siglo el tema arreció ante la actitud pasiva de tanta gente, comenzando por las autoridades nacionales, que en un primer momento reaccionaron sin mayor dinámica y sin un plan estratégico al respecto.
Solo cuando comenzó a morir gente y la epidemia cobró visos de tragedia, con posibilidades ciertas de extenderse de manera inmisericorde, hubo una respuesta más responsable y una mirada más seria a lo que estaba sucediendo.
Ahora estamos ante una verdadera sicosis, pero aún así hay demasiada gente que sigue esperando de manera pasiva que la solución se dé por arte de magia que venga unilateralmente desde la exclusiva acción pública.
Aún asustados, existen demasiados sectores que no dan señales de disposición para colaborar con la erradicación del mal. Y a esta altura de los acontecimientos ya no se puede aducir desconocimiento acerca de cómo combatir al dengue. Es dable todavía ver a personas que esperan que los contingentes públicos, de militares policías lleguen a las casas para limpiar los patios.
Todavía falta la reacción de tanta gente en los barrios, que con la antigua costumbre de reunir cachivaches facilita la proliferación del mosquito Aedes aegypti, que transporta el mal de enfermo a sano y disemina la enfermedad por todo el país.
En el año 2012 tuvimos 70 muertos. En el 2013, en el mes de enero solamente, se reportaron sixteen fallecidos. En aproximadamente 20 días hubo unos 10.000 casos, la mayoría de ellos en Asunción y el área metropolitana. Más de 30 pacientes requirieron terapia intensiva.
Estas son cifras oficiales. Se sabe que es muy difícil que las estadísticas incluyan todos los casos, pues siempre habrá alguno que se escape al conteo oficial. Esto quiere decir que los casos fatales podrían ser muchos más y que el peligro sobrevuela sobre todos.
Algunas autoridades temen que con el inicio de las clases aparezca un rebrote del mal debido a la reunión de personas en un solo native. Que el mal no se propague en esta circunstancia dependerá de las medidas que adopten las autoridades y de la conciencia que demuestren todos los involucrados.
La amenaza está ahí, pero se la puede convertir en una oportunidad si se logra que los alumnos, niños y jóvenes, comiencen a adquirir los hábitos de higiene ambiental que los mayores, por lo que se ha visto hasta ahora, no han sabido asimilar aún.
El remedio yuyo
Los romanos, los hindúes, griegos, egipcios, los chinos y los guaraní ya usaban los remedios denominados caseros” y que nunca se encontraban en la casa. Es como el huevo casero” de la gallina que debe ser traído de entre los matorrales y el monte muy distante de la casa. Pero eso es huevo de otro costado”.
Le dicen medicina de alternativa” al uso de las plantas medicinales, pero en muchos lugares recurrir a las plantas medicinales constituye, hasta hoy, la única alternativa que se tiene para recuperar la salud evitar las enfermedades.
El propio padre de la medicina, Hipócrates (460-370 a. C), ya curaba y prevenía los diferentes males que apuraban a la gente y anunciaba: que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina”. Mucha gente tiene aún el privilegio de enfermarse con la ingesta excesiva de alimentos, de comida chatarra y de tener una especie de supermercado en el cuerpo con su ácido úrico, triglicéridos, agua en la rodilla, arenillas, colesterol, clavos en el tobillo y tornillos en la cadera, cataratas, hipertensión, piedras y azúcar en la sangre.
Muchos científicos criollos y extranjeros entregaron al Paraguay sus trabajos con relación al uso de las plantas medicinales. No hay que olvidarse de un Teodoro Rojas, Emilio Hassler, Benjamín Balansá, Moisés S. Bertoni, Félix de Azara, mi profesor Claudio Pavetti, el médico guaireño Juan Vicente Estigarribia, quien curaba con plantas medicinales a Rodríguez de Francia, a don Carlos Antonio López y a su hijo Francisco.
El francés Aimé Bonpland estuvo 9 años en el Paraguay estudiando las propiedades de las plantas nativas, el médico italiano Domingo Parodi llegó acá en el año 1856 y trabajó durante 30 años sobre las especies curativas. El enfermero español Pedro Montenegro, junto a misioneros jesuitas como José Sánchez Labrador, experimentaron con nuestra flora medicinal. No se le puede olvidar al Dr. Dionisio González Torres, ni al brasileño Joaquín de Miranda Velloso, quien escribió dos grandes volúmenes sobre las plantas medicinales del Paraguay y que el Emperador Pedro II los hizo publicar en París en el año 1825, diez años después de la muerte de Velloso, ocurrida en el año 1815.
El Premio Nacional de Ciencia del 2012 lo ganó el Dr. Esteban Ferro y su equipo de Ciencias Químicas de la UNA con el rescate de eighty especies medicinales. La aromaterapia antidepresiva, energizante, estomacal, antidengue y contra la resaca rescatada por el Ing. Agr. Julio Spinzi merece también una mención especial. En el Paraguay la cadena de las plantas medicinales moviliza diariamente casi mil millones de guaraníes.
Una figura olvidada en esto de la medicina natural” es la de don Julio Sadot Ayala Gómez, nacido en Concepción el 20 de diciembre de 1923. Vivió desde muy joven en la apacible Natalicio Talavera del Guairá donde falleció el 6 de diciembre de 2005. Hijo de Indalecio Ayala y Victoriana Gómez, se casó en Natalicio con la guaireña Silvina Gómez y nacieron sus hijas: Elizabeth, Silvina, Catalina, Mirna y Beda Raquel.
Don Julio dio vida a una de las primeras y tradicionales marcas medicinales del país conocida con el nombre de Techemi”. Comenzó a trabajar sobre 12 especies desde el año 1960. Le dio el nombre de chemi” a su te” por ser un sitio en Egipto en donde por primera vez se mezclaron algunos componentes medicinales. Trabajó con el jaguarete ka’a, el para para’i, pata de buey, cola de caballo, ka’arê, kokû, toro ka’a, llantén, menta’i, ñangapiry, typycha kuratû y el jate’i ka’a.
Una recordación para don Julio Ayala por su pasión y lucha en favor de las plantas medicinales del Paraguay. Lastimosamente ni él, Velloso, Bertoni, Parodi, Bonpland ni Hassler encontraron una planta que treatment la ineptitud y la deshonestidad en el Paraguay, pero don Julio procuró mucho con los remedios yuyos” en un país donde los corruptos y sinvergüenzas crecen como yuyos.
Por Caio Scavone
Un extraño comunicado”
Recién hoy dispongo de espacio para publicar un comunicado” que había recibido, con ruego de difusión, hace un par de semanas. Pertenece a una extraña asociación, al parecer nueva, pero cuyos miembros desde hace tiempo influyen en la vida cotidiana de las personas. El comunicado”, dirigido a la opinión pública, expresa lo siguiente:
Nos hemos reunido en la fecha al solo efecto de que nuestra entidad, representada por los asociados de distintas regiones del país que llegaron volando a invitación de nuestras autoridades, haga conocer su sincera gratitud a las personas de bien que nos animan a vivir en la máxima comodidad y seguridad.
No somos originarios de este país, pero desde hace mucho tiempo nos hemos instalado aquí disfrutando de la famosa hospitalidad paraguaya; hospitalidad que hace que cada día seamos más y mejores mediante el generoso espacio que nos conceden con complete desinterés.
Nos conocen con el nombre impronunciable de Aedes aegypti, pero nuestros íntimos nos llaman sencillamente dengue.
Pues bien, en forma unánime la asamblea decidió, de pie y con aplausos, agradecer a las municipalidades de todo el país por facilitarnos las más cómodas, abundantes y húmedas basuras que se extienden a lo largo de las rutas nacionales y de las calles vecinales.
Nuestra emocionada gratitud a las gomerías, que con tanto afán dejan en cualquier sitio las cubiertas donde puedan juntarse agua y podamos nacer y multiplicarnos libremente. Sin estas gomerías nuestra vida ya se hubiera extinguido por lo menos seríamos mucho menos.
No nos olvidamos de agradecer a los propietarios de baldíos y casas abandonadas. Lugares son estos donde nos reunimos en amena charla de trabajo: planificamos cuidadosamente la visita a los vecinos principalmente en las horas diurnas.
Nuestro emocionado saludo a las personas que visitan a sus seres queridos en los cementerios donde dejan en los floreros el agua que necesitamos para vivir; y junto con los floreros, el resto de comida y otros desechos que se convierten en la razón de ser de nuestra existencia.
Vaya también nuestro reconocimiento a las amas de casa, nuestras principales aliadas para que sigamos viviendo con toda comodidad. Son ellas las que nos permiten acunar a nuestros críos en las tapitas de gaseosas, floreros, envases de cartón de lata, vasos rotos, en fin, todos los objetos que son de nuestro absoluto agrado, porque sirven para darnos la vida.
A propósito, y haciendo una breve digresión, corre por ahí la falsa noticia de que somos los causantes de la muerte de quienes recibieron nuestra picadura. Nosotros a nadie matamos ni queremos hacerlo.
Las personas mueren por uno de estos motivos: se automedican, no acuden a tiempo a los centros asistenciales, los centros asistenciales no asisten porque carecen de medicamentos y de espacios para atender a los pacientes; porque el Gobierno -este y los anteriores- utilizan el dinero en cualquier cosa menos en atender en forma la salud de la población. Entonces, no somos culpables de la muerte de nadie. Nosotros apenas cumplimos con nuestro instinto , si se quiere, con el deber de cada ser viviente según le impone su naturaleza.
Nos sentimos honrados por estar en este país cuya gente hace lo posible porque vivamos sin sobresaltos; para que tengamos a nuestra entera disposición todo cuanto nos hace falta para llevar una vida cómoda y feliz.
Gracias pueblo paraguayo.
Así concluye el comunicado” cuyos firmantes están debidamente identificados.
Feliz domingo
La eterna espera de que pasen a limpiar la casa
Las noticias de hospitales abarrotados de pacientes con dengue y de que aumenta el número de bajas por culpa de las complicaciones que provoca esta enfermedad alarman, pero no modifican prácticas y actitudes de profundas raíces en el país.
Tampoco las ocasionales mingas ambientales que se realizan cada vez que rebrota la epidemia. En contadísimos barrios estas surgen espontáneamente, ante la absoluta ausencia de alguna autoridad que, por lo menos, salga a llamar la atención a aquellos pobladores irresponsables que, además de despreciar su propia vida, exponen la de los demás dejando de hacer algo tan elemental como el eliminar posibles criaderos de mosquitos.
De poco sirven además las campañas de concienciación del Ministerio de Salud Pública. Menos aún con el Arrorró mosquito” con que nos bombardea últimamente a través de los medios.
Nada es suficiente ni logra el impacto positivo que se requiere para revertir formas de actuar de la gente que permanecen intactas, a juzgar por lo que estamos viviendo de nuevo. La tal conciencia ciudadana no se activa, por lo tanto, resulta remoto esperar que se traduzca en cambios de conducta más saludables y solidarios.
Lo común es que si en una cuadra hay un par de familias que mantienen impecables sus viviendas, haya otras 10 que acumulan todo tipo de basura y permanecen indiferentes a las malezas que ganan el patio. Apenas cae una lluvia grande, aprovechan el raudal y se deshacen de sus residuos, ocasionando otro gran problema: el taponamiento del sistema de desagüe pluvial.
Aunque lo hagan abiertamente, nadie se inmuta al verlos hacer esto. Ni ante el vecino que arroja a la calle bolsas de mango que caen a montones en su patio. De ese modo, simplemente traslada a los demás el problema que le estaba representando la acumulación de esta fruta.
No está el descarado que aprovecha la basura sacada en una acera ajena, para deshacerse de ciertos trastos que le molestan en la casa. Todas son acciones de una mentalidad egoísta, insolidaria, alimentada por la impunidad, la absoluta falta de control social y, particularmente, la ausencia de autoridad.
¿A quién quejarse? ¿Ante quién reclamar que arrojen basura agua servida a la calle que haya vecinos que viven en medio de un yuyal u otro que queme la basura pasto recién segado?
Si funciona el control social, habrá autorregulación. Nadie se atrevería a hacer lo que acabo de citar, porque los propios vecinos le recriminarían. Si las municipalidades se administraran con seriedad y sus funcionarios se hicieran respetar, actuando con eficiencia y honestidad, sería pure que la gente acuda a denunciar, porque confiaría en que la institución obrará en consecuencia. Por ahora, la gran mayoría sigue esperando a que pasen a limpiarle la casa.
Por Susana Oviedo –
Cambiar las prioridades
La realidad más pura y dura es que la epidemia de dengue está en pleno apogeo. Casi mil pacientes – más- por día llegan a consultar a los ya atestados hospitales y centros de salud, y la enfermedad ya le ha costado la vida a por lo menos 9 compatriotas.
La realidad es la única verdad cuando se trata de establecer prioridades en las acciones destinadas a cumplir con lo que dicen las leyes, y especialmente en el área de Salud se deben seguir los métodos científicos y atender las necesidades de toda la población durante todo el año.
La verdad es que, ante los 9.467 casos notificados de enfermos de dengue, es poco lo que se puede dudar sobre la urgencia de poner toda la inteligencia y los recursos al servicio de la prevención de esta enfermedad que hasta no hace mucho solo afectaba a unos 9 países del mundo y ahora somos más de a hundred los considerados endémicos”.
No nos cansaremos de insistir en la importancia de mantener la absoluta vigencia del estado de emergencia durante los 365 días del año y no esperar a que los pacientes se acumulen en los pasillos que lleguen las cifras de los primeros enfermos graves y de los fallecidos.
La única manera de combatir una epidemia es atacándola por todos los medios y en ese sentido, al no existir una vacuna ni medicamento efectivo para combatirla prevenirla, debemos considerar que la misma puede surgir en cualquier momento del año y, por lo tanto, no bajar la guardia nunca.
Por ejemplo, las limpiezas de baldíos y patios infestados deben realizarse durante todo el año, porque los mosquitos no dejan de crecer y multiplicarse y basta que aparezca el primer caso para que detrás de éste siga la larga fila.
Los municipios tienen una enorme responsabilidad en esta nueva situación grave para la salud pública. No se trata de que miren hacia otro lado y recién ahora se dispongan a realizar la limpieza de calles y el control de baldíos. Tampoco pueden decir que han cumplido con sus obligaciones porque hasta hace pocos días las bolsas de residuos se amontonaban en diferentes barrios de la capital y otras zonas aledañas durante varios días antes de que las quejas vecinales los obligaran a cumplir con su trabajo.
Por el lado de Salud, es vital que durante todo el año y no solo en enero febrero se hagan las volanteadas, se informe a los pacientes que acuden a los servicios de la importancia de prevenir la aparición del dengue con medidas de limpieza y cuidado en el hogar. La mayoría de los pacientes que acuden a los distintos servicios de salud son madres con sus hijos pequeños personas mayores acompañadas de otras, por lo que sería muy útil que se les informara de cómo actuar en mayo, julio setiembre, por ejemplo, para evitar que las casas se llenen de criaderos y el barrio en el que viven en peligrosas fuentes de contagio.
Los medios de comunicación también tenemos la responsabilidad de informar con datos útiles a la ciudadanía, evitando caer en la trampa de difundir datos falsos y sobre todo, dar espacio a personas grupos que, sin formación científica alguna y solo con el afán de perseguir un negocio propio, hablan de supuestos remedios infalibles” que en realidad no sirven y solo confunden más a la gente y hasta pueden perjudicarlos más.
Toda la sociedad debe ser capaz de involucrarse en la lucha contra el dengue, porque éste no respeta límites ni zonas especiales, ni edad, ni condición social. Por ello, uno de los sectores que deben ser convocados con periodicidad para que se convierta en agente de salud de su propia comunidad y logre lo que muchas veces por otros medios no se consigue es el que constituyen las comisiones vecinales, la ciudadanía organizada en clubes e iglesias y todo tipo de grupos de ciudadanos.
Ellos podrán ser considerados piezas claves en una lucha que ya no podemos seguir encarando como una guerra sin estrategias y librada en forma esporádica. Las prioridades son claras: trabajamos entre todos no podremos ganar la batalla.
Dengue: amenaza mundial
Según un informe de la OMS es la única enfermedad tropical desatendida que se ha expandido en la última década.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en un reciente informe que el dengue podría convertirse en una pandemia international” si no se toman las debidas acciones y políticas públicas para contrarrestar su rápida expansión.
Según el reporte de las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) , de 17 padecimientos analizados bajo esta categoría, el dengue es la única que representa una amenaza a nivel mundial porque en los últimos 50 años, la incidencia del virus se ha multiplicado por 30.
En el 2012 el dengue fue la enfermedad viral ligada a un vector (mosquito) que más rápido se expandió en en el mundo; en 2010 por primera vez se detectó en Europa, por lo que todas las regiones del mundo tuvieron alguna incidencia.
Actualmente la enfermedad está presente en a hundred and fifty países y no hay una región en el mundo donde no esté presente. Por lo que el experto de la OMS, Raman Velaywdhan. Considera que si no se controla correctamente podría convertirse en una epidemia.
El dengue es ya una enfermedad endémica en 100 países del mundo, incluyendo la casi totalidad de las naciones de América Latina y el Sudeste Asiático; entre 50 y a hundred millones de personas contraen la enfermedad anualmente; 500.000 de ellas padecen la versión más grave, conocida como hemorrágica; y unas 22.000 mueren.
La campaña debe ser contra el mosquito, no contra la gente
Brigitte Colmán –
El año 2012 terminó con 70 muertes confirmadas por dengue, y más de 35.000 casos de la enfermedad.
Cuando solo transcurrieron dos semanas del primer mes del 2013, ya fueron confirmados 4 fallecimientos como consecuencia del mal y 217 casos, en medio de un brote epidémico que se concentra en Asunción y Central.
Es por eso que este martes 15 de enero de 2013, esta columna se suma al gran movimiento antidengue, con estas recomendaciones que usted señor ya habrá leído hasta en la sopa.
No se estrese ni ponga esa cara, y por favor siga leyendo:
Sin el mosquito Aedes aegypti no habrá dengue. Revise su jardín y su patio, que no se acumule agua en recipientes olvidados en ellos.
El Aedes aegypti se reproduce en agua acumulada. Hay que eliminar todos los recipientes en donde las larvas crezcan: cubiertas, floreros, botellas, etcétera.
Si no puede deshacerse de las botellas de su patio, por lo menos colóquelas boca abajo.
Use repelente y cúbrase los brazos y las piernas. Aunque hace calor, es mejor tener un poco más de calor que enfermar de dengue. También recomiendan usar mosquitero.
Si tiene fiebre, le duele la cabeza y sufre dolores musculares, vaya urgente a un médico. Y, sobre todo, no se automedique.
Hay que limpiar todos los días el bebedero de las mascotas y cambiar el agua por lo menos dos veces al día.
Si está enfermo, tiene que quedarte en su casa y hacer reposo. Si sale, se va al súper al trabajo, va a dispersar el dengue.
Esta columna se adhiere a la preocupación ante la alarmante realidad de casos confirmados de la enfermedad, y de los fallecidos cuya cifra va aumentando.
Pero de ninguna manera se suma a la campaña de criminalización de la gente.
Aunque hay una gran cantidad de vecinos que no limpian sus casas y no eliminan los criaderos, no son los únicos ni principales culpables de que el dengue esté matando a tantos.
Porque, ¿dónde estaban las autoridades municipales antes de aquel día en que entraron a lo Rambo a limpiar un yuyal en un barrio residencial de la capital?
¿Dónde están el intendente y sus directores cuando los vecinos reclaman que no se recoge la basura en su calle?
¿Dónde está el ministro de Salud con sus campañas educativas?
Por qué el ministro espera a que comiencen a morir paraguayos para salir en la tele a decir que está preocupado por la situación.
Y por qué si el dengue ya es endémico, sea que vive entre nosotros durante todo el año, esperan a que llegue enero para organizar la cobertura de hospitales públicos.
Es cierto que la ciudadanía tiene que hacer su parte, que la gente tiene que aprender a tener mejores hábitos de limpieza, pero de ninguna manera se puede aceptar toda la culpa.
La campaña debe ser contra el mosquito, no contra la gente.
Si pudimos vencerlo una vez, es posible otra vez
No se si a todos les sucede, pero cada tanto me da la sensación de haber pasado por una situación que ya la había vivido en el pasado. Es como ver la historia repetida aunque en diferentes circunstancias. Esa misma sensación es la que tuve estos días al leer algunas informaciones sobre el tema del momento: el dengue.
Tal vez si revisamos los diarios de los últimos años, podamos comprobar que desde el 2007 estamos hablando reiteradamente de una lucha contra el dengue” y que desde esa época se ha declarado al mosquito transmisor Aedes Aegypti poco menos que el enemigo público número 1″.
Creo que como nunca se han difundido las campañas para combatir los criaderos y evitar la reproducción del insecto maligno; sin embargo, el propio ministro de Salud, Dr. Antonio Arbo, no encuentra explicaciones al motivo por el cual el mensaje no llega y lo peor es que no hay ninguna vacuna ni antibiótico contra esta enfermedad que ya se ha cobrado la vida de varios paraguayos en los últimos años.
Todos sabemos que las condiciones higiénicas ambientales del Paraguay son pésimas y no se las quiere cambiar; entonces, tal vez, se debería cambiar la estrategia. Pero, no es posible que vidas humanas se sigan perdiendo por la inconciencia de algunos ciudadanos la inoperancia de funcionarios que no cumplen adecuadamente su misión.
El Aedes es un mosquito domiciliario, vive en las casas, no está en el campo, no está en la espesura y la hembra pone sus huevos en aguas más bien limpias que se juntan en los floreros, en las latitas, en las cubiertas viejas que se dejan y en cualquier recipiente en el que se acumule agua.
Es decir, dentro de las casas y los patios hay miles de lugares donde se juntan estos mosquitos. Los huevos se transforman en larvas que se mueven, pero tienen que respirar aire; pero, si se les pone una pequeña capa de querosén encima se mueren y eso no se mencionó todavía en toda la campaña.
Esto no evita vaciar los floreros, las cubiertas, sino sobre todo, es excellent para los charcos los recipientes que no se pueden desagotar y de este modo se podría llegar a más lugares.
Es importante mencionar que entre los años 1990 y 2000 se logró erradicar completamente el dengue del Paraguay, gracias a una campaña bien coordinada en la que se involucraron varias organizaciones e instituciones como Sumando, Decidamos, la Pastoral Social y algunos ministerios. En ese tiempo, no se registró ningún caso de dengue ante una situación exactamente igual a la de ahora.
Esto significa que la batalla no está perdida y si se logró vencer una vez al mosquito, es posible hacerlo otra vez.
Por Cristian Cantero
por Andrés Granje
Nuevamente el dengue hace de las suyas en el comienzo de este mes de
enero, causando estragos en la población y llevando a la muerte a
compatriotas, algunos muy jóvenes, como la primera víctima, una
muchacha de Villa Elisa, como casi siempre las autoridades y vecinos
antes que prevenir el mal, limpiando las casas y preparando los
centros sanitarios para la epidemia en ciernes, se dedicaron a tratar
de deslindar responsabilidades, sacándoles la nalga a la jeringa como
se dice normalmente. Así el ministro de Salud responsabilizaba a los
municipios, los municipios al ministerio de salud por entender que es
una cuestión de salud pública y también a los vecinos amantes de la
suciedad que no limpian su entorno acquainted.
En verdad la culpa es de todos desde el Ministerio de Salud, que
demostró una parsimonia increíble que como resultado dio la muerte
de la primera víctima de Villa Elisa por falta de una elemental
asistencia primaria de salud, fue varias veces rechazado el pedido de
internación de los familiares en el centro de salud native, obviamente
de las comunas que no cumplen su rol de aseo urbano con prontitud y
esmero y especialmente de la ciudadanía, los vecinos que en una
actitud irresponsable, casi suicida, no limpian sus casas, sus barrios
al menos el entorno mínimo de sus hogares, como sus propios patios y
veredas para de esta manera prevenir lo que constituye un verdadero
flagelo para nuestro país, además es tan reiterativo y cíclico que
debiéramos ya encontrar la fórmula para combatirlo con éxito.
Nos quedamos con las expresiones de la Dra. Nidia López directora del
COMUEDA de la Municipalidad de Asunción que en su momento fue víctima
del dengue, recordando lo que padeció, esta profesional dijo, es lo
mas asqueroso que le puede pasar al ser humano, es tan doloroso, le
duele a uno todos los huesos, cuando lo padecí, creí morir, yo no sé
cómo la gente que alguna vez haya pasado por esto, se puede olvidar
con tanta facilidad del dolor y la angustia que provoca el mal y
permiten que la suciedad y la falta de higiene siga enseñoreándose en
nuestras casas y en nuestros barrios”, esta situación es una muestra
de la insensatez de la gente que aun sabiendo toda la molestia que
genera el mal, cree que no habrá una segunda vez, siempre más grave
que la primera que sus familiares no puedan pasar por lo mismo que
les tocó.
La administración comunal de Asunción realiza limpiezas compulsivas de
casas abandonadas baldíos que son criaderos de dengue en la capital,
el sábado realizó dos intervenciones en el Barrio Jara, lo curioso es
que las dos propiedades pertenecían a un solo dueño y estaban ubicados
a cuadras de distancia, el propietario sería Ricardo Gallardo Ledesma,
lo llamativo es que estos predios están ubicados en una zona
residencial de Asunción a metros de una universidad privada
importante, los vecinos en el momento de la intervención al par de
manifestar su agradecimiento por el operativo, señalaban que este
señor posee mas de cincuenta propiedades en la zona, con fines
especulativos, muchos de los cuales están en situación de abandono,
esto es la cima de la irresponsabilidad ciudadana, que debe ser
castigada con penas carcelarias , no existe otro camino posible ante
tanta falta de conciencia y sensibilidad social.
Si las municipalidades exigen, también tienen que cumplir
La Municipalidad de Asunción, de acuerdo con lo que le faculta la ley, empezó a entrar en propiedades privadas para limpiar los baldíos cubiertos de malezas. Esa medida period impostergable, porque apelar a la voluntad de los propietarios, en muchos casos, es inútil. Es necesario, sin embargo, que a la par de exigir a los demás el cumplimiento de las disposiciones que tienen como objetivo combatir al mosquito transmisor del dengue, para que no contraiga y disemine la enfermedad, sea responsable y elimine la basura depositada en espacios públicos. Es incoherente que pida a los vecinos higiene, si ella misma no adopta medidas para retirar los desechos de las calles. Lo que vale para la Capital, debe tener también vigencia para los municipios del Departamento Central y otros.
Aunque de modo tardío, la Comuna asuncena decidió hacer uso de las facultades que le otorga la ley y entró a la fuerza a un baldío convertido en yuyal en el barrio Herrera. Es obvio que solo de ese modo los vecinos se verán libres de la amenaza de criar mosquitos de ese terreno que pertenece a alguien que no respeta la salud de sus semejantes.
Quedando claro que esa forma de resolver lo que los dueños de predios no lo han hecho -pese a las recomendaciones y advertencias- period lo esperado hace tiempo, es necesario, sin embargo, resaltar la incongruencia entre lo que hace la Municipalidad con los propietarios individuales y la basura depositada en veredas y calles.
El pasado martes 8 -con fotografías sacadas el día anterior-, Última Hora publicó imágenes de sitios públicos donde los barrenderos y los recolectores de desperdicios no habían llegado.
Tres días después, en un recorrido de verificación para constatar si las inmundicias habían sido retiradas por el servicio municipal, quedó constatado que la basura continuaba atrayendo moscas, criando mosquitos e invitando a alimañas, salvo en una esquina.
De este modo es imposible avanzar. Si la institución encargada de exigir a los ciudadanos que mantengan limpios sus patios que desmalecen sus propiedades no construidas no cumple su obligación de limpiar con eficiencia la ciudad que administra, el fracaso es lo más seguro. Ello implica que quien ganará la batalla es el Aedes aegypti y no las personas deseosas de mantenerse al margen de la picadura del mosquito, que hasta puede ocasionar la muerte.
Esta situación de incoherencia que se plantea con la Municipalidad de Asunción también se da en algunos municipios del Departamento Central y en otras regiones del país. Por un lado se presiona a los propietarios de casas y baldíos -medida necesaria-, pero por otro las comunas incumplen su responsabilidad de mantener los espacios públicos en condiciones de higiene y limpieza.
Lo que se deduce de todo esto es que todavía falta mucho para que autoridades y ciudadanos tengan conciencia acerca de la necesidad de mantener limpias las ciudades. No está internalizado por todos la thought de que cada sector tiene que cooperar con eficacia para conseguir el bien common.
Es llamativo que ni siquiera la amenaza de cárcel, tanto para las autoridades que no cumplen con la obligación de adoptar las medidas necesarias para mantener limpios los espacios públicos -y también los privados- como para las personas que se niegan a permitir el ingreso de los que verifican el estado de higiene de los domicilios particulares, sirva de instrumento eficaz para alcanzar el objetivo que se busca.
Solo si hay coherencia entre lo que una institución exige a los contribuyentes y lo que ella misma hace en favor de ellos, se puede avanzar de manera decidida en la lucha contra el dengue. De lo contrario, gran parte del esfuerzo será vano.
Por Higinio Ruiz Díaz, ABC Colour.
La inconsciencia ciudadana y la desidia de las autoridades comunales hacen una combinación legal, mucho más peligrosa que el dengue que se cobró varias víctimas fatales. Durante las mingas realizadas en los municipios de diferentes puntos del país se pudo detectar gran cantidad de criaderos del Aedes aegypti en las casas, en las calles y en los baldíos.
La limpieza de las viviendas es cuestión de delicadeza, no es necesario que haya una amenaza del dengue para empezar a vivir en un ambiente sano. La suciedad propicia muchas otras enfermedades y no solo el dengue.
El miércoles 9 de enero se realizó una minga ambiental en la ciudad de Villa Elisa y a tan solo tres cuadras de la Municipalidad fue hallado un potencial criadero del mosquito transmisor de la enfermedad. Grande fue la sorpresa cuando al preguntar a quién pertenece el predio, me dijeron que es del hermano del presidente de la Junta Municipal, Ricardo Estigarribia (ANR).
La misma semana en que la Municipalidad lanzó advertencias a toda la ciudadanía para empezar a limpiar sus viviendas, a tres cuadras de la sede comunal, el hermano del titular de la Junta Municipal tenía un minivertedero, con botellas rotas, latas y varios otros recipientes que son potenciales criaderos del mosquito.
El predio donde funciona una lomitería y una cancha sintética, por lo tanto muy concurrido, está rodeado de malezas. Se espera que la comuna aplique la multa establecida.
Más de 500 casas cuentan con criaderos del mosquito y esta cifra pone en evidencia la inconsciencia de la ciudadanía. Lastimosamente, si no tomamos en serio el problema del dengue seguirá muriendo gente.
La ciudadanía debe empezar a limpiar la casa, pues la única arma para combatir el mal es la limpieza, la eliminación de los criaderos.
Toda la ciudadanía se debe unir en la lucha para erradicar este mal, que no respeta edad ni clases sociales. No es correcto depender solo de las autoridades comunales y sanitarias.
Por Aldo Rojas Cardozo, ABC Color
El jueves 10 de enero se informó que hay tres muertes confirmadas del dengue y cuatro sospechosas en lo que va del año, es decir, en diez días. La cantidad de víctimas de la enfermedad es alarmante y además se hablaba de un registro superior a 1.600 personas con síntomas del mal en tan poco tiempo.
En Concepción muchas personas que presentaron síntomas de la enfermedad están siendo atendidas en Asunción. Las instituciones encargadas de prevenir el mal realizan tareas de limpieza y de concienciación, incluso se acoplan otras instituciones para ayudar a combatir contra el aedes Aegypti, pero parece incontrolable.
Las campañas de limpieza, los rastrillajes y las mingas ambientales para eliminar los criaderos del mosquito transmisor del dengue habrán ayudado a que las víctimas del mal sean menos. Sin embargo, evidentemente algo falla.
En los rastrillajes y en las mingas continúan encontrando criaderos en las casas, los baldíos siguen sucios. Muy pocos vecinos se comprometen verdaderamente en el combate a la enfermedad.
Los casos de personas con cuadros febriles son atendidos a diario en los centros médicos de todo el departamento, muchos pacientes optan por trasladarse a Asunción para un mejor tratamiento.
Es casi común que en cada casa dos hasta tres personas al mismo tiempo estén enfermas de dengue.
Esto hace deducir que hay una tremenda irresponsabilidad de la población. Irresponsabilidad prison porque el dengue ya mató a mucha gente.
Es inexplicable la indiferencia de muchas personas, familias enteras, mientras el mal continúa avanzando, matando a gente, sin distinguir edad, sexo ni estrato social. Todos los años se repite lo mismo en esta época; se realizan muchas charlas en los colegios, se utilizan los medios de comunicación para advertir sobre el peligroso del Aedes aegypti, pero la población no reacciona. Si continúa esta desidia, el mosquito tiene la lucha ganada.
Los inmortales
Alguna vez habrá escuchado hablar de Gilgamesh, el inmortal. Period un rey de la antigua Mesopotamia que ansiaba vivir para siempre. Un día, en la ficción de la historieta creada por el correntino Lucho Olivera y guionada en un momento dado por el caazapeño Robin Wooden, alcanzó su sueño.
Desde entonces aquel rey sumerio vivió sin el asedio de la muerte aunque sí de la vida, paradójicamente. Ninguna flecha enemiga ni ningún veneno agazapado en la burbuja cautivante de una bebida le hacían pasar por lo que es un trance ineludible para todo humano.
En nuestro país, sin la espectacularidad del personaje de leyenda primero y de ficción literaria después, hay muchos Gilgamesh. Son aquellos que se creen inmortales y cruzan campantes los vientos. Consideran que los demás son los que están amenazados con ese destino inexorable cuyo capítulo last es un cajón de madera y el inicio del olvido perpetuo.
Allí están los Gilgamesh que viven rodeados de latas, ruedas y botellas llenas de agua diáfana. Sus patios son unos matorrales de dos metros de altura con el agregado de la basura diaria que puebla su sombra.
Se ríen del dengue. Los mosquitos Aedes aegypti les zumban en los oídos advirtiéndoles que en 15 días más pueden ser los ocasionadores de un ñembo’e paha.
Escuchan también las recomendaciones bilingües del Ministerio de Salud Pública.
Los consejos, sin embargo, les entran por un oído y les salen por el otro. ¿Para qué hacerles caso si ellos son inmortales? Morirán el vecino y la señora de enfrente, pero a ellos no les alcanzará el látigo implacable de la muerte.
Algunos de los que se tras- ladan de un lugar a otro en motos también forman parte de la lista de Gilgameshes locales. Piensan que los que terminan con el cuerpo inerte tapado con una sábana blanca sobre el negro asfalto van a ser siempre otros.
Por eso beben hasta morir. Les asiste la certeza de que empezarán a liberarse de la resaca en alguna mullida cama y no debajo de las barbas de San Pedro junto al tridente del Príncipe Caído.
El listado de los que se creen inmortales puede continuar con los que van a a hundred and eighty kilómetros por hora en las rutas, los que se tiran a aguas cuya profundidad desconocen y los que comen grasa de origen animal como si el colesterol taponara solo las arterias de los mortales.
Si estos Gilgameshes vivieran en una isla en una bur- buja sin que su conducta afecte a los que no son como ellos, no habría inconvenientes.
El problema es que su inmortalidad mata a otros
Por Mario Rubén Álvarez
No hay mucho que decir sobre le tema ya que hace mucho tiempo venimos hablando hasta el cansancio sobre le combate que se hace sobre el mal del dengue. Combate que incluso da risa por la falta de verdadero interés que se pone no solo por parte del gobierno si no de la propia ciudadanía.
En lo que va del año se ha cobrado three vidas y solo estamos a diez días de haber iniciado este 2013. Cuantas más vidas se tiene que sumar a la lista por no tomarnos un tiempo en combatir todos juntos este mal que no perdona clase social y te puede tocar a vos que estás leyendo estas líneas.
El gobierno no puede solo y tampoco se le puede pedir que entre casa por casa a limpiar nuestras porque esa no es su tarea. Ahora si debemos exigir que coordine una campaña nacional del combate con todos sus recursos posibles utilizando los medios públicos, la secretaria de emergencia nacional, el ministerio de salud y demás actores que puedan ayudar a erradicar este mal.
No permitamos que el mosquito gane este partido y se siga cobrando vidas porque no seria justo que por 30 minutos de limpieza podemos asegurarnos una larga vida la de uno, los suyos y el resto de la ciudadanía. Estamos en el entretiempo y esperemos, asi como esos equipos que están perdiendo, podamos cargarnos de energía y ganar este partido por el respeto de los ciudadanos caidos.
Creo yo, no les parece?
Juan Pablo Fernandez
Iván Allende, exdirector de Vigilancia de la Salud, restó responsabilidad al Ministerio sobre la epidemia de dengue. Es consecuencia de nuestro sistema urbano”, aseguró.
De 7 millones de habitantes, más de 2,5 millones, residen en el Área Metropolitana. Una zona sumamente cargada de personas, para un superficie que si bien es amplia, no cuenta con los servicios necesarios para sostenerse.
En ese punto está la clave de la epidemia de dengue. Así al menos lo entiende el doctor Iván Allende, anteriormente director de Vigilancia de la Salud, hoy en carpas políticas de la izquierda y enfrentado totalmente con quienes forman parte de este gobierno.
Pero la ideología no influye en este caso. Allende considera que lo que sucede con el dengue es sencillamente la consecuencia de ciudades no planificadas”.
Que millones de paraguayos tengan deficiencias en los servicios de agua potable de recolección de basura, dan pie a situaciones que desencadenan en una epidemia de dengue.
Salud Pública no puede de forma exclusiva contener una epidemia”, afirmó Allende. Esta postura es compartida desde el Ministerio y el Gobierno, desde donde hacen un llamado a la ciudadanía en basic para colaborar con la limpieza y eliminación de recipientes que puedan ser foco de proliferación del mosquito Aedes Aegypti, transmisor del dengue.
ALERTA EPIDEMIOLÓGICA
El Ministerio de Salud declaró alerta epidemiológica este martes ante la altísima posibilidad de una epidemia de dengue con casos graves y alta tasa de mortalidad. Además de una fallecida el fin de semana, solo en las últimas forty eight horas ingresaron más de four hundred enfermos de dengue al sistema sanitario, con un total de 14 internados en terapia intensiva.
Con la declaración de alerta, todos los organismos estatales deben responder ante esta disaster, lo que Allende considera grave, ya que para mitigar el impacto del dengue, solamente se requiere solidaridad ciudadana”. Ese punto parece estar lejos de la posibilidad actual incluso de la experiencia, por lo que desde el Ministerio Público se repite la advertencia de parar en la cárcel si no se colabora con la limpieza.
Lo claro es que la enfermedad repetirá su ciclo año a año y que el 2013 servirá para la estadística a la espera de medidas preventivas para el 2014. La recomendación más importante de Allende además de la limpieza, pasa por la de que quién tenga síntomas de la enfermedad recurra de manera precoz y oportuna, posibilitando a los equipos médicos un trabajo de contención del avance del problema de salud viral.
Posiblemente la salud pública -al igual que la cultura, la comunicación pública y la democracia- haya sido una de las grandes perdedoras como derivación del golpe parlamentario de junio de 2012.
No es desconocido que los retrocesos sufridos en el sector son muy sentidos en las capas más desfavorecidas por la mala distribución de los ingresos y las riquezas en el país.
Hasta lo poco que se garantizaba, como un derecho, no como dádiva, quedó en la nada. Aquella thought, que subsiste incluso en algún sector de médicos lucrativos, de que la salud es para quien la puede pagar, sigue muy vigente. Si no tenés, te morís, como decía un amigo indígena.
El débil y maltrecho sistema de salud pública está peor que antes. De hecho, a nadie escapa que en toda la estructura del Estado, tras el juicio político a Lugo, la parálisis se hizo cuerpo en casi todo. Así como tampoco es desconocido que asumieron personas que solo ejecutan tareas en mayor medida para tener buena prensa, sin que eso signifique cambios sustanciales y transformadores que beneficien a la población.
El dengue es una muestra de lo que está pasando. Sin restar responsabilidad a quienes antes administraban la salud pública, la desidia de la precise ya merece una interpelación.
Con un antecedente de 70 muertes por causa de la picadura del mosquito en el 2012 y más de 35.000 enfermos en todo el país; a diez días de haber comenzado el 2013 ya están oficializados 2 fallecimientos (y hay un tercero a confirmar) y unos 3.000 afectados. Estas cifras no hablan precisamente de una buena gestión sanitaria.
La desarticulación de importantes sectores en instancias estatales comienza a evidenciar deterioro, a causa de la irresponsabilidad e improvisación del Gobierno.
Desde el Ejecutivo no hay una política clara de prevención y combate al dengue. Si bien el ministro es un reconocido infectólogo, eso no es garantía de buen gerenciamiento y menos de resultados efectivos beneficiosos a la mayoría.
Ya hay una experiencia suya con resultados mediocres cuando en el 2008 el gobierno colorado de Nicanor Duarte Frutos lo designó especialmente para hacer frente a la epidemia de fiebre amarilla. Se había comprometido por 21 días y luego se retiró anunciando que quería dedicarse a la actividad privada.
El problema que se presenta con el dengue y la falta de respuesta efectiva y eficaz es un síntoma. Síntoma de que la prioridad no parece ser la salud de la gente.
El ocupante del Ejecutivo prefiere desarrollar actividades efectistas que le permitan figuración mediática como las innumerables paladas iniciales”, hasta de un alcantarillado”; y no realizar esfuerzos para mejorar el sistema de salud a fin de proteger a la población, más allá de la responsabilidad que también le toca al ciudadano.
Esta situación constituye, más allá del golpe político, un duro golpe contra la salud de nuestra gente.
Por Miguel H. López
Según ha anunciado el ministro de Salud Pública, Antonio Arbo, el gobierno nacional declaró la guerra a muerte al dengue”, ante el alarmante repunte de casos en los últimos días y el primer fallecimiento a causa de la enfermedad en lo que va del 2013. Las estadísticas muestran un incremento inquietante en el número de consultas por síntomas del dengue y, especialmente, de casos agravados que requieren de internación e incluso de terapia intensiva. Los índices de infestación larvaria -especialmente en Asunción y el Área Metropolitana, la zona más castigada- tienden a elevarse, con las condiciones favorables de calor y humedad para la reproducción del mosquito vector de la enfermedad.
Para empeorar las cosas, el serotipo que se encuentra en circulación es considerado muy dañino y agresivo, pero menos sin embargo que el que se halla en Brasil, adonde viajarán en la precise temporada de vacaciones cientos de miles de paraguayos. La posibilidad de que este serotipo ingrese a nuestro país con el retorno de los vacacionistas es evidentemente muy alta. El duelo verbal -con fuertes acusaciones cruzadas- entre el gobierno central y los gobiernos municipales que se responsabilizan mutuamente de la situación no contribuye en nada a afrontar con alguna esperanza de eficacia este grave problema de salud pública.
El Ministerio de Salud insiste, por su parte, en reclamar mayor severidad a la Fiscalía ante los dueños de propiedades que no se limpian y que pueden tener criaderos de mosquitos. En este sentido, la apuesta es a convertir el descuido y la falta de aseo de baldíos, terrenos y patios en un delito de acción penal pública”, con el fin de presionar a los propietarios. El panorama es crítico, en definitiva, y no existen indicios de que vaya a solucionarse a atenuarse en el corto plazo.
Lo que es preciso comprender en el caso del dengue es que ninguna medida acción por dura radical que pueda parecer servirá de nada si no se enmarca en una estrategia asentada en un enfoque comunitario. El trabajo con las comunidades, con los vecinos y sus organizaciones, tiene que ser el eje en torno al cual se estructure un plan de combate y erradicación del dengue con metas realistas en el corto, mediano y largo plazos. Los resultados positivos que se buscan no se alcanzarán exclusivamente a través de medidas de coerción sanciones.
El dengue plantea un desafío no solo en el tratamiento hospitalario de las personas afectadas sino sobre todo en la gestión de recursos, la articulación entre instituciones y la educación ciudadana. Es que la lucha contra esta enfermedad no puede ser realizada solo por profesionales médicos técnicos sanitarios sino que exige la participación directa y activa de la población. Son los vecinos, los ciudadanos comunes y sus organizaciones los protagonistas de las campañas.
El escenario de la guerra a este mal no está en los pasillos de sanatorios ni en las salas de hospital sino en las calles, los barrios y los espacios públicos. Sirven de poco los esfuerzos individuales -es inútil que una persona conserve limpia su casa y jardín si el vecino no hace lo mismo- y las acciones comunitarias y sociales son cruciales.
En el presente y el futuro próximo la lucha contra esta enfermedad ya endémica en nuestro país debe estar basada en la experiencia ya adquirida en los últimos años y en los éxitos alcanzados por otros países, debe ser elaborada y aplicada en conjunto por las autoridades locales y nacionales y por las organizaciones ciudadanas. Nuevas estrategias basadas en un enfoque comunitario es lo que el país necesita para avanzar en la lucha contra esta terrible enfermedad que costó la vida de más de 70 personas el año pasado.
¿Cuánto sabemos del dengue?
Villa Elisa, donde ocurrió la supuesta primera muerte del año 2013 a causa de esta enfermedad, hoy declaró asueto para que todos sus vecinos se aboquen a una minga junto a los funcionarios municipales. Una buena medida, pero insuficiente si se la encara una vez al año y cuando la enfermedad ya se ha cobrado víctimas.
Las mingas ambientales tendrían que ser realizadas por lo menos una vez a la semana. Y no sólo donde haya un índice de infestación tan alto como mortífero, sino como un hábito necesario para combatir a una enfermedad presente todo el año.
Como decíamos ayer en este espacio, cualquier campaña que se encare desde el Gobierno para combatir el dengue, debe incluir sí sí a la ciudadanía como protagonista principal. Y no solamente como la culpable” de la enfermedad que ya es endémica en nuestro país y cuya incidencia no paró ni siquiera en el casi inexistente invierno pasado. Si bien es cierto que la eliminación de los criaderos de mosquitos es la base principal de la lucha contra la causa de la enfermedad, tampoco es menos cierto que las autoridades nacionales y sobre todo las municipales de cada sitio del país, sólo parecen reaccionar del mismo modo que los señalados como puercos” ciudadanos indiferentes a las advertencias de Salud.
Multas más menos, días de cárcel amenazas sobre la gente, no tendrán el efecto a largo plazo, sino se quedarán en la solución de último momento, como parece ser que reaccionamos ante cada crisis. Por ejemplo, Villa Elisa, donde ocurrió la supuesta primera muerte del año 2013 a causa de esta enfermedad, hoy declaró asueto para que todos sus vecinos se aboquen a una minga junto a los funcionarios municipales. Una buena medida, pero insuficiente si se la encara una vez al año y cuando la enfermedad ya se ha cobrado víctimas. Las mingas ambientales tendrían que ser realizadas por lo menos una vez a la semana. Y no sólo donde haya un índice de infestación tan alto como mortífero, sino como un hábito necesario para combatir a una enfermedad presente todo el año.
La limpieza de calles y plazas debería ser una tarea routine -además de la recolección de residuos- para la cual se deben destinar recursos y sobre todo funcionarios de todos los municipios que habitualmente suelen abarrotar las oficinas sin mucho que hacer. También es importante que la ciudadanía se sienta convocada a ser parte de la solución y no sólo definida como un caso perdido” que no puede aportar más que más mugre a la ya existente.
La idea de involucrar a todos los actores sociales, incluidas las iglesias y templos de diferentes credos en la campaña antidengue, puede lograr lo que las amenazas no consiguen en una sociedad tal vez demasiado acostumbrada a que los que cometen actos contra la ley no tendrán castigo alguno. Es cuestión de darles a todos y cada uno un papel importante, generándole el interés por su propia existencia y la salud de los suyos.
Nadie cube que será una tarea fácil. Todos sabemos a diario cuánto cuesta llegar a cambiar una actitud modificar los hábitos. Sin embargo, valdría la pena seguir intentándolo a través de una campaña que clarifique cosas sencillas y útiles. Sería oportuno que se tenga en cuenta a nivel de salud, lo que la gente realmente piensa y cree sobre el dengue. ¿Estamos realmente bien informados hay confusiones sobre cuestiones básicas? ¿Tenemos clara la información sobre las medidas preventivas? ¿Sabemos informar con claridad confundimos a la gente con datos contradictorios? Algo estamos haciendo mal con respecto a la prevención del dengue y no sólo nosotros los ciudadanos debemos asumir las culpas de la desidia. Y llegar a la gente para que cambie su actitud es tarea de los que administran los diferentes espacios de poder, desde el Gobierno nacional hasta los municipios.
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¿LA PERSECUCIÓN PENAL DE EEUU Y BRASIL CONTRA NUESTROS CORRUPTOS QUÉ REPRESENTA?
¿EN QUÉ PERDEMOS EL TIEMPO LOS PARAGUAYOS?
El pedido de prisión a Horacio Cartes marca un desafío a la justicia, la política y el deseo de mejorar la imagen del pais hacia afuera. El control forestal es pobre, la deforestación zero existe en la ley pero no hoy capacidad de enforcement. La ejecución del presupuesto es clave para llevar adelante lo que dice la ley aprobada anualmente. El MEC y el MOPC solo llevan ejecutados un poco mas de la mitad asignada a obras.
La justicia institucional suele reflejar la realidad económica y social de un pais, para mejorar la primera hay que trabajar duramente sobre la segunda. Chile está desbordada por la violencia vandálica que pone en serio riesgo el futuro democrático del pais trasandino. El agua no es vista como un recurso vital sino como un negocio y como razon de pobreza margina y esto hay que cambiar.
Paraguayo Cubas era solo un síntoma del malestar ciudadano hacia las instituciones democráticas en el pais, no entender esto es tonto. La politica requiere reconstruirse en valores, no es posible que los cuestionados legales y éticamente sean erigidos en jueces de sus pares. Las universidades deben buscar financiación diferente a las establecidas en el presupuesto, deben vender servicios en forma de investigación.
calendario ✓
Escuche, vi y lei… ✓
Cuando ya no sabes que documentos te van a pedir que presentes…
Kekekeke….
José Orué CREARON UN MONSTRUO, él supo surfear entre la prensa y los enemigos más impulsivos. No hizo aliados para no deber a nadie. Hoy es un mito viviente… La Nación está de Luto, no por echarle a PAYO, sino porque rodaron exactamente donde él quería, un William Wallace PAYO CUBAS no tenía nada, ni electorado, ni estructura, ni siquiera gracia.. pero tuvo lo que a los demás le faltó, SABER MEDIR LA TEMPERATURA DE LA INDIGNACIÓN Y HARTAZGO SOCIAL. y justamente a esa gente ya indignada, como le vas a explicar que Portillo y Ulises se quedan? Tal vez como dicen algunos es la madre de todas las cortinas de humo de Cartes.. tal vez no.. pero rueguen ahora, oren, para que el mono de Payo no use su Gillette… por qué lo dejaron en medio de una de las más gigantescas incoherencias de la clase política.
En la zona del súper viaducto de noche operan unos borrachos obsesionados con el orden
No hay expedición sobre la cuestión de fondo. Lo que hace la justicia es decidir que puede comparecer en libertad mientras dure su proceso, no lo está declarando inocente. @pablovaldezpy Suspensión de pedido de captura de HC. Dice que la medida podría reactivarse si se comprueba que el ex pdte de la república cometió delitos de ‘jurisdicción’ en Brasil. Las cosas se resolverán en una audiencia posterior, en la que se substanciará el hábeas corpus planteado por la defensa de HC. Les soy muy honesto: el juez da un argumento que favorece a Cartes. Dice que su nombre en la agenda de Messer y que le haya dado 500mil U$S no es delito en Brasil, porque HC no es brasileño. Y agrega: HC no estaba en territorio brasileño. También alega que relaciones familiares de amistad no pueden ser penadas en Brasil, por lo que, el solo hecho de haberle dado dinero (a Messer) no ameritaría el pedido de su captura. Ahora habrá una audiencia en la que se resolverá si HC sigue no vinculado al proceso. Si se restituye no su pedido de captura. Es ahí que se resolverá el tema de fondo. Lo que pasó: SUSPENDER provisoriamente la captura.
-Qué soporífero cuando el periodista quiere mostrar que es más inteligente que su entrevistado. Si tal cosa es así, la gente se va a dar cuenta sola. Y para pico che Dios llaman a la gente, si al remaining vamos a escuchar lo que opina el periodista nomás? Che jukata chera’a. -Te sumo otro estilo: el periodista que le reta al entrevistado. Le llama básicamente para putearle, y al vapuleado entrevistado no le queda otra más que decirle: “Tenés razón es así mismo como decís”) -Además de eso, ahora volvió la moda de: ‘Te voy a llamar para que me digas lo que yo quiero escuchar’ (?) Peichaite kp
PGN 2020 (sin ajustes), de cada G. a hundred: G. 76 pagarían: • Salarios G. 24 pagarían: OBRAS • Infraestructura • Proyectos SALUD • Medicamentos • Sanatorios EDUCACIÓN • Escuelas • Capacitaciones La fórmula perfecta para perpetuar el subdesarrollo y el prebendarismo.
Cada vez que se acerca diciembre pienso. Cómo es que 3.000.000 de paraguayos se convocan a Caacupé por una solución mágica a sus problemas… Y no son capaces de convocarse por lo menos 1.000.000 de personas al congreso por soluciones reales a todos sus problemas…
Están los sujetos obligados que deben inscribirse. Las personas políticamente expuestas (PEP) por definición son consideradas de alto riesgo. Si bien los bancos son más controlados, otros actores como casas de crédito, car dealers, inmobiliarias,escribanos etc. están incorporados. El Estado impide que el ciudadano común acceda a: • Declaración jurada de bienes de funcionarios. • Registro de beneficiarios finales de personas jurídicas. Si no involucran a la sociedad civil, ¿cómo piensa el Estado combatir la corrupción y el lavado de dinero?
Paraguayos, República Muerte! Nuestro brío nos dió libertad; Ni opresores, ni siervos alientan. Donde reina unión, e igualdad.
admin ✓
Un aprendiz de todo, oficial de nada. Un humano más. Acá, allá y acullá. Hurgador de cosas cotidianas y trascendentes.
(laovejacien@)
como dijo… ✓
Además de limpiar a Payo, ANR, Llanismo y el soporte de los “políticamente correctos” PPQ, están desvirtuando la figura de la PÉRDIDA DE INVESTIDURA. Basic para limpiar el Congreso. La jugada fue doble, mientras en Diputados: INTOCABLES a pesar de prontuario.30/eleven/19
@CarlosGomezPy
El caso del senador Paraguayo Cubas no puede simplificarse en una discusión dicotómica y menos abreviada por un desafuero. No hay blanco y negro aquí, la situación es compleja porque gran parte de lo que dice es verdad, pero también es un legislador violento y xenófobo. No olvidemos que el expresidente Horacio Cartes, líder del Partido Colorado, tiene orden de prisión en el Brasil. La justicia paraguaya no acciona porque defiende a delincuentes y criminales, en detrimento de la libertad y la democracia.30/11 parafarmacia online/19
@EdQuintana
Expulsaron a Payo del Congreso. Unos bailan de alegría, otros se cortan las venas pues consideran una catástrofe para el país. Mientras, YO no OLVIDO que Cynthia Tarrago está presa en EEUU por lavado y Horacio Cartes tiene orden de captura internacional!30/11/19
@CardozoCaty
A Evo Morales le expulsaron de la Cámara de Diputados en el 2002. Después ya saben lo que pasó. (Por eso no le tenían que quitar del Senado ahora tiene casi 4 años para hacer campaña, maneja bien las redes sociales, consiguió lo que quiso salió como la víctima ahora se va a presentar como moderado, y con una buena alianza puede hacer la guerra)30/11/19
@diegomarini
Finalmente Cubas entenderá que para enfrentarse a ciertos grupos poderosos se necesita de una fuerte organización política con capacidad de movilización y convocatoria. Solo con las redes sociales no bastan.30/eleven/19
@HugoRicher_
Los senadores por ajustada mayoría han explotado el jati’i pero sus causas internas siguen agentes cancerígenos no pararán hasta lograr hacer metástasis en todo el cuerpo político. Cubas period sólo el síntoma y el Senado la enfermedad que lo alojaba. La purga espera.30/eleven/19
@benjalibre
Payo no es santo de mi devoción pero es sensacional como senadores colorados ahora dan cátedra de “uso indebido de influencias”. Bien defensores de corruptos cuando se trataba de González Daher, Víctor Bogado, Dionisio Amarilla, umia. Gran nivel de caradurez en el Congreso.30/11/19
@rickyalderete
Cuesta explicar que estar contra un golpe militar NO ES apoyar al presidente echado estar contra de un parlamento salvaje NO ES apoyar al senador echado. La ‘ficción’ política, así como el mejor cine negro, precisa ‘más allá del ‘black-or-white’, narrarse con sus tonos de gris.30/eleven/19
@martinessi
Si pueden sacar a un senador sin fundamentos, entonces también pueden Sacar a un juez corrupto Sacar a un fiscal corrupto Sacar a un ministro corrupto Sacar a un funcionario corrupto Sacar a un policía corrupto Si no lo hacen es simplemente porque no quieren hacerlo.30/eleven/19
@Bernacaba2016
No nos olvidemos de estos distraídos liberales: Enzo Cardozo (68.000 millones+3.000 millones), Pedro Milciades Duré (62.000 millones). Fernando Nicora (660 millones), Alberto Aquino y Carlos Portillo (por otros de$cuido$).30/11/19
@Aubar77
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