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Los Milagros, Signos De Dios El Blog De Mons. Roberto Bordi

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INTRODUCCIÓN
Lista de milagros del A.T. y del N.T. ……………………………………… 1 – 3
Los milagros, signos y causa de la fe …………………………………….. four – thirteen
Los milagros, signos del poder de Dios …………………………………… 14 – 23
Los milagros signos del amor de Dios …………………………………….. 24 – 32
Milagros eucarísticos ………………………………………………………… 33 – 40
Milagros y fenómenos paranormales……………………………………….. sixty two – 69
Milagros y ciencias …………………………………………………………… 70 – 78
Milagros y mundo actual …………………………………………………….. seventy nine – 88
Todo es milagro ………………………………………………………………. 89 – ninety seven
LISTA de MILAGROS EN EL A.T. y en el N.T.
MILAGROS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
El diluvio (Gn 7:8) – La destrucción de Sodoma y Gomorra (Gén 19:24) – La mujer de Lot se convirtió en una estatua de sal” (Gn 19:26) – El nacimiento de Isaac (Gn 21:01) – La zarza ardiente que no se consumen (Ex 3:three) – La vara de Aarón se convirtió en una serpiente (7:10-12) – Las diez plagas de Egipto: (1) aguas convertidas en sangre, (2) ranas, (3) piojos, (4) las moscas, (5) pestilencia, (6) sequía, (7) truenos y granizo, (8) langostas (9), la oscuridad, (10) la muerte de los primogénitos (Ex 7:20-12:30) – El Mar Rojo se dividió, Israel pasa a través de él (Ex 14:21-31) – Las aguas de Mara endulzadas (Ex 15:23-25) – El maná enviado todos los días, excepto los Sabbath (Ex 16:14-35) – El agua de la roca en Refidim (Ex.17:5-7) – Nadab y Abiú consumidos por ofrecer con fuego extraño” (Lev.10:1, 2) – Algunas de las personas consumidas por el fuego en Tabera (Num.eleven:1-three) – La tierra se abre y se traga a Coré y su compañía; el fuego y la plaga sigue en Cadés (Num.sixteen:32) – La vara de Aarón en Cadés (Num. 17:08) – El agua de la roca, golpeada dos veces por de Moisés, en el desierto de Zin (Num.20:7-eleven) – La serpiente de bronce en el desierto de Zin (Num. 21:eight, 9). Oráculo de Balaám habla (Num.22:21-35) – El Jordán de abre, por lo que Israel pasó por él con sandalias (Josh.3:14-17) – Los muros de Jericó caen (Josh.6:6-20) – El sol y la luna se paró; (Josué 10:12-14) – La fuerza de Sansón (Jueces 14-16) – El agua de un lugar hueco que está en Lehi” (Jueces 15:19) – Dagón cae dos veces delante del arca. Hemorroides entre los filisteos (1Sam.5:1-12) – Los hombres de Wager-semes heridos por mirar en el arca (1Sam. 6:19) – Tormenta causa el pánico entre los filisteos en Eben-ezer, ( 1Sam.7:10-12) – Truenos y la lluvia en la cosecha en Gilgal, (1Sam. 12:18) – Sonido en los árboles de morera en Refaim (2Sam. 5:23-25) – Uza herido por tocar el arca en Pérez-Uza (2Sam.6:6 7) – La mano de Jeroboám marchita. Su nuevo altar en Betel destruido (1Reyes thirteen:4-6) – La viuda de Sarepta: harina y aceite aumentaron (1Reyes 17:14-sixteen) – El hijo de la viuda se levantó de los muertos (1Reyes 17:17-24) – La sequía, el fuego, la lluvia por las oraciones de Elías, y Elías alimentado por los cuervos (1Reyes 17,18) – Los capitanes de Ocozías consumidos por el fuego cerca de Samaria (2Reyes 1:10-12) – El río Jordán dividido por Elías y Eliseo, cerca de Jericó (2Reyes 2:7; eight,14) – Elías fue llevado arriba al cielo (2Reyes 2:eleven) – Aguas de Jericó purificadas de la sal por Eliseo (2Reyes 2:21, 22) – Osos del bosque matan a cuarenta y dos jóvenes (2Reyes 2:24) – El agua suministrada para Josafat y el ejército aliado (2Reyes 3:sixteen-20) – El aceite de la viuda aumentado (2Reyes 4:2-7) – El hijo de la sunamita resucitado de entre los muertos en Sunem (2Reyes 4:32-37) – Curado del potaje letal con comida en Gilgal (2Reyes 4:38-forty one) – Un centenar de hombres alimentados con veinte panes en Gilgal (2Reyes 4:forty two-44) – Naamán curado de la lepra (2Reyes 5:10-27) – La cabeza del hacha de hierro flota en el río Jordán (2Reyes 6:5-7) – Los planes de Ben Hadad descubiertos; pensamientos de Hazael, and many others (2Reyes 6:12) – El ejército sirio afectado por la ceguera en Dothan (2Reyes 6:18) – El ejército sirio curado de la ceguera en Samaria (2Reyes 6:20) – Los huesos de Eliseo hacen revivir a los muertos (2Reyes thirteen:21) – El ejército de Senaquerib destruido (2Reyes 19:35) – La sombra del sol retrocede diez grados en el reloj de sol de Acaz (2Reyes 20:11th of September) – Uzías afectado por la lepra (2Crón. 26:sixteen-21) – Sadrac, Mesac, y Abdenago paseas ilesos en medio del fuego del horno, en Babilonia (Dan.3:10-27) – Daniel sale vivo de la fosa de los leones (6:sixteen-23).
LOS MILAGROS DE JESÚS.
Los milagros de Jesús recogidos en los evangelios pueden clasificarse en cuatro grupos: los exorcismos, las curaciones, la resurrección de los muertos y el management sobre la naturaleza. Se cuentas siete exorcismos: – del endemoniado de Gerasa (Mt eight,24-34), del mudo poseído (Mt 9,32-34), del endemoniado ciego y mudo (Mt 12,22), de la hija de la cananea ( Mt. 15:21-28 , Mc. 7:24-30 ), del niño epiléptico ( Mt. 17:14-21 , Mc. 9:14-29 , Lc. 9:37-43 ), el de la sinagoga en Cafarnaúm ( Mc. 1:21-28 , Lc. 4:31-37 ), de María Magdalena ( Lc. eight:1-three ). Cinco curaciones de paralíticos: el criado del centurión romano (Mt eight,5-thirteen; Lc 7,1-10); Un paralítico de Cafarnaúm ( Mt. 9:1-eight , Mr. 2:1-12 , Lc. 5:17-26 ). El hombre de la mano seca ( Mt. 12:9-14 , Mc. three:1-6 , Lc. 6:6-eleven ). La mujer encorvada en la sinagoga ( Lc. 13:10-17 ). El hombre que llevaba 38 años enfermo en la piscina de Betesda (Jn 5,1-18). Cuatro curaciones de ciegos: los dos ciegos de Cafarmaún (Mt 9,27-31). Bartimero de Gericó (Mt Mt. 20:29-34 , Mc. 10:46-52 , Lc. 18:35-forty three ). El ciego de Betsaida (Mc 8,22-26). El ciego de nacimiento en Jerusalén (Jn 9,1-forty one). Dos curaciones de leprosos: un leproso de Galilea (Mt 8,1-14; Mc 1,forty-45; Lc 5,12-sixteen). Los diez leprosos (Lc 17,eleven-19). Otras seis curaciones: la suegra de Pedro en Cafarnaum (Mt eight,14-15; Mc 1,29-31; Lc 4,38-39). La mujer con flujo de sangre ( Mt. 9:20-22 ; Mc. 5:25-34 ; Lc. eight:41-48 ). Un sordomudo en la Decápolis ( Mc. 7:31-37 ). El enfermo de hidropesía (Lc 14:1-6). La oreja de Malco (Lc 22:50-fifty one). El hijo del alto oficial del rey (Jn four,forty six-54). Diez milagros sobre la naturaleza: la tempestad calmada ( Mt. 8:23-27 ; Mr. four:35-forty one ; Lc eight:22-25 ). Jesús camina sobre las aguas (Mt 14,22-37); Mc 6,45-fifty two; Jn 6,112-21). La primera multiplicación de los panes y los peces (Mt 14,thirteen-21; Mc 6,30-44; Lc 9,10-17; Jn 6,1-14). La moneda en la boca del pez (Mt 17,24-27). Jesús secó a la higuera (Mt 21,18-22). La segunda multiplicación de los panes y de los peces (Mc eight,1-10). La pesca milagrosa (Lc 5,1-11). La transfiguración de Jesús (Mt 17,1-thirteen; Mc 9,2-thirteen; Lc 9,28-36). La conversión del pan y vino en el cuerpo y sangre de Cristo ( Mt. 26:26-29 ; Mr. 14:22-25 ; Lc. 22:19-20 ; 1ª de Corintios 11:23-26 ; 1ª de Pedro 1:sixteen-18 ). Conversión del agua en vino en las bodas de Caná (Jn 2,1-12). Milagros de resurrecciones: de la hija de Jairo (Mt 5,38-forty three; Lc eight,49-fifty six). De su amigo Lázaro de Betania (Jn eleven,38-44). El hijo de la viuda de Naim (Lc 7,eleven-17). La resurrección de su propio cuerpo (Mt 28,1-10; Mr sixteen,1-eight; Lc 14,1-12). Referencias de curaciones masivas: recorriendo Galilea (Mt 4,23-25; Lc 16,17-19). Al ponerse el sol (Mt 8,sixteen-17; Mc 1,32-34; Lc 4,forty-forty one). Junto al lago de Galilea (Mt 15,29-31). En el templo de Jerusalén (Mt 21,14-15). Cuando Jesús se retira con sus discípulos a la orilla del lago de Galilea (Mc 3,7-12). También son de suma importancia los milagros relacionados con la vida del Señor: – La concepción por el Espíritu Santo (Lc 1:35) – La transfiguración (Mat 17:1-eight) – La resurrección (Jn 21:1-14) – La ascensión (Lc 2:42-51).
LOS MILAGROS DE LOS APÓSTOLES
El milagro es «un hecho producido por una intervención especial de Dios, que escapa al orden de las causas naturales por El establecidas y destinado a un fin espiritual» (Dr. E.Cases). Es la manifestación de la presencia y la actuación de Dios en nuestra vida, en la historia y en la naturaleza. Los milagros son signos para suscitar la fe y la salvación; signos del poder y el amor de Dios. Los fines principales de los milagros son la manifestación de la gloria de Dios y el bien de los hombres. En el Nuevo Testamento se nombra a los milagros con cuatro términos griegos: – Semeion, un signo”, es decir, una evidencia de un mandato divino, el testimonio de un mensaje divino (Mat 12:38-39; 16:1 4; Mrc 08:eleven y Lc eleven:16 ; 23:08; Juan 2:11, 18, 23; Hch 6:08, and so on), una muestra de la intervención de Dios, el sello de un poder superior. – Terata, maravillas” (en latín miraculum” = admirable) que causan eventos y presagios que producen asombro (Hch 2:19). – Dunameis: fuerza” y poder sobrehumano (Hch 2:22; Rom;. 15:19 2 Tes 2:9.). – Erga: obras” de Aquel que es admirable en todo lo que hace (Juan 5:20, 36).
En el Antiguo Testamento los milagros son la prueba y demostración de la elección del pueblo de Israel y de sus patriarcas, profetas, jueces”, reyes y sacerdotes; y de la verdad de la Alianza con Dios; de la misión universal del pueblo de Israel como restaurador de las costumbres humanas y portador de las promesas de salvación para toda la humanidad. Y también la confirmación de la verdad de una misión divina, de una doctrina de fe la moral. Por ejemplo, fueron una prueba convincente de la misión de Moisés (Éxodo three:four); una manifestación a los pueblos que Jahveh es el único Soberano y Señor (Éx 10:2; Dt 5:25). Con milagros portentosos castiga al Faraón por negarse a obedecer sus órdenes dadas por Moisés y sancionadas por los milagros. Los milagros convencieron a la viuda de Sarepta que Elías period un hombre de Dios” (1 Reyes 17:24). Hizo que la gente gritaran en la disputa entre Elías y los profetas de Baal: el Señor es Dios” (1 Reyes 18:39). Convenció a Naamán a confesar que no hay otro Dios en toda la tierra, sino sólo en Israel” (2 Reyes 5:15). Llevó Nabucodonosor a promulgar un decreto público en honor de Dios después que los tres jóvenes salieron salvos del horno de fuego (Daniel 3); y a Darío a emitir un decreto a favor del Dios de Daniel, después de que salió vivo de la fosa de los leones (Daniel 5); and many others. En el Nuevo Testamento los milagros son probatorios de la identidad divina de Cristo y de su misión como Mesías y Salvador del mundo. Los milagros y los signos” que Jesús realizaba, están ordenados y estrechamente ligados a la llamada a la fe, como causa y como efecto; es decir por una parte la fe es requerida como condición para la realización del milagro; por otra parte el milagro provoca la fe de los testigos beneficiados.
Desde su primer milagro, realizado en Caná de Galilea, Jesús suscitó la fe: después de cambiar el agua en vino los discípulos creyeron en Él” (Jn 2,11). Al jefe de la sinagoga, Jairo, que había venido a suplicar que su hija volviese a la vida, Jesús le dice: No temas, sólo ten fe” (Mc 5,36). Cuando el padre del epiléptico pide la curación de su hijo, diciendo: Si algo puedes, ayúdanos…”, Jesús le responde: ¡Si puedes! Todo es posible al que cree” (cfr. Mc 9, 22-24). Tu fe te ha curado, le cube a la mujer que padecía hemorragias desde hacia doce años y que, acercándose por detrás le había tocado el borde de su manto, quedando sana (cfr. Mt 9, 20-22; Lc 8,forty eight; Mc 5,34). Palabras semejantes pronuncia Jesús mientras cura al ciego Bartimeo, que a la salida de Jericó, pedía con insistencia su ayuda gritando: ¡Hijo de David, Jesús, ten piedad de mi!; Jesús le responde: Anda, tu fe te ha salvado” (Mc 10,forty six-fifty two; cfr Lc 18,42). Lo mismo le cube al leproso samaritano que había vuelto a darle gracias: Levántate y vete, tu fe te ha salvado” (Lc 17,19). A los dos ciegos que lo buscaron para que les devolvieran la vista, Jesús les preguntó: ¿Creen que puedo yo hacer esto? – ¡Si, Señor! – Entonces hágase en ustedes según su fe” (Mt 9,28-29); y quedaron curados.
Cuando Jesús veía la fe, hacía el milagro. En Cafarnaúm sanó a un paralítico que descolgaron del techo delante suyo viendo la fe de la gente” (Mc 2,5; cfr Mt 9,2; Lc 5,20). A la Cananea le concedió lo que pedía, después de haberla puesto a prueba; la mujer manifestó con humildad e insistencia su fe; entonces Jesús le dijo: Mujer ¡qué grande es tu fe! Hágase contigo como tú quieres” (cfr. Mt 15, 21-28). El Señor alabó la fe del centurión romano y le curó a distancia el siervo enfermo; admirado por su fe dijo a los judíos: Les aseguro que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande” (Lc 7,9; cfr Mt 8,5-13.). En Betzáida resucitó a su amigo Lázaro por la fe de su hermana Marta: Yo soy la resurrección y la vida… ¿Crees esto? – Si, Señor, creo que tu eres el Cristo, el Hijo de Dios…”. Luego se hizo indicar la tumba y volvió a decir a Marta: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (cfr Jn eleven,20-forty four).
El Señor lamentaba la falta de fe en Él de parte de las autoridades religiosas, de sus paisanos, de sus parientes, y en ocasiones hasta de sus discípulos. Y apelaba justamente a sus obras” (milagros) como prueba de su mesianismo y de su filiación divina. A los fariseos, sacerdotes y escribas les dijo: Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, aunque a mí no me creen, crean por las obras; para que sepan y entiendan que el Padre está en mí y yo en el Padre” (Jn 10,37-38; cfr Jn 5,36; 10,25). Igualmente a los apóstoles: Créanme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, crean por las obras mismas” (Jn 14,11). No pudiendo negar esas obras”, sus adversarios las atribuyeron al príncipe de los demonios (cfr Mt 12,22-30). Cuando vieron que resucitó a Lázaro dijeron: ¿Qué vamos a hacer? Este hombre sigue multiplicando milagros. Si lo dejamos que siga, todos se irán detrás de él…”, y decidieron matarlo (cfr Jn 11,forty seven-50). Efectivamente Al ver lo que había hecho, muchos creyeron en él” (Jn 11,45); igualmente algún fariseo, como Nicodemo, quien fue a verlo en la huerta de los olivos y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él” (Jn three,2). Después de la resurrección también muchos sacerdotes creyeron en Jesús (cfr Hch 6,7).
El Señor se admiró por la falta de fe de la gente de su pueblo Nazareth, quienes se habían enterado de sus milagros; y les dijo: (cfr Mc 6,1-6; Jn 4,43). Algunos de sus hermanos” (parientes) tampoco creyeron en él, pues fueron a Cafarnaum a buscarlo para traerlo a casa, pensando que estaba trastornado: Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.» (Mc 3,21). A veces reprende también a los discípulos: Hombre de poca fe ¿por qué has dudado” le dijo a Pedro sacándolo del agua (Mt 14,29-31). A Santo Tomás, que se negaba a creer en la resurrección de Jesús, se le presentó, le hizo tocar sus llagas y le dijo: …No seas incrédulo. Has creído porque me has visto. Dichosos los que creen sin haber visto” (cfr Jn 20,19-31). Después de calmar la tempestad se dirigió a los apóstoles y les reclamó: ¿Por qué tienen miedo? Todavía no tienen fe?” (Mc cfr Mc 4,37-40). Cuando habló de la Eucaristía en Cafarnaúm varios discípulos lo dejaron porque no creyeron en sus palabras; Jesús se dirigió a los Apóstoles y les dijo: Ustedes también quieren irse?”. Pedro esta vez declaró su fe, como lo hizo también en Cesarea de Filipo (cfr. Jn 6,60-69; Mt 16,16).
Un día los judíos en Cafarnaum le preguntaron: > (Jn 6,30). Y eso que poco antes habían presenciado el gran milagro de la multiplicación de los panes. Ya había dicho en otra oportunidad: Si ustedes no ven signos y milagros, no creen” (Jn four,forty eight). Los signos” que lleva a cabo Jesús testimonian que el Padre lo ha enviado (cf. Jn 5, 36; Jn 10, 25); invitan a creer en Él (cf. Jn 10, 38); les concede lo que le piden a los que acuden a él con fe (cf. Mc 5,25-34; Mc 10,52; and so on.). Podemos creer en Jesucristo porque es Dios, el Verbo hecho carne, que vino a dar testimonio de la Verdad” (Jn 18,37). Los milagros refuerzan nuestra fe en Él; pero deberían bastarnos sus palabras, porque es Dios, la Verdad y la Vida, y es digno de confianza. El mismo Padre Celestial nos invita a creer en Él y escucharlo (Mc 9,7), porque es su Hijo amado (Mc 1,11). San Pedro afirmó: Israelitas, escuchadme: Dios acreditó ante ustedes a Jesús el Nazareno con los milagros, prodigios y señales que hizo por medio de él, como bien sabéis” (Hch 2,22). San Juan concluye su Evangelio diciendo: Muchas otras señales hizo Jesús en presencia de los discípulos que no están escritas en este libro; y éstas fueron escritas para que crean que Jesús es el Mesías, Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre” (Jn 20, 30-31).
De todo lo dicho resulta la gran importancia doctrinal de los milagros, especialmente en el Nuevo Testamento. Ellos tienen una relación esencial con la enseñanza y misión de Jesús de Nazaret; ilustran la naturaleza y el propósito de su Reino, y muestran una relación con algunos de los más grandes principios y doctrinas de su Iglesia. En los milagros a favor del siervo del centurión romano (Mateo eight) y de la mujer siro-fenicia (Mc 7), y de Cornelio (Hch 10), que eran paganos, muestra la catolicidad (universalidad) de la salvación de Cristo. Los milagros realizados en día sábado revelan su propósito, es decir, la salvación de los hombres; y quieren demostrar que el Reino de Dios pasa al pueblo de la Nueva Alianza, a la Iglesia de Cristo. Los milagros demuestran también el poder de la fe y la respuesta dada a la oración. Con la resurrección de los muertos nos enseña que Él vino a dar la vida eterna a los hombres (Jn 11,25).
A los milagros en la Escritura se los llama con frecuencia obra de el dedo de Dios” (Ex. eight,19; Lc 11,20); la mano del Señor” (1Sam 5,6), la mano de nuestro Dios” (Esdras eight,31). El poder de Dios se muestra precisamente en los milagros, con que se manifiesta como Señor de la creación y de la historia, manejando la naturaleza y los acontecimientos de acuerdo a las leyes por Él establecidas, modificando su curso natural para lograr sus fines. Dios actúa personalmente por medio de instrumentos elegidos, hombres ángeles, a quienes confiere su poder. Los ángeles , por ejemplo, intervienen en la protección de los tres jóvenes en el horno ardiente ( Dan. three), en la liberación de San Pedro de la prisión ( Hch. 12). Entre los hombres , por ejemplo, Moisés y Aarón (Ex. 7), Elías (1 Rey. 17), Eliseo (2 Rey. 5), los Apóstoles (Hch. 2,forty three), San Pedro (Hch. three,9), San Pablo (Hch. 19), los primeros cristianos ( Gál. three,5).
15. (Jhon Driscoll).
Los apóstoles se admiraban del poder de Jesús. Cuando calmó la tempestad se preguntaron: ¿Quién éste, que hasta el viento y las olas le obedecen?” (Mc four,41). En el camino hacia la aldea de Emaús, los dos discípulos comentaron a su misterioso acompañante la crucifixión de su Maestro: Jesús de Nazareth que fue un profeta poderoso en hechos y palabras delante de Dios y de todo el pueblo” (Lc 24,19). Jesús al obrar milagros actuaba en nombre propio, afirmando su poder divino; Señor si quieres puedes sanarme – lo quiero, queda curado” (Mt 8,1-4); Joven, yo te lo digo, levántate. Y el muerto se incorporó y comenzó a hablar” (Lc 7,14-15). Al mismo tiempo Jesús actuaba en la más íntima unión con el Padre. A sus discípulos les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mt 28,17; cfr Apc 5,12).
Jesús tiene poder sobre su propia vida: El Padre me ama porque doy mi vida para recobrarla de nuevo… Tengo el poder para darla y para recobrarla; éste es el mandato que recibí de mi Padre” (Jn 10,17-18). Varias veces los judíos intentaron matarlo, pero Él les dijo: Destruyan este templo y en tres días lo levantaré de nuevo… Jesús se refería al templo de su cuerpo” (Jn 2,19-21). Tenía también el poder de dar la vida a los demás; así lo hizo con el joven de Naím, con la hija de Jairo, con su amigo Lázaro. No solo la vida física sino también la vida del alma: Así como yo vivo por el Padre, quien me come vivirá por mí” (Jn 6,fifty seven); Yo soy el pan de vida” (Jn 6,35); Yo soy la resurrección y la vida” ( cfr 1Jn 1,2).
Jesús tenía poder sobre la naturaleza: caminó sobre las aguas; calmó la tempestad; causó una pesca milagrosa, multiplicó cinco panes para cinco mil personas; cambió el agua en vino en las bodas de Caná; secó la higuera estéril, sanó a los enfermos. Tenía poder para perdonar los pecados, cosa que estaba reservada únicamente a Dios: Para que sepan que el Hijo del Hombre tiene el poder de perdonar los pecados sobre la tierra… a ti te digo: (al paralítico) levántate, toma tu camilla y vete a tu casa” (Lc 5,24). Tenía poder y autoridad sobre los demonios. San Juan escribe que Jesús vino a deshacer las obras de Satanás (cfr 1Jn three,8; Mc 1,24). El mismo Jesús afirmó: Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera” (Jn 12,31). Los demonios le tenían miedo, le obedecían y se le sometían: ”El manda aun a los espíritus inmundos y le obedecen…” (Mc 1,27); Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios” (Mc 1,27).
Los Escritos del N.T. nos revelan que Cristo tenía el mismo poder del Padre. En efecto San Marcos afirma que Jesús después de hablarles, subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios” (Mc sixteen,19). San Pablo escribe a los Efesios que Dios resucitó a Jesús sentándolo a su derecha en el Cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y domi­nación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro” (Ef 1,20-23). Estar a la derecha de Dios significa estar a su altura, tener la misma dignidad, autoridad y poder. Jesús declaró que al fin de los tiempos vendrá desde los cielos para juzgar a todas las naciones: Verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes del cielo lleno de poder y gloria” (Mt 24,30; Lc 21,27); Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, acompañado de sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todos los pueblos se sentarán en su presencia…” (Mt 25,31 y sgs). En otro momento había dicho que el Padre le dio autoridad para juzgar, porque es el Hijo del Hombre” (Jn 5,27). Según la profecía de Daniel, el Hijo del hombre” es una figura mesiánica que vendría del cielo con todos los poderes divinos (cfr Dn 7,13.18.2227). Jesús se identificaba con este personaje trascendente (Mt 24,30; 26,sixty four; Mc 13,26; 14,62; Lc 21,27 and many others.).
En algunos casos no está claro si Jesús usó su poder divino simplemente su extraordinaria voluntad humana y su fuerte ascendencia sobre sus adversarios. San Juan cube que los judíos no pudieron arrestarlo: Intentaron arrestarlo pero nadie lo hizo porque todavía no había llegado su hora” (Jn 7,30.44; 8,20). Otra vez tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo” (Jn eight,59). Hay dos casos en que parece que se trata del ejercicio de su poder: 1.Cuando saca los vendedores del Templo, pues si no hubiera ejercido su poder divino, entre tantos lo hubieran linchado (Jn 2; Mt 21; Mc eleven; Lc 19); 2. El episodio de su escape de la turba hostil en Nazaret, cuando lo empujaron hasta el borde de un precipicio; pero de improviso se dio vuelta y se fue, pasando por medio de ellos sin que lo tacaran (Lc 4). Nadie podía nada contra Él, si no se lo permitía: Nadie me quita la vida; yo la doy por mi propia voluntad” (Jn 10,18). Cuando llegará su hora” se entregará voluntariamente. Incluso cuando vinieron a apresarlo en la huerta de los olivos, al escuchar su voz, cayeron de espalda; solo cuando se entregó pudieron con él (Jn 18,6).
Jesús manifiesta su poder también comunicándolo a sus discípulos, mejor, actuando por medio de ellos. Designó a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, Y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y echar a los demonios” (Marcos three:14-15; Mt 10,1); Estas señales acompañarán a quienes crean: expulsarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas; tomarán serpientes con sus manos y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y los sanarán” (Mc 16.17-18; cfr Mt 10,7-eight). Volviendo de una misión, los apóstoles le contaron entusiasmados a Jesús: ¡Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre” (Lc 10,17). Está claro que los discípulos hacían milagros, señales y prodigios” y echaban a los demonios en nombre de Cristo y con su poder. Pedro cube al cojo: En el Nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda” (Hechos 3:6)… y el hombre anduvo. A otro paralítico de nombre Eneas le dijo: Jesucristo te sana; levántate y toma tu camilla. Y al punto se irguió’ (Hech 9, 34). Cuando Pablo le ordenó a un demonio: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora” (Hechos 16:18).
Ya sea en el A.T. como en el N.T los milagros manifiestan el amor de Dios para los hombres. Para dar origen al pueblo elegido, Dios hace fecundos a Abraham y Sara, dos ancianos casi centenarios. Para liberar al pueblo de la esclavitud de Egipto envió a Moisés con el poder de hacer prodigios para que convenciera al faraón a dejar libre a su pueblo. Nuevamente interviene para abrir las aguas del Mar Rojo, para que pasen los israelitas, y juntando las aguas para impedir la persecución del ejército egipcio. En el desierto les provee de alimento (el maná, las perdices) y agua que hace brotar de una roca. Innumerables veces protege a Israel de los enemigos acompañándolo en las batallas, involucrando las fuerzas de la naturaleza, eligiendo hombres y caudillos valerosos. Muchas veces favorece y salva con milagros a sus fieles. He aquí unos ejemplos citados arriba. El Jordán abre paso para que el pueblo entre a posesionarse de la tierra prometida. Dios concede una fuerza prodigiosa a Sansón para defender al pueblo de los Filisteos. El profeta Elías es alimentado por los cuervos. La viuda de Sarepta fue premiada con abundancia de aceite y harina y con la resurrección del hijo. Los huesos de Eliseo hacen revivir a los muertos. Liberación sobrenatural del ejército de Senaquerib. Sadrac, Mesac y Abdénago salen ilesos del horno encendido, en Babilonia. El profeta Daniel en la fosa salvado de los leones and so forth.
En cuanto a los milagros de Jesús no son una exhibición de potencia, sino signos del amor de Dios que se cumple allí donde encuentra la fe del ser humano, explicó el Papa en una de sus catequesis. Jesús sólo usaba su poder sobrenatural para beneficiar a los que acudían a él con confianza. San Pedro afirma: Ustedes saben como Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, el cual anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hch 10,38). Los evangelios nos describen a Jesús siempre preocupado por el dolor, el sufrimiento, la exclusión, la injusticia, la dignidad de las personas. Nunca se muestra indiferente, tanto que asume todos los riesgos que conlleva el estar cerca de los impuros, enfermos, desvalorizados y pecadores, adoptando una actitud de compasión, benevolencia, misericordia y respeto. Su inmensa caridad lo llevó a dar la vida por las ovejas” (Jn 10,11).
Aun cuando con sus milagros quería suscitar la fe en su Persona como Hijo de Dios, sin embargo la finalidad principal period animar a todos para que lo aceptaran como el enviado de Dios que vino a ofrecer la salvación. Con sus milagros no se buscaba a sí mismo, sino a los hombres. No hacía alarde de su poder; no quería asombrar a los espectadores (cfr las tentaciones en el desierto: Mt four,three-11). No buscaba su gloria: Gloria de los hombres no recibo” (Jn 5,forty one). No utilizaba a los demás para hacerse propaganda, para su beneficio. No cobraba nada por sus curaciones milagrosas. A sus discípulos también, cuando los envió a predicar con su poder milagroso, les dijo: Habeís recibido gratis, dadlo free of charge” (cfr. Mt 19,7-15). Varias veces tomaba a parte a los enfermos (cfr Mc 7,36) los curaba y les recomendaba que no se lo dijeran a nadie; así con el sordomudo (Mc 7,36); así después de resucitar a la hija de Jairo (cfr Mc 5,43).
No quería publicidad ni crear falsas expectativas con respecto a su mesianismo; solo quería aliviar los sufrimientos de la gente y liberarlos del dominio de Satanás; hacer posible su unión y comunión con Dios para que gocen de la felicidad eterna. Signo de tal liberación eran los milagros que realizaba como Mesías. Cuando Juan Bautista mandó sus discípulos a preguntar a Jesús si period él el Mesías tenían que esperar a otro, el Señor contestó: Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son purificados, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia la Buena Nueva a los pobres y ¡felices aquellos que no dudan de mi después de haberme visto” (Lc. 7,21-23). Y la gente confirmaba la obra de Jesús: Llenos de asombro comentaban: todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos” (Mc 7,37; cfr Mt 9,32-33).
El Señor nunca usó su poder divino para castigar, ni defenderse a sí mismo vengarse de los enemigos. Cuando los Apóstoles Santiago y Juan intentan inducir a Jesús a que castigue con fuego del cielo” a una aldea samaritana que les había negado hospitalidad, El les prohibió decididamente que hicieran semejante petición. Precisa el Evangelista que, volviéndose Jesús, los reprendió” (Lc 9, fifty five). (Muchos códices y la Vulgata añaden: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del hombre no ha venido a perder las almas de los hombres, sino a salvarlas). Ningún milagro ha sido realizado por Jesús para castigar a nadie, ni siquiera los que eran culpables. Cuando Pedro cortó la oreja al soldado que puso las manos encima del Señor, Jesús lo reprendió y curo al herido (cfr Lc 22,fifty one)
El objeto principal de la predicación y la actuación milagrosa de Jesús fue el establecimiento del Reino de Dios. Desde el primer día de su vida pública iba diciendo: Conviértanse y crean en la Buena Noticia, porque el Reino de Dios está cerca” (cfr Mc 1,14-20). Al paralítico que bajaron desde el techo a sus pies, el Señor primero le perdonó los pecados, luego lo curó. A los judíos que no creían en él, los invitó a considerar sus milagros: Si yo echo a los demonios con el poder de Dios, significa que el Reino de Dios ha llegado a ustedes” (Lc 11,20). Y el Reino de Dios es Buena Noticia (Evangelio), porque es un estado de vida en que no se sufrirá más, pues El secará toda lágrima de sus ojos y ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto ni dolor” (Apc 21,4). A sus apóstoles les prometió prepararles una mansión en la casa del Padre, donde el gozo será perfecto” (Jn 15,eleven). Si amar quiere decir hacer el bien, entonces Jesús, quien nos ofrece el mayor bien, el Bien Infinito que es la unión con Dios, nos ama infinitamente.
La mayoría de los milagros de Cristo fueron obras de misericordia. En varias oportunidad el Señor manifestó su compasión por los sufridos, necesitados y pecadores que lo buscaban, y recurrió al milagro para aliviarlos y devolverles la salud, el perdón y la paz. Saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos” (Mt 14,14); luego multiplicó los panes para toda esa multitud. Cuando el Señor vio llorar a la viuda de Naim se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate” (Lc 7,thirteen-14). Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, queda limpio” (Mc 1,forty-forty one). En contra de la opinión de los sacerdotes y fariseos, Jesús curaba también en día sábado. A sus críticas les contestó: Yo les pregunto si está permitido en sábado hacer el bien el mal, salvar una vida dejar que se pierda” (Lc 6,9). Según San Mateo, Jesús les dijo: ¿Quién de ustedes si una oveja se le cae en un pozo en día sábado, no la saca? ¡Cuánto más vale el hombre que una oveja!” (Mt 12,eleven). En otro momento había dicho: El sábado es para hombre, y no el hombre por el sábado. Y el dueño el sábado es el Hijo del hombre” (Mc 2, 27-28).
Vamos a ver algunos otros milagros eucarísticos más significativos, que demuestran la presencia real de Cristo en la sagrada hostia. -1. La prodigiosa conservación contra toda ley física, química biológica de 133 hostias frágiles, consagradas el 14 de agosto de 1730 en la basílica de San Francisco de Siena, robadas con el copón de plata, que tres días después fueron encontradas en la alcancía de las limosnas de la iglesia Santa María de Provenzano. Examinadas por científicos en 1914 y 1922, fueron halladas todavía frescas, intactas, físicamente incorruptas, químicamente puras, y no presentan principio alguno de corrupción. Y así siguen manteniéndose hasta el día de hoy. – 2. Santa Clara de Asís, quien estando enferma y angustiada usó la custodia con la santa hostia para defender a su convento de los invasores musulmanes. De esta custodia salieron rayos de luz cegadores que hicieron retroceder a los atacantes. – three. El párroco de Albany (USA), llevando el Santísimo Sacramento para un enfermo, tuvo que parar de noche en un albergue por mal tiempo; al otro día continuó el camino olvidándose de la santa hostia, que dejó en el armario. Volvió angustiado a preguntar al hotelero si alguien había entrado en su cuarto. El le contestó: ¿Qué hizo usted en aquel cuarto, que no hemos podido abrir de ningún modo?… y la llave está en la cerradura. Y lo que es más, si uno mira por el agujero, aparece todo él iluminado”. El buen sacerdote, dando la vuelta a la llave, abrió sin la menor dificultad, y entrando cayó de rodillas ante el mueble que había servido de sagrario al Señor de Cielos y Tierra. Los del lodge, que eran protestantes, frente a tal milagro, pidieron ser católicos. El enfermo mientras tanto quedó perfectamente restablecido.
– four. Una niña angelical, la beata Imelda, ingresó en el convento de las dominicas, deseando consagrase totalmente al Señor. Tenía una devoción especial para Jesús Eucaristía. Pasaba horas delante del sagrario. Tenía un deseo inmenso de recibir la santa comunión, pero como tenía apenas 9 años, y en aquel tiempo no estaba permitido, el sacerdote siempre se la negaba. (P.Zacarías de Lloréns, en Flores eucarísticas). La beata Imelda es la patrona de las niñas de primera comunión.
– 5. Corría el año 1880, una pobre viuda, en San Luis (Mahón, España), desde hacía 20 años estaba enferma de estómago; luego quedó encorvada, quedando en cama durante ocho meses. En el día del Corpus Christi, pidió al párroco, Pedro Pons Bauzá, que la bendijera con el Santísimo Sacramento cuando la procesión pasaría delante de su casa. En el momento mismo de dirigirse el sacerdote con la Sagrada Hostia hacia la enferma, con gran sorpresa y admiración de la muchedumbre, se verificó el instantáneo prodigio de quedar completa y radicalmente curada de su doble enfermedad. – 6. En Lourdes se producen muchas curaciones milagrosas al momento de la procesión con el Santísimo Sacramento. He aquí un ejemplo. . (Revista Lourdes-Fátima; abril de 1984).
– 7. La ciudad de Avignón (Francia), en noviembre de 1433, fue inundada por las aguas del río Sorgue por las fuertes lluvias. Desde hacía doscientos años, el Santísimo Sacramento estaba perpetuamente expuesto en la iglesia de la Santa Cruz, para que protegiera a la ciudad de los herejes Albigenses, enemigos de los católicos, que negaban los sacramentos, especialmente la Eucaristía y el matrimonio. Los Penitentes Grises de la Orden Franciscana, que cuidaban la iglesia, estaban seguros se había inundado y decidieron ir allí para salvar la Eucaristía Cuando llegaron, en bote, descubrieron que el agua había subido hasta la mitad de la puerta de la entrada de la iglesia. Sin embargo, cuando abrieron la puerta, para su sorpresa, encontraron que el pasillo, desde la puerta hasta el altar, estaba completamente seco. El agua se había acumulado formando paredes de agua a derecha e izquierda del pasillo, como a cuatro pies de altura. Nuestro Señor Jesús, en la Hostia Consagrada en la custodia, permanecía regiamente sobre el altar, completamente seco. El hecho les hizo recordar el milagro del Mar Rojo (Ex.14,21).
– eight. Santa Giuliana Falconieri se distinguió siempre por ser una gran devota de la Eucaristía. En los últimos días de su vida, habiéndose empeorado la enfermedad al estómago, no podía ya recibir la Comunión. Antes de su muerte, en 1341, pidió una Hostia consagrada, la cual apoyó sobre su pecho. Mientras recitaba una oración, la Hostia desapareció dejando en cambio una huella de colour morado, como si se hubiera impreso. Fue beatificada en 1678 y canonizada en 1737. – 9. La Beata Emilia Bicchieri fundó la Tercera Orden Common Dominica, nutrió siempre un grandísimo amor por el Santísimo Sacramento. Un día, mientras se ocupaba de una hermana que estaba muy enferma, perdió la noción del tiempo hasta el punto de que la Santa Misa había concluído ya. No pudiendo comulgar, se lamentó ante el Señor porque no lo había recibido. En ese momento, un Ángel se le apareció milagrosamente y le dio la Comunión.
Innumerables son los milagros eucarísticos. Los que desean conocer más ejemplos, busquen en el sitio internet Los Milagros Eucarísticos en el mundo” y en otros sitios. Ahí encontrarán también la lista y el comentario sobre los santos y místicos de la Eucaristía, la Virgen y la Eucaristía, las comuniones prodigiosas. Es un inmenso material al alcance de todos, con el cual se puede fundamentar la presencia del Señor en la Hostia consagrada y los frutos de su gracia.
MILAGROS POR INTERCESIÓN DE LA VIRGEN
Antes de relatar algunos milagros, quiero aclarar que es inapropiado decir milagros de la Virgen”. Hay que decir milagros realizados por Dios por intercesión de la Virgen”. El milagro es exclusivo del poder divino; y la Virgen no es una diosa, sino una creatura humana amada inmensamente por Dios, por su perfección, por su santidad y por su gran amor a Dios. Nuestro culto a María no es de latría”, que se debe solo a Dios; sino de dulía”, es decir no de adoración, sino de veneración. La Virgen tiene un gran poder en el corazón de Dios, como lo demostró en las bodas de Caná, cuando Jesús por acceder al pedido de la Virgen, hizo su primer milagro, adelantándose a su hora”. Entonces podemos dirigirnos a María para pedirle que interceda por nosotros, con la seguridad que ella nos conseguirá de Dios grandes favores y grandes milagros, así como ocurrió muchas veces a lo largo de la historia cristiana. San Juan Bosco decía: ¡Confíen en María,y ya verán lo que son los milagros!” Veamos algunos ejemplos, entre miles y miles.
En el Santuario de Lourdes desde 1858, año de las apariciones a Bernardette Subiroux se ha investigado más de siete mil casos de milagros reportados, aunque solamente 69 han recibido la aprobación oficial del obispo native, pero sin negar los demás milagros. Eso indica la seriedad con que la Iglesia averigua la autenticidad de las intervenciones divinas. En 1956 el Sr. John Day estaba desahuciado por los médicos, pues tenía cáncer en los dos pulmones, el pericardio y el esófago lesionados. Su hermano Thomas, lo sacó del hospital y lo llevó a su casa, y cinco semanas después, alguien anunció que John no tenía más que tres cuatro horas de vida. John pidió que lo llevara a Lourdes. Él mismo cuenta: Dos personas me sostuvieron al borde de la piscina. Luego vino el choque físico del agua fría. Súbitamente me sentí curado. La sensación de cansancio desapareció en un instante y me encontré en mi estado normal. Había sanado. Quise salir por mi mismo de la piscina, pero quienes me atendían me lo impidieron. Me vestí sin ayuda de nadie, a toda prisa, y salí del recinto por mis propios medios, arrastrando la silla en que me habían llevado a aquel lugar”. Ocho diez días después volvía a estar en el aeródromo de Crydonx y dejaba desconcertado al aduanero que poco antes le había visto partir en una camilla.
Una anciana inglesa estaba cerca de la muerte. Por ser protestante, hizo llamar a un pastor. Este le rezó y luego le dijo: Señora, con tal que tenga fe, se salvará”. Pero la sirvienta, que era una irlandesa católica dijo: Señor ministro, Judas creía en la divinidad de Jesucristo y se condenó. El demonio también cree en Dios y sigue en el infierno”. Luego llamó a un sacerdote católico, el cual instruyó a la enferma, recibió su abjuración y le administró los sacramentos. Admirado el sacerdote de tan rápida conversión, le preguntó que había hecho para merecer esa gracia de Dios. Le contó que unos veinte años atrás había entrado por curiosidad en una iglesia católica donde estaban rezando el rosario, y le gustó el Ave María, especialmente la parte que cube: Santa María Madre de Dios, ruego por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”. LA anciana le dijo que desde entonces la había repetido todos los días. (Relatado por C. Abreola). La Virgen la premió por su devota plegaria.
Una joven ciega, llamada María Stardero, fue en peregrinación a la iglesia de Santa María Auxiliadora, en Turín, para pedirle la gracia de la curación de su vista. Después de una breve oración ante la imagen de la Virgen, fue conducida delante de San Juan Bosco. El santo le preguntó si los médicos la habían revisado. Ella dijo que sí, pero que no le habían dado ninguna esperanza; y se echó a llorar. Después de haberle preguntado si distinguía los objetos pequeños de los grandes, si veía la luz de la ventana, al recibir respuesta negativa, le dijo: ¿Quieres ver? – sí padre, necesito ver para buscarme la vida. – ¿Te servirás de tus ojos para bien de tu alma y no para ofender a Dios? – Si, lo prometo con todo mi corazón – Confía en la Virgen; ella te sanará”. Entonces con tono y ademán solemne le dijo: A gloria de Dios y de la Virgen Santísima, dime que tengo en mi mano – Veo… una medalla de la Virgen – ¿Y en este otro lado de la medalla que ves? – Veo a San José -. Extendiendo la mano para recibir la medalla, se le cayó al suelo, en un rincón de la sacristía. La misma joven por orden de San Juan Bosco la buscó y la encontró, demostrando estar perfectamente curada; y no volvió a padecer más de la vista. (De la Biografía y Escritos de San Juan Bosco. B.A.C. 1955).
Corre el año 1061. La joven Margarita, de Bilbao, hacía nueve años que estaba en cama, manca y paralítica. Ruega a sus padres la lleven al santuario de la Virgen de Begoña, y cuentan que hizo voto de perseverar ante su imagen sagrada durante nueve días. La víspera de la Asunción, fiesta principal de la Virgen de Begoña, comienza su promesa. En la noche del 17 de agosto, tercero de la novena, en presencia de la Virgen le sobreviene un sudor copiosísimo por todo el cuerpo, al mismo tiempo unos dolores muy agudos. Ella persevera en su oración y está gozosa en medio de su sufrimiento. Es que juzga que así va a obrar la bendita Señora el prodigio. Amanece; cesan los dolores; el sudor ha desaparecido; llena de alegría y agradecimiento se levanta. Usa de manos y pies con maravillosa agilidad, como si nunca hubiera tenido nada en ellos. Alarga su oración en acción de gracias a la Virgen por un beneficio tan extraordinario, con el corazón lleno de cariño filial hacia tan buena Madre.
Uno de los milagros más sorprendentes de la Virgen, fue la conversión de Laly, capitán de los Deux-Associés”, prisión flotante donde santos sacerdotes condenados a deportación encontraron la muerte. Laly fue uno de los más crueles perseguidores de los sacerdotes durante la época del terror” de la revolución francesa. Al terminar la persecución, Laly cayó en la más afrentosa miseria con su familia, execrado y rechazado por todos. A pesar de sus crímenes, un sacerdote lo ayudó muchas veces para sacarlo de su desesperación, pero él callaba respondía con insultos. Contra toda esperanza un día entró en la iglesia, se confesó, humilde y arrepentido, y declaró: Jamás aún durante mis grandes locuras revolucionarias, jamás dejé de rezar el Ave María. Se lo había prometido a mi madre en el momento de su muerte”. El Avemaría fue su salvación.
Muchos milagros se consiguieron invocando a la Virgen de Guadalupe. Pronto se convirtió en la amada patrona de México, de las Américas y las Filipinas. Los primeros milagros fueron las apariciones al indio Juan Diego, el brote de las rosas de Castilla en pleno invierno en el cerro Tepeyac, la impresión de su imagen en la manto del indígena, la curación del tío Bernardino. De ahí empezó una lluvia de gracias y milagros para todos los devotos de la Virgen. He aquí algunos milagros. – El cese de la epidemia de 1554, en la cual murieron doce mil personas; después de una gran procesión con la imagen de la Virgen, desapareció la epidemia. – En 1555, a un joven se le desbocó el caballo y fue corriendo sin freno en dirección al Tepeyac. Entonces se encomendó a la Virgen de Guadalupe y ella se le apareció. Su caballo se amansó y se inclinó ante ella. – En 1695, una peste llamada de tabardillo ” cesó después de una novena que le rezaron a la Virgen de Guadalupe. – En 1736 ocurrieron muchas calamidades en la Ciudad de México: una epidemia de fiebre tifoidea mató a más de 40,000 personas; hubo también un gran temblor; y en el mes de diciembre, azotaron varios huracanes. Frente a todas estas desgracias, las autoridades religiosas y civiles nombraron a Nuestra Señora de Guadalupe Patrona principal de la nación y el 12 de diciembre como fiesta principal. El decreto fue promulgado el 23 de mayo. Ese día no se reportó ya ningún difunto.
Muy llamativo es el milagro permanente de la conservación de la imagen original de la Virgen de Guadalupe. Hay varios detalles que son inexplicables desde el punto de vista pure y científico: la incorruptibilidad de la tela de 1531 (a los forty años debía haberse deteriorado por completo, y ya han pasado casi 500 años); los colorantes, según análisis científicos, no son ni vegetales, ni animales, ni minerales, ni sintéticos; no hay huellas de pincel; la ubicación de las estrellas del manto de la Virgen corresponden al día en que se apareció (12 de diciembre de 1531)… En las pupilas de la Virgen se ve, con el microscopio, la imagen de Juan Diego, del obispo Juan Zumárraga y de otras diez personas presentes: científicamente no se explica como en la pupila de siete milímetros puedan caber doce figuras humanas. La imagen no se destruyó cuando le cayó encima ácido nítrico en 1791; tampoco cuando le pusieron una bomba en 1921, mientras todo alrededor quedó destruido.
Por razones de espacio no puedo relatar más milagros de la Virgen. Solamente quisiera invitar a los lectores a leer la historia de los centenares de santuarios marianos en todo el mundo cristiano, entre ellos los más famosos, como Lourdes, Fátima, Guadalupe, Loreto, Ntra Sra. del Pilar, Monserrat, Pompei, Perpetuo Socorro, Maria Auxiliadora, La Salette, Czestochowa, etc cuidado del cabello.; y en nuestro país la Virgen de Copacabana, de Urkupiña, de Cotoca, de Chaguaya… Cada país católico tiene sus santuarios donde acuden miles de peregrinos para rezarle a la Virgen y dejarle sus ex-votos en agradecimiento a tantas gracias recibidas. Si no hubiera pasado nada, habrían desaparecido.
MILAGROS POR INTERCESIÓN DE LOS SANTOS
Milagro por intercesión de San Juan XXIII. Sor Caterina Capitani, cuenta ella misma que el 25 de mayo de 1966 debía ser el último día de su vida. Había sido operada dos meses antes por hemorragias internas. Sufría de una extraña enfermedad llamada estómago rojo”. La operación no había servido de nada. El médico que la cuidaba, le dijo que no llegaría a la tarde de ese día. Entonces invocó al Papa Juan XXIII para que le obtuviese la gracia de morir pronto. Sus hermanas estaban en la capilla, rezando al Papa Juan XXIII por mí. De pronto sentió una mano que tocaba su estómago. Se volvió y vio al Papa Juan, junto a su cama. Le dijo: Este milagro me lo habéis sacado del corazón. Ahora no temas, estás curada”. Se levantó de inmediato, comió con hambre; fue examinada y resultó que todo lo malo había desaparecido.
A la niña María Victoria Guzmán le diagnosticaron septicemia por causas desconocidas. El 8 de marzo de 1953 estaba agonizante, cuando de pronto abrió los ojos y empezó a moverse normalmente y a sentirse perfectamente bien. Todos los que la conocían empezaron a hablar de una resurrección, debida a la intercesión del siervo de Dios José María Rubio y Peralta (1864-1929), a quien su madre había invocado, colocándole a la niña una reliquia del mismo. El 10 de marzo le hicieron revisiones de management y no le encontraron ni rastro de su enfermedad anterior. Los médicos dijeron que la curación había sido completa, duradera e inexplicable científicamente
Peter Chungu Shitima, en 1994 desde Zambia viajó a Sudáfrica en busca de trabajo, que encontró en el oratorio de San Felipe Neri. En abril de 1996 se sintió muy mal, temblaba de frío y se le nublaba la vista. Después comenzó a tener dolores en los oídos. No podía comer casi nada, no podía tenerse de pie y adelgazó 20 kilos. En el hospital le detectaron que tenía SIDA en estado terminal. Los Padres y alumnos del oratorio comenzaron a rezar al beato Luis Scrosoppi por su curación y decidieron enviarlo a su patria para que pudiera morir al lado de su familia. El enfermo cuenta: Yo esperaba la muerte en cualquier momento, pero no moría. En el mes de octubre, mientras dormía con una medalla de Don Luis, agarrada a mi mano, soñé que el Padre David estaba a mi lado y que juntos estábamos asistiendo a la canonización de Don Luis Scrosoppi. Cuando me desperté en la mañana del 9 de octubre, me sentía muy bien. Le dije a mi hermana que quería comer, lavarme, vestirme e ir a la iglesia, y le conté mi sueño. Me levanté y podía tenerme en pie y comencé a caminar sin caerme. Entonces, comprendí que estaba curado. Me vestí y fui a la iglesia a agradecerle al siervo de Dios”. El 10 de junio del 2001, en la plaza de san Pedro, estuvo presente Peter Chungu para la canonización del beato Luis Scrosoppi.
El joven Giuseppe Montefusco en 1978 los médicos le detectaron una leucemia mieloblástica aguda. Uno de esos días, su madre vio en sueños a un hombre, que le cube: ¿Vas donde todo el mundo y no vienes a mí?”. A la mañana siguiente, se fue a la iglesia y una señorita, que vendía recuerdos, le muestra una imagen que correspondía al hombre del sueño. Period Giuseppe Moscati, médico, muerto en olor de santidad. Comenzó a llorar y a pedirle que sane a su hijo. Le llevó la imagen a su hijo para que la lleve con él. También le dio a tomar, con un poco de agua, un poco de tierra con sus restos, que venía en una reliquia, y él la tomó con fe. El joven Giuseppe cuenta: A las tres de la noche, me despierto. Los otros dormían y, entonces, veo que se abre la puerta y entra un médico con camisa blanca y me dice: – Tú estás bien, estás curado. Tienes que declarar el milagro- Me saluda y se va”. Contó lo ocurrido a su mamá y a los médicos, pero no le creyeron, porque ningún médico hacía visitas a las tres de la mañana, y en el hospital ningún médico iba con camisa blanca hasta el suelo; que no había ya ningún carrito de madera para llevar las medicinas como el que yo vi. Pero él estaba seguro que había sido el beato Moscati, que había sido médico. Al día siguiente, la leucemia había desaparecido.
fifty eight. La niña Amy Wall había nacido sorda en ambos oídos. En el día en que a la madre le informaron del diagnóstico, estaba viendo en la televisión un programa sobre la beata Katharine Drexel, fundadora de las Hermanas del Santísimo Sacramento. Estaban entrevistando a Robert Gutherman, sordo también, que contaba su curación milagrosa. La señora comenzó a rezar todos los días a la beata para que le curara a su hija, y le pasó su reliquia por los oídos. Su esposo, que era protestante, la miraba callado. Una semana después, en marzo de 1994, el Dr. Lee Miller hizo muchos exámenes audiométricos a la niña confirmó que había recuperado el oído; y dijo que en su opinión, ningún niño nacido con sordera bilateral de esa manera había recuperado el oído. La madre agradeció a la beata Katharine también por la conversión a la fe católica de su marido, después que la hija volvió a oír por su intercesión.
A la señora Maureen Digan, a los quince años le vino una enfermedad progresiva y terminal, llamada Lymphedima, la cual no tenía tratamiento. Maureen fue operada unas cincuenta veces sin conseguir mejorías. Estaban por amputarle una pierna. Una tarde su esposo Bob vió una película titulada La misericordia divina”. Entonces decidió llevar a su esposa en Polonia, para rezarle a Santa Faustina Kowalska, la mensajera del Señor de la misericordia. El 23 de marzo de 1981 Maureen se confesó después de muchos años, y le pidió ayuda a la santa. Luego oyó que en su corazón Sor Faustina le decía: Si me pides ayuda, yo te la daré”. De pronto, pensó que sus nervios se rompían; se sintió bien y vio que su pierna tenía su tamaño regular. Estaba curada. Al regresar a USA, donde vivían, fue examinada por cinco doctores independientes que la declararon completamente curada.
La niña Atzori nació muy prematura, a los cinco meses de embarazo de la madre, en 1986 Según los médicos no podía sobrevivir en absoluto. Tenía el tamaño de 30 cm de altura; pesaba 500 gramos, bajando luego a 410 gramos. Todos los bebés nacidos en esas condiciones morían inexorablemente a las pocas horas. Además tenía insuficiencia respiratoria con múltiples paradas respiratorias, doce de las cuales prolongadas, acompañadas de paros cardíacos. Había tenido grave osteoporosis con fractura espontánea del pulso izquierdo y grave infección estreptocócica. Tuvieron que alimentarla por vena umbilical, luego con sonda nasogástrica. Sus padres Pietro Atzori y Giovanna Caschili, habían acudido a la intercesión del beato Nicola de Gesturi (1882-1958), fraile capuchino muy conocido y muerto en olor de santidad. La niña empezó a recuperarse. A los cuatro meses ya pesaba 2100 gramos, con buenas condiciones generales de salud. Le siguieron haciendo exámenes a los 12, 18 y 24 meses de nacida. A los 3 años de edad y luego a los 10 años volvieron a examinarla: su curación fue completa, duradera y sin consecuencias negativas.
La señora Cirana Rivera Montiel tenía el síndrome Stein Leventhal, por lo que era estéril. El doctor Daniel Montes le dijo que tenía obstrucción tubárica bilateral y retroversión del cuerpo uterino; lo que significaba que no había ninguna posibilidad de tener hijos. Y aunque hubiera concebido, dada la malformación uterina, no hubiera podido llevar adelante el embarazo y le habría venido muy pronto un aborto. Durante siete años se sometió a algunas pruebas con la esperanza de tener hijos, pero no obtuvo resultado alguno. Entonces los dos esposos comenzaron a invocar al beato Rafael Guízar Valencia (1878-1938), que había sido obispo de Veracruz (México), donde se le tenía mucha devoción. Los dos esposos pidieron la oración de otras familias del Movimiento acquainted cristiano, al cual pertenecían. En mayo de 1983, ella quedó encinta. El 19 de febrero de 1984, Cirana dio a luz, mediante un parto normal, a un niño a quien llamaron Sergio, como su padre. El niño period, evidentemente su hijo, y no fruto de fecundación synthetic, pues también tenía la misma enfermedad genética BPES. Después de este hijo, no pudo tener más y todos los exámenes realizados manifiestan lo inexplicable humanamente de haberlo tenido. Incluso le volvieron las irregularidades anteriores.
MILAGROS Y FENÓMENOS PARANORMALES
Los racionalistas de todos los tiempos, negando a Dios y la realidad sobrenatural, niegan la realidad y la posibilidad del milagro. Otros, no pudiendo negar los hechos extraordinarios anómalos, afirman que todo se explica ( se explicará) con la ciencia, la psicología y la parapsicología, y que la creencia en los milagros es fruto de la ignorancia, credulidad, mentalidad mágica, supersticiosa y primitiva. Otros confunden fenómenos parapsicológicos con fenómenos sobrenaturales milagros. Entre los cristianos no católicos, hay quienes afirman que los milagros de la Virgen y de los Santos, son obras engañosas del demonio (lo mismo dijeron las autoridades religiosas judías de los milagros de Jesús…). Hay quien dice que todo es milagro, todo es manifestación de la gloria y del poder de Dios; y quien cube que nada es milagro, todo es pure. Todas las religiones incluyen en su historia y en sus enseñanzas los acontecimientos sobrenaturales y milagrosos. También ciertas corrientes espiritistas, mágicas, ocultistas, se ubican en la dimensión trascendente más allá de los fenómenos naturales. Los que niegan lo sobrenatural, luego con frecuencia creen en los poderes mágicos de los amuletos, en la mala buena suerte, en el horóscopo, en el destino; buscan la explicación en los ovni”, investigan sobre fantasmas, se lanzan a la caza de fantasías esotéricas y seudocientíficas.
Decir que no existe nada fuera de la dimensión natural conocida, y que la materia y la mente humana son la única realidad del universo, es una pretensión racionalista que los mismos científicos y filósofos de nuestros tiempos ya han abandonado, dejando abierta la posibilidad de la existencia de otras dimensiones de la realidad (Vea mi librito: Pensamientos 16: La otra dimensión”). Afirmada esta posibilidad, una vez que se ha registrado el hecho objetivo, cabe hacer un discernimiento serio en coordinación con teólogos, científicos, filósofos y psicólogos, para establecer si se trata de un fenómeno sobrenatural paranormal. Reducir todos los hechos milagrosos a la parapsicología a las leyes naturales, es prejuicio y falta de objetividad; es dar por descontado que todo es materia, que no hay nada más allá de la realidad física; es una afirmación gratuita, sin demostrarlo y en contra de los hechos.
La diferencia entre lo sobrenatural (milagro) y lo paranormal (natural) consiste en que lo primero supera las leyes ordinarias de la naturaleza, es trascendente y supone una intervención divina; lo segundo es inmanente y es producido por las fuerzas humanas de la naturaleza, conocidas desconocidas. Muchas veces lo milagroso excita utiliza los poderes parapsicológicos; pero no al revés. Por ejemplo un éxtasis religioso puede causar desmayo, levitación, insensibilidad física and many others.; las revelaciones proféticas pueden efectuarse por medio de la clarividencia la precognición de los sueños… Por eso a veces se confunde lo uno con lo otro. Pero Dios, creador de la realidad natural, puede servirse de las mismas energías y recursos para transmitir sus mensajes para producir efectos en beneficio de los que lo invocan. Los que niegan a Dios reducen todos los fenómenos al plano pure. Veremos que hay fenómenos que sobrepasan las leyes ordinarias de la física y de la química de los poderes humanos, y no será posible una explicación natural, aún con el mayor desarrollo de las ciencias.
Veamos una lista de fenómenos paranormales, algunos de conocimiento”, otros de efectos físicos”. >
Al segundo grupo, de efectos físicos”, pertenecen: (Juan David Moreno Cifuentes).
Los fenómenos paranormales no explican los fenómenos sobrenaturales. Recordemos que los primeros son inmanentes, naturales; aunque se salen de la norma por su singularidad, se los puede explicar con un estudio más aplicado, e incluso reproducir con experimentación. Los segundos son trascendentes, superan lo pure, y nunca tendrán una explicación racional científica, ni pueden ser reproducidos, porque van más allá de la capacidad y el poder humano, como por ejemplo la resurrección de un muerto, la precognición que supera los cuatrocientos años (las profecías bíblicas); la curación instantánea y completa de una cáncer maligno como ocurrió por invocación de la Virgen un santo; la reconstitución y recuperación de órganos y tejidos lesionados (no solo atrofiados paralizados); calmar una tempestad como lo hizo Jesús; la multiplicación de unos pocos panes para una gran multitud de gente; hacer retroceder un tsunami levantando el Santísimo Sacramento, como ocurrió en la isla de Tumaco, en Colombia; la floración de la nada de unas rosas de Castilla fuera de la estación climática, de un día para otro, como sucedió en Guadalupe; la aparición que provocó la conversión inmediata de San Pablo, gran perseguidor de los cristianos, en el camino hacia Damasco, etc.
Cuando se registran hechos prodigiosos que no tiene ni puede tener explicación científica y paranormal, habrá que pensar en otra causa, que puede ser muy bien posible. (pag. internet: Milagros fenómenos anómalos”).
Aunque algunos hechos considerados milagros podrían explicarse con factores parapsicológicos, como la sugestión, la hipnosis, la telepatía (comunicación distancia de pensamientos sentimientos) la ideoplastía (producción de figuras por el poder de la mente de una energía que sale del una persona), la paralgesia (insensibilidad al dolor) la transmisión del pensamiento and many others., sin embargo la intención, la finalidad y las circunstancias pueden manifestar la intervención divina, pues Dios Creador maneja todos los elementos de la naturaleza. Algunos afirman que Dios no puede actuar en contra de las leyes naturales que Él mismo ha establecido, para hacer un milagro, pues sería ir contra su propia voluntad y sabiduría. Pero nadie le impide suspender variar tales leyes de la naturaleza, sin destruirlas, para lograr sus propósitos; así como el hombre interfiere por ej. en la ley de gravedad con fuerzas mecánicas de movimiento, sin anular las leyes físicas existentes; solo dispone de otras fuerzas físicas para vencer la gravedad, que no queda anulada.
MILAGROS Y CIENCIA
Podemos afirmar con seguridad que los milagros son hechos reamente acontecidos y que exigen una explicación para ser reconocidos como tales, es decir como intervenciones divinas. No se pueden negar los hechos, pues son relatados y testimoniados por cristianos, judíos, budistas, islámicos e integrantes de todas las religiones, incluso por personas adversas a la religión. Sólo queda por aclarar si se pueden explicar con la psicología y la parapsicología, con las ciencias experimentales, y cuando son realmente milagros, es decir efectos de causas sobrenaturales. Hay filósofos y científicos que niegan los milagros, otros que los admiten. Albert Einstein afirma: Hay dos maneras de vivir la vida: una como si nada es un milagro, otra como si todo es un milagro”. La filosofía y la teología son competentes para juzgar la verdad no de los milagros, porque su campo de investigación es la trascendencia y la inmanencia, lo materials y lo espiritual, en sus causas, principios y fines. Mientras que la ciencia empírica, experimental, no puede decir nada en este campo, porque su objeto de estudio y sus instrumentos de investigación no son adecuados, pues lo espiritual y lo trascendente (Dios, el alma, lo sobrenatural) está fuera de su dominio y alcance. Sin embargo las ciencias empíricas pueden describir la realidad, los hechos, ofreciendo a la filosofía y a la teología el material de interpretación para sacar sus conclusiones. La filosofía y la teología se preguntan por qué” y para que”, el origen y la finalidad de los hechos y de los entes reales. Las ciencias solo describen y se preguntan como” son las realidades.
Aclarado esto, no tiene sentido que las ciencias afirmen nieguen la existencia de Dios y de los milagros. Por ejemplo las ciencias estudian el universo en expansión con sus leyes y estructuras y llegan a establecer que hubo un comienzo con el big bang”. En efecto calculan que la explosión se produjo hace quince mil y vente mil millones de años. Hasta ahí es su trabajo. La filosofía sacará la conclusión de que debe haber una Causa Eficiente” ( Creador) que haya dado la existencia a la bola originaria con sus leyes (porque de la nada no sale nada, y todo efecto tiene una causa) que explotó y empezó su proceso de expansión y la formación de los astros, planetas y galaxias. A pesar de todo, se toman en cuenta también las afirmaciones de los científicos (astrónomos, biólogos, físicos), sobre los milagros y los fenómenos sobrenaturales, pero no como científicos, sino como creyentes u hombres de cultura y de reflexión, pues ellos también pueden opinar desde la lógica, la teología y la experiencia histórica.
¿Qué opinan los hombres de ciencia y filosofía? El productor ejecutivo del programa Milagros decodificados” de Historical past Channel, Ignacio Oruezabala, afirma: Teníamos inquietudes con la parte científica de que fueran muy contundentes en la negación del suceso milagroso, pero la gran mayoría resultaron ser muy creyentes y piensan que muchas cosas no tienen una explicación racional desde el punto de vista de la ciencia, dando así paso a una posibilidad. Una encuesta de Elaine Eklund de la universidad de Rice, USA, dio como resultado que las prácticas cotidianas y las creencias de los científicos son muy similares a las de la gente, por decirlo así, común y corriente. Hay quienes dicen que no es científico, por lo tanto no es posible ni razonable el milagro. Hay otros que desmienten tal afirmación diciendo que lo razonable no es solo lo que resulta de la investigación científica. Hemos dicho arriba que las concepts de amor, belleza, el alma, Dios etc. no se captan con los instrumentos de la ciencia, sino con la razón filosófica y teológica. Los milagros no se comprueban con la explicación científica, sino con los testimonios fidedignos de aquellos que presenciaron constataron el hecho milagroso. Las verdades históricas, cuando son bien documentadas, merecen el mismo asentimiento que las verdades científicas; de otra manera deberíamos negar todo lo que ocurrió en los siglos pasados, todo lo que no hemos presenciado; y eso no es razonable…
Grandes científicos y grandes filósofos fueron creyentes, otros no. ¿En quien confiar? En aquellos que nos demuestran que sus argumentos son válidos y que tengan conocimientos más amplios, ya sea de las ciencias como de la filosofía, la teología y la historia. La incompatibilidad entre ciencia y religión en la edad moderna es el resultado de ideologías materialistas; en los siglos anteriores ciencia y teología eran complementarias, así como debería ser. Los evolucionistas, por ejemplo, no se fundamentan en la ciencia sino en la filosofía materialista, y distorsionan la ciencia para hacerla encajar con esta filosofía. Un genetista y franco evolucionista de la Universidad de Harvard, Richard Lewontin, confiesa esta postura: No se trata de que los métodos e instituciones científicos de algún modo nos fuercen a aceptar una explicación materialista del mundo fenomenal, sino por el contrario, que nosotros estamos obligados por nuestra adherencia a priori a la causa materialista a crear un aparato de investigación y un cuerpo de conceptos que produzca explicaciones materialistas, sin importar cuán contrarias a la intuición sean, sin importar cuán desconcertantes resulten al no iniciado. Más aún, este materialismo es absoluto, así que no podemos permitir que un Pie Divino pase la puerta” (The Demon-Haunted World, The New York Overview of Books, 1997).
Por otra parte, hoy como a lo largo de la historia, existen científicos que, en oposición a este grupo materialista dogmático, confirman la existencia de Dios y reconocen a la ciencia como una forma de conocerlo. La teoría del Creacionismo”, que habla de un Diseño Inteligente”, de un fino ajuste” y de la extraordinaria complejidad”, prueban que hay científicos que se inclinan por la existencia de Dios como Creador de todas las maravillas del universo, como Inteligencia y Poder infinito, postulado por la realidad observada. El gran físico William Thompson, quien estableció la termodinámica sobre una base científica formal, fue un cristiano creyente en Dios. Él se opuso con firmeza a la teoría darwiniana de la evolución y la rechazó por completo. En 1903, poco antes de su muerte, declaró de forma inequívoca que con respecto al origen de la vida, la ciencia… afirma positivamente el poder creador”. (David Darling, Deep Time, Delacorte Press, 1989, New York.)
Uno de los profesores de física de la Universidad de Oxford, Robert Mattheus, en su libro publicado en 1992, explica que las moléculas de ADN fueron creadas por Dios. Dice que todas las etapas proceden en una armonía perfecta, desde una sola célula hasta un bebé viviente, luego a un niño pequeño, y finalmente a un adolescente. Para él todos estos eventos pueden ser explicados únicamente por un milagro, es decir por el poder divino, así como otros estados de la biología. Mattheus se pregunta cómo un organismo tan perfecto y complejo puede emerger de una easy y diminuta célula, y cómo un humano glorioso es creado de una célula aún más pequeña que el punto de la letra i”. Finalmente, concluye que esto no es nada menos que un milagro. Mientras más gente aprende sobre el universo, mayores son los admiradores del orden perfecto en que se ha constituido. Cada nuevo detalle descubierto apoya la creación de forma incuestionable, descartando el azar. Einstein, observando el orden del universo, decía: Dios no juega a los dados”. El ex ateo físico P.C. W. Davis comenta: A través de mi trabajo científico he llegado a creer cada vez más decididamente que el universo físico fue creado con una ingeniosidad tan asombrosa que no lo puedo aceptar simplemente como un hecho bruto”.
Anthony Flew (+2010), científico ateo militante durante cincuenta años, abandonó el ateísmo, afirmando que la ciencia ahora aporta más datos a favor de Dios. Criticando a Richard Dawkins por su afirmación de que el origen de la vida puede atribuirse a un azar afortunado”, dijo: Si este es el mejor argumento que se tiene, entonces el asunto queda zanjado a mi favor”. Y prosigue: Cuanto más descubrimos de la riqueza y de la inteligencia inherente a la vida, menos posible parece que una sopa química pueda generar por arte de magia el código genético… Tuve que rendirme a la evidencia de los hechos, porque los argumentos más impresionantes de la existencia de Dios son apoyados por recientes descubrimientos científicos”. Como se ve, grandes científicos reconocen no solo el hecho de la creación, sino también lo admirable de la obra divina, quedando asombrados por la grandiosidad, la ingeniosidad y la complejidad armoniosa del universo, llegando a definirlo como milagro del poder y de la inteligencia de Dios.
Según los resultados actuales (2009) del Pew Analysis Heart, el porcentaje de científicos creyentes ha aumentado: en Estados Unidos, en 1914 eran el forty two%; después del descubrimiento de la estructura del ADN, fue creciendo hasta llegar al fifty one%, mientras el forty one% se declararon ateos). He aquí algunos nombres famosos de científicos creyentes, admiradores de la creación de Dios. – Galileo Galilei (astrónomo, filósofo, ingeniero, matemático, físico italiano). – Isaac Newton (físico, astrónomo) – Michael Faraday (físico y químico británico) – James C. Maxwell (científico escocés, experto en física matemática) – Robert Boyle (padre de la química moderna). – Johannes Kepler (fundador de la astronomía física) – Max Planck (prominente físico alemán) – William Thompson (quien estableció la termodinámica sobre una base científica formal) – Iona William Petty (conocido por sus estudios en estadística y en economía moderna). – Michael Faraday (uno de los grandes físicos de todos los tiempos). – Gregory Mendel (padre de la genética, invalidó el darwinismo con sus descubrimientos en la ciencia de la genética). – Louis Pasteur (el mayor nombre en la bacteriología, le declaró la guerra al darwinismo). – John Dalton (padre de la teoría atómica). – Blaise Pascal (uno de los matemáticos más importantes). – John Ray (el nombre más importante en la historia natural británica). – Nicolaus Steno (un famoso estratígrafo que investigó las capas de la tierra). – Carolus Linnaeus (padre de la clasificación biológica). – Georges Cuvier (fundador de la anatomía comparada). – Matthew Maury (fundador de la oceanografía). – Thomas Anderson (uno de los pioneros en el campo de la química orgánica). – Max Born (premio Nobel de física) – Jerome Le Jeune (padre de la genérica moderna) – Francis Collins (director del proyecto Genoma Humano).
Con respecto a los filósofos, hasta D. Hume era normal incluir a Dios entre las hipótesis para la explicación de los fenómenos naturales, sobrenaturales e históricos. Con este filósofo escocés se introdujo el naturalismo epistemológico, que consiste en investigarlo todo desde la razón y la ciencia empírica, excluyendo lo sobrenatural, por lo tanto a Dios y a los milagros. Para esta corriente filosófico-científica los milagros son imposibles, porque violan el orden natural de la causalidad. Pero ya hemos visto que, en primer lugar el teísmo encaja mejor que el naturalismo con el avance de las ciencias, y conduce racionalmente a reconocer a Dios como Creador, por el orden y las perfecciones que se encuentran en el universo, que hacen pensar a una Causa Inteligente (Dios). En segundo lugar no es cierto, como ya se ha reconocido por muchos filósofos y científicos, que el orden natural quede violado; sino que simplemente queda integrado y restaurado a un orden superior de la realidad, donde el Creador interviene con sus leyes ordinarias y extraordinarias, para el bien de los que lo aman y confían en Él. Nada impide a Dios que con su poder introduzca variantes en su creación, ajustándolas al funcionamiento global. De todas maneras sigue habiendo filósofos que se adhieren al naturalismo, y otros a la fe en Dios. Los primeros niegan los milagros como intervenciones de Dios, no solo por su metodología naturalista, sino por el materialismo y el ateísmo que profesan. Los segundos aceptan los milagros como lógica consecuencia del poder infinito de Dios, que puede disponer de las causas y efectos para la realización de sus propósitos.
MILAGROS Y MUNDO PRECISE
Frente al tema de los milagros hay posturas diferentes y encontradas entre creyentes y no creyentes. Por supuesto los ateos y agnósticos los niegan. Basándose en su filosofía materialista, tratan de explicar los milagros con la ciencia, la psicología y la parapsicología; y cuando no hallan explicación, afirman que las ciencias progresarán y pondrán al descubierto todos los misterios de la naturaleza y del hombre. Parece que se han olvidado de los límites propios del poder humano, cuando todavía no han podido descifrar ni el misterio de cosas más elementales, como la vida, la materia, la gravedad common; no han podido crear ni un átomo, ni un mosquito, ni han podido anular la muerte, and so forth. Y no es cuestión de tiempo, sino de capacidad ontológica: las facultades humanas tienen un límite como su ser su esencia; un ser finito limitado no puede tener facultades de conocimiento y de poder infinitos. Decir entonces que llegará a saberlo todo y dominarlo todo, es una utopía irracional. Además se contradice con la postura relativista que profesan los materialistas, con la cual afirman que nada es absoluto, todo conocimiento es relativo, que es imposible conocer la verdad y la realidad. El viejo racionalismo, que pretendía saberlo todo, pasó a ser relativismo afirmando que nada es cierto, desechando la posibilidad de la veracidad de los hechos y de los testigos, en esta caso, también de los hechos milagrosos.
Entre los creyentes cristianos, los católicos admiten los milagros; los protestantes los niegan afirmando que el don de milagros” de que habla San Pablo, ha cesado, pues era dado sólo para los tiempos bíblicos y apostólicos. Los evangélicos y pentecostales afirman que los milagros y curaciones son frecuentes y se producen en abundancia en nuestros tiempos. Las iglesias de la reforma protestante, aun aceptando la posibilidad del milagro, en la práctica los niegan, porque afirman que ya no son necesarios para fundamentar la Revelación y la Redención, pues Cristo y los Apóstoles son garantía de ellos, precisamente con el testimonio de los milagros que obraron en su tiempo. Afirman que los dones del Espíritu, entre ellos el don de curaciones y el don de milagros (cfr. 1Cor 12,7-eleven), ya no se darán después. Para fundamentar su tesis citan 1Cor thirteen,eight-10: El amor nunca pasará; pasarán las profecías, callarán las lenguas y se perderá el conocimiento. Cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá…” La explicación exacta de estas palabras, es que en la vida eterna el amor permanecerá, mientras que todos los dones cesarán; no cesaron al tiempo de Cristo y de los Apóstoles, sino cuando se llegará a lo perfecto, es decir al cielo, cuando veremos a Dios cara a cara”. Entonces ya no harán falta la fe, ni la esperanza, ni las curaciones, las profecías, los milagros… porque todo eso estaba en función del amor de Dios, que en la eternidad estarán asegurados (cfr 1Cor 13,12-13).
Los que niegan los milagros el don de milagros”, acusan a los católicos y pentecostales de hacer teatro negocios con los milagros; e igual que los ateos quieren explicarlo todo con la ciencia y la parapsicología, los trucos y la falsificación; incluso consideran a los milagros como engaños del demonio. Es cierto que el demonio puede engañar con apariencias de milagro para arrastrar al error. Es más, el demonio puede rodear esos fenómenos de apariencias piadosas para confundir. Es por eso la importancia de la aprobación de la Iglesia, que tiene asegurada la asistencia del Espíritu Santo y del mismo Jesús (cfr Jn sixteen,12-15; Mt 28,19). La historia demuestra que los impostores abundan. Pero los adversarios insisten y sostienen que la Iglesia no hace un discernimiento serio. Para que quede en claro que la Iglesia Católica examina con seriedad los milagros, consideremos por ejemplo que de los 7000 milagros declarados en Lourdes, solo unos 70 fueron reconocidos oficialmente. Los milagros son examinados por un equipo de profesionales (médicos, científicos, teólogos) y se reconocen después de una espera mínima de diez años, para constatar los efectos.
Los reformadores protestantes se preguntan: ¿Por qué Dios no les dio estos dones a grandes hombres como Lutero, Calvino, Knox, quienes fueron utilizados por Dios para el avivamiento del cristianismo bíblico? Porqué Dios ignoró a los grandes reformadores?”. Y afirman que ésta es la pregunta que deben contestar los pentecostales y carismáticos católicos. Con esto quieren decir que si Dios no les concedió a ellos el don de los milagros, menos se lo ha concedido a los católicos y evangélicos. La respuesta no sería tan difícil: porque eran herejes y se apartaron de la verdadera Iglesia y de la verdadera doctrina, y no creían en los milagros. No debe olvidarse que muchas veces Dios hace milagros para dar credibilidad a su obra y manifestar la verdad. Ellos preguntan también, junto a los ateos: Por qué algunos son favorecidos con milagros y otros no? ¿No son acaso todos hijos de Dios?” La respuesta la dio la Virgen de Fátima, cuando la niña Lucía le encomendó la curación de algunos enfermos. La Virgen le dijo: Esa persona se sanará, también aquella; pero la otra no, porque no le conviene para su salvación eterna”. Podemos decir también que Dios interviene cuando hay fe, amor y buena conducta. Ordinariamente deja que nuestra vida haga su curso natural, y en casos particulares interviene para el mayor bien particular person y normal, especialmente para el bien espiritual.
En cuanto a la verdad de los milagros en nuestros días como en todos los tiempos, hay abundantes testimonios, ya sea de los beneficiados como de los que presenciaron vieron los efectos de las sanaciones y curaciones, de otros sucesos milagrosos. Sería temerario acusar de mentirosos y falsificadores a far y miles de personas que actuaron y hablaron en buena fe; decir que todos están equivocados. Si aceptamos los testimonios de personas honestas y sabios, y los documentos fidedignos referentes a personajes y acontecimientos históricos, ¿por qué no deberíamos confiar en la gente de fe? ¿Acaso son menos confiables que los demás? Una vez examinadas las pruebas, y comprobado que no hay fraude y que no se trata de fenómenos naturales, no hay por qué dudar. Desconfiar siempre y sistemáticamente es de gente que padece paranoia, no quieren aceptar una verdad que los cuestiona. Negar por principio, afirmando que lo sobrenatural es imposible, es negar los hechos; eso no es ser objetivo ni honesto.
No podemos negar que también fuera de la Iglesia Católica ocurren los milagros, porque Dios ama a toda la humanidad y quiere el bien de todos. Jesús mismo curó a algunos paganos, como el siervo del centurión romano, el hijo de la mujer cananea, el samaritano leproso; no para autenticar y avalar su creencia, sino por misericordia y caridad, respondiendo a la fe que le tenían. Seguramente el Señor socorre también a los fieles de las Iglesias evangélicas, pentecostales, anglicanas, ortodoxas etc. cuando lo invocan con fe y están convencidos de cumplir su voluntad. El pastor John Piper escribe: Mientras estemos sometidos a la libertad y a la soberana bondad de Dios para hacer lo que él quiera, creo que debemos orar regularmente por la intervención milagrosa de Dios. Nosotros no dictamos cuando qué tipo cuántos milagros puede hacer Dios entre nosotros. Pero no pedirlos me parece ser más secularistas y naturalistas que bíblicos.”
El P. Jordi Rivero afirma: La Iglesia no pretende investigar ni aprobar todos los milagros. Dios sin embargo ha querido que algunos milagros sean reconocidos por la Iglesia para confirmar una verdad importante. Ejemplos: los milagros que nos recuerdan la realidad sobre la Eucaristía ; milagros asociados con alguna aparición mariana (ver Fátima ); milagros que confirman la santidad de una persona en el proceso de canonización , and so on.”. También en nuestros tiempos los milagros son necesarios para confirmarnos en la fe. Debería bastarnos la Palabra de Dios, la Revelación, como dicen las iglesias de la Reforma protestante. Pero sabemos que especialmente en el mundo moderno, donde el secularismo y el materialismo van difundiendo el ateísmo, los milagros (cuando son auténticos) son un testimonio formidable e irrefutable de la verdad de la fe cristiana. El mismo Jesús hacia milagros para que creyeran que era el Mesías, el Hijo de Dios. Es significativo su reproche a los judíos: Si ustedes no ven milagros y prodigios, no creen” (Jn four,forty eight). Por otro lado, negar los milagros es negar la verdad, el poder y el amor de Dios.
Nuestra actitud frente a los milagros debe ser libre de prejuicios, y también libre de supersticiones, y de tendencias a favorecer la aceptación la negación. Debe guiarnos la verdad. Con respecto a la concesión de un milagro, nuestra actitud deber ser de fe y gratitud, y pleno abandono a la voluntad de Dios. No cabe ninguna pretensión, y tampoco rebeldía desconfianza, cuando no los conseguimos. Cube el P.Jordi Rivero: Los milagros no se pueden ni programar, ni exigir. La fe del ministro del enfermo no obliga a Dios a hacer un milagro. Si el milagro no ocurre, no se debe concluir que el ministro el enfermo tienen poca fe”; que Dios no existe. Luego explica como la Virgen María habrá orado intensamente por su amado Hijo, para que no le hicieran daño; sin embargo El murió en la cruz. El mismo Jesús pidió con lágrimas al Padre: si es posible aleja de mí este cáliz. Pero el Padre tenía otros planes: hacer de su Hijo el Redentor del mundo justamente con su muerte en la cruz.
¿Qué cube la Iglesia de las imágenes milagrosas”, veneradas hasta hoy en diversas partes del mundo católico? Dios se sirve no solo de los hombres para realizar sus obras, sino también de instrumentos materiales, de los elementos de la naturaleza, y también de objetos imágenes que consagra para sus fines. Ya en el A.T. hay muchos ejemplos, entre ellos el cayado milagroso de Moisés (cf. Ex. 7,10), el manto de Elías (cf. II Reyes, 2,eight); el arca de la Alianza. Jesús curó a un ciego utilizando saliva; mandó a sus discípulos bautizar con agua y Espíritu Santo” (cfr Jn 3,3-8); el apóstol Santiago habla de ungir a los enfermos con aceite (cfr Stgo 5,14). Todo esto nos prepara para la comprensión de los sacramentos, en los cuales se utilizan signos materiales para comunicar la vida divina. Para que una imagen sea considerada milagrosa”, debe establecerse su origen divino. Por ejemplo la imagen de la Virgen de Guadalupe, que fue sometida a la ciencia, se ha demostrado que no es obra humana. El agua del manantial de la gruta de Lourdes, que cura enfermedades terminales. En nuestro tiempo varias imágenes de la Virgen y de Jesús han derramado lágrimas y sangre. Muy difundidas son el escapulario de la Virgen del Carmen propuesto por la misma Virgen a San Simón Stock; y la medalla milagrosa recomendada por medio de Santa Catalina Labouré.
Los protestantes y evangélicos nos critican a los católicos diciendo que somos idolatras, porque adoramos a las imágenes, prohibidas por la biblia; y tratan de demostrar que todo lo que ocurre son obra del demonio, falsificaciones, engaños, y así por el estilo. Menos mal que no niegan los hechos milagrosos…, porque no los pueden negar, pues algo sucede. Jesús cube: por los frutos los reconoceréis” (Mt 7,20). ¿Acaso no se dan frutos maravillosos de fe, conversión y amor a Dios, en los santuarios, rezando a la Virgen y a los Santos? Se les ha explicado mil veces cual es nuestra postura, y mil veces siguen diciendo lo mismo. Los católicos no adoramos ni a los santos, ni a la Virgen ni a las imágenes. Simplemente los veneramos y los tenemos en cuenta como expresiones e instrumentos de la mediación de Dios para favorecernos con su gracia, sus bendiciones y milagros. Sólo los ignorantes de la verdadera doctrina católica, adoran a las imágenes y a los santos. Las imágenes que prohíbe la Biblia son las de los falsos dioses, que los pueblos vecinos a Israel adoraban, no nuestras imágenes del Señor, de la Virgen y de los Santos, porque no son falsos dioses. Una prueba de que la Biblia no prohíbe todas las imágenes, es que Dios dijo a Moisés que ponga dos ángeles de oro sobre la tapa del arca santa (cfr Ex 25,18-20: Hbr 9,5). Y también que levante una serpiente de bronce sobre un palo, para curar a los rebeldes picados por las víboras (cfr Num 21,four-9). Salomón hizo esculpir imágenes de ángeles dentro y fuera del templo de Jerusalén (cfr 1Reyes 6,23).
TODO ES MILAGRO
Si lo pensamos bien, aun las cosas más ordinarias podemos considerarlas como milagros, porque manifiestan el poder y la sabiduría de Dios. La palabra milagro viene de latín miraculum”, que significa algo admirable, asombroso, y que excede el poder humano. ¿Acaso la misma realidad natural no es miráculum”, es decir no despierta asombro por su existencia, por su esencia, por sus estructuras, riqueza y variedad, por su estética, su utilidad y funciones? ¿Qué decir de la vida? ¿Qué decir de la inteligencia humana, del amor, de la belleza, de la consciencia? ¿Qué científico puede hacer una flor, una fruta, un mosquito, un caballo, un ser humano con todos sus órganos y con su espíritu? Los milagros extraordinarios u ordinarios, todos proceden de Dios: Los cielos proclaman la gloria de Dios, y el firmamento manifiesta la obra de sus manos”, cube el salmista (Sal 19,1).
Si definimos como milagro una intervención divina, que supera todo poder humano y pure, entonces podemos afirmar que todo es milagro. No hay nada que ocurre sin el poder creador de Dios, de quien se originan todos los entes, las energías y potencialidades del universo. Todo nos remite a Dios, que hace maravillas. A veces se habla de curaciones milagrosas; pero ¿acaso el cuerpo entero y su funcionamiento no es un milagro? Los Evangelios nos relatan el milagro de la multiplicación de los panes; ¿acaso no es un gran milagro que Dios alimenta a 7500 millones de seres humanos, todos los días, todos los siglos? El amor y la belleza que nos fascinan tanto y nos llenan de gozo ¿acaso no son milagros de la sabiduría de Dios? Los 200 mil bebés que nacen cada día en nuestro planeta ¿acaso no son milagros del Dios de la vida? El hecho de que navegamos seguros por el espacio sin que nos vengan encima el sol, la luna y las estrellas ¿acaso no es un milagro del Omnipotente? Todo es admirable, extraordinario, sin explicación si no reconocemos a Dios como autor de todo. Nos admira la inmensidad de los cielos; no menos admirables son las obras de Dios a escala microscópica: los insectos diminutos, las bacterias, los átomos… Nos asombran los cuerpos, los vegetales, los minerales, ¿y qué decir de los espíritus, de las almas humanas, de los ángeles del cielo, con sus capacidades y habilidades intelectuales, psicológicas, éticas, estéticas, técnicas… con su posibilidad de vivir y gozar sin medida en la comunión con todos y con Dios? No hay palabras para expresar la grandeza y la gloria de Dios.
Para darnos cuenta de lo milagroso de lo pure, basta fijarnos en nuestro propio cuerpo. Voy a transcribir una página de mi Pensamientos 6… Las maravillas de Dios”: . ¿No somos acaso un milagro de Dios?
Hablamos arriba de los milagros de Jesús. Él mismo es un milagro. Su aparición en nuestro mundo, el esplendor y la santidad de su vida, la belleza de su amor sin límites, la fuerza y la profundidad de su palabra, la grandeza incomparable de cada uno de sus actos, el poder inmenso de su voluntad, el misterio glorioso de su naturaleza divina… todo nos impulsa a echarnos a sus pies para adorarlo, alabarlo, amarlo. Es el milagro más grande de todos los tiempos. Y está presente frente a nosotros, en medio de nosotros, en la dimensión espiritual, que no podemos ver con los ojos del cuerpo, pero si con los ojos de la mente, de la fe y del corazón. Yo estaré siempre con vosotros, hasta el fin del mundo” (Mt 28,19), prometió a sus apóstoles. Él es el Emmanuel”, el Dios con nosotros (cfr Mt 1,23). Con razón impactó la historia de la humanidad como ningún otro. Sus milagros eran signos de su identidad divina, de su poder, de su amor. Su milagro más grande fue el de asociarnos a su vida, unirnos a Él, divinizarnos, para introducirnos en la vida perfecta y de infinito gozo de la Santísima Trinidad.
También la Virgen y los Santos, son en sí mismos un espléndido milagro de belleza, amor y perfección. La Virgen llena de gracia” (Lc 1,28), vestida de sol y coronada por doce estrellas” (Apc 12,1) es un milagro de santidad. Sus virtudes y su inmenso amor al Señor le merecieron ser llevada al cielo en cuerpo y alma (asunción), y ser coronada como Reina del cielo y de la tierra. Fue colmada de privilegios (concepción inmaculada, maternidad divina), pero no les fueron ahorrados los sufrimientos y las pruebas: Una espada te traspasará el corazón”, le dijo el viejo sacerdote Simeón (Lc 2,35). Totalmente consagrada a la causa de su Hijo Divino, fue alcanzando la perfección de la fe y el amor. Desde la cruz asumió también la maternidad humana (cfr Jn 19,27) y a lo largo de los siglos fue cumpliéndola con gran misericordia y ternura. En sus apariciones siempre fue vista como un milagro de belleza y amor, potenciado por la gracia divina. Santa Bernardita de Lourdes dijo que la Virgen era tan bella, que cuando uno la ve una vez, tiene gana de morir para ir a verla otra vez.
Los santos también son admirables por sus virtudes y por el grado de perfección que han alcanzado. Jesús dijo que los justos brillarán como el sol en el Reino de lis Cielos” (Mt 13,forty three). Siendo iguales que nosotros, con nuestra misma naturaleza dañada y debilitada por el pecado, supieran vencer definitivamente las tentaciones del mundo, el demonio y la carne”. Tanto más nos admira su santidad, cuanto más sabemos lo difícil y duro que es vivir en gracia, con el alma y la consciencia limpia de todo pecado. Debe haber sido muy grande su amor a Dios para motivarlos a luchar y sufrir hasta el último para lograr la perfección y agradar a Dios. Por otro lado Dios, respondiendo a su amor, los colmó de gracias y de gozo, de dones y carismas, para hacerlos crecer siempre más en la santidad. Como resultado tenemos un cielo lleno de estrellas que arden de amor a Dios e iluminan nuestra historia.
La razón por la cual Dios hace milagros por medio de la Virgen y los Santos, es porque los ama mucho, por ser perfectos y por ser muy amado por ellos. Nosotros nos dirigimos a la Virgen y a los Santos, porque sabemos que tienen más poder que nosotros en el corazón de Dios. Y ellos interceden por nosotros con benevolencia y misericordia. Su virtud principal en la tierra fue la caridad, el amor sincero y generoso; así es también en el cielo; por lo tanto podemos confiar en su intercesión. En efecto la gran mayoría de los milagros y gracias que Dios concedió a los hombres, fue por mediación de la Virgen y los Santos, a quienes parece que no les puede decir que no; igual que nosotros cuando amamos mucho a una persona, no podemos negarle lo que nos pide; es más fuerte que nosotros. Seguramente Dios quiere glorificar también a la Virgen y a los Santos, dándoles poder para hacer milagros en su nombre. Uno de los requisitos que pide la Iglesia para reconocer como santa a una persona, es precisamente el haber hecho, conseguido de Dios, por lo menos dos milagros: uno para la beatificación y otro para la canonización.
Todo es milagro: el universo entero con su inmensidad y belleza; nuestro planeta con sus recursos y energías, con su acondicionamiento para ser nuestro hogar; la historia humana con miles de historias personales entrelazadas; la creatividad del hombre con sus obras sorprendentes; la santidad de María y de miles de personas que resplandecen por su bondad y perfección; la encarnación del Hijo de Dios que vino a redimirnos y a enseñarnos el camino del cielo; la presencia de Dios en nosotros, sustentando cada átomo de nuestro ser, y animándonos a buscarlo con el deseo de infinito que puso en nuestra alma, para que seamos plenamente y eternamente felices. El milagro más grande, en el sentido amplio de provocar asombro, admiración, estremecimiento y adoración, es el mismo Dios, Perfecto, Omnipotente, Omnisciente, Eterno, Belleza y Amor infinitos. ¡Alabado sea Dios por sus maravillas!
Mons. Roberto Bordi ofm
CONCLUSIÓN
Frente a los milagros, ordinarios y extraordinarios, no cabe otra actitud que la alabanza, la adoración y gratitud al Dios admirable en su poder, en su sabiduría y en su amor. Hemos visto como los milagros hacen parte esencial de nuestra fe, la fundamentan y la acrecientan, porque nos manifiestan a Dios y su plan de salvación. Los milagros siempre se han dado en función de la gloria de Dios y el bien de los que creen y confían en Él. No debemos buscar en ellos el espectáculo la magia de poderes sobrehumanos, sino la obra de Dios, que a través de intervención directa, por medio de su Hijo Jesucristo, de la Virgen y los santos, quiere mantener viva y evidente su presencia y su voluntad de darnos vida plena. El hombre no vive de solo pan” dijo Jesús (Mt 4,4). Podemos constatar que los hombres de todas las culturas y de todas las religiones buscan en la trascendencia algo más que los bienes para su cuerpo y para su vida terrenal. Es deseo de todos los seres humanos hallar a Dios, porque sienten que nada puede saciar su hambre y sed de infinito y de felicidad perfecta, sino solo Dios. Jesús lo confirma: El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed” (Jn 6,35; cfr Jn 10,10). Pero hay muchos que piden milagros solo para la salud y el bienestar físico terrenal, descuidando la salud del alma y el amor a Dios. Es por eso que muchas veces no se consiguen milagros. Jesús mismo dice: ¿De qué sirve ganar el mundo entero si pierdes tu alma?” No busquemos milagros, sino a Dios, y vendrán también los milagros como signos de Dios quien nos llama a compartir su vida divina y su gloria para siempre.
Mons. Roberto Bordi ofm
APÉNDICE: FRASES SOBRE LOS MILAGROS
Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro (A.Einstein).
Pedimos milagros, como si no fuese el milagro más evidente el que los pidamos. (Miguel Unamuno)
La única manera de vivir es aceptar cada minuto como un milagro irrepetible, que es exactamente lo que es: un milagro irrepetible. (Storm Jameson)
Somos el milagro de los milagros, el gran inescrutable misterio de Dios. (Thomas Cartyle)
Atestiguar el nacimiento de un niño es nuestra mejor oportunidad de experimentar el significado de la palabra milagro. (Paul Carvel)
Verás lo que ocurre con los milagros… es que si tienes fe no los necesitas y si no la tienes, ningún milagro es suficiente. (Raymond Khoury)
Lo más increíble de los milagros es que ocurren. (G.K. Chesterton)
El amor verdadero hace milagros, porque él mismo es ya el mayor milagro (Amado Nervo)
Todos los días están llenos de milagros corrientes. No hay que buscar muy lejos para encontrarlos.” (Lisa Kleypas)
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