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Sweet Crush Saga Y SU ADICCIÓN ENTRE LOS USUARIOS…

Hay gominolas y chucherias de las diferentes formas del juego.
Hay leggins para chicas con los caramelos de todos los colores.
Por supuesto también hay tartas de muchísimos tipos y sabores, pero siempre con el detalle de los caramelos de fondant.
Hay diferentes estilos de pintarse las uñas con los caramelos y muchos colores.
Y también bisuteria como anillos pulseras para las mujeres, que según los estudios son las que más juegan.
La dimensión alcanzada por el fenómeno Sweet Crush ha llevado a la comunidad científica a buscar respuesta a esta pregunta y tratar de explicar los mecanismos empleados por sus creadores para crear un altísimo nivel de adicción que ha llevado incluso a ocasionar dolores físicos entre usuarios.
Los primeros niveles resultan muy fáciles. El juego permite ganar, adquirir confianza e ir progresando, lo que proporciona un sentimiento de satisfacción. Estos logros se perciben como mini recompensas en el cerebro, liberando dopamina y aprovechando el mismo neurocircuito implicado en la adicción, para reforzar las acciones”, según explica la corresponsal de Ciencia Dana Smith en The Guardian.
Aunque pueda parecer que el éxito en Candy Crush depende del jugador, en realidad es un juego de suerte. El triunfo varía en función de la gama de colores proporcionada al azar, lo que implica que los logran vendrán inesperadamente. Se pierde más a menudo de lo que se gana y nunca se conoce cuándo aparecerá el próximo triunfo. Esta realidad hace que el juego sea aún más atractivo que cuando se ganaba fácilmente.
Esta estrategia se conoce como un programa de refuerzo de razón variable y es la misma táctica utilizada en las máquinas tragaperras. Nunca se puede predecir cuándo va a ganar, pero se gana con la suficiente frecuencia para que el usuario desee continuar”, comenta Dana Smith.
Otra característica fundamental del juego que afecta a cómo responde el usuario es el límite de vidas, que impide generar una sensación de cansancio. Después de cinco derrotas el jugador quiere más, no está saciado. Este efecto se llama adaptación hedónica.
1. Facebook como despegue, los móviles como aterrizaje
Jan Wedekind, director de negocios de King (desarrolladora del juego) en nuestro país, concedió una entrevista donde comentó detalles importantes sobre la evolución de Sweet Crush. Uno de los primeros y más interesante fue el salto a los dispositivos móviles. Aunque el juego ya period muy conocido en Facebook, la verdadera masa llegó con la disponibilidad del juego en iOS y Android.
2. Los caramelos gustan
Por supuesto, los creadores del juego no revelan los secretos de su éxito, probablemente porque ni ellos mismos puedan explicarlo. Tanto Wedeking como Tommy Palm (otro de los responsables de Candy Crush) hacían referencia a los propios protagonistas del juego: el tema tratado es muy bueno, todo el mundo siente afinidad con los caramelos porque son elementos positivos y permiten lograr formas coloridas y bonitas”.
Pero por supuesto también tienen esa accesibilidad del juego: puedes jugar en tu ordenador para luego continuar en tu smartphone y terminar en tu pill. Además se puede jugar gratuitamente y ver qué tal lo hacen tus amigos mediante la conexión con Facebook.
three. La psicología de Candy Crush
Te obliga a esperar: Cuando se nos acaban las vidas en cada partida tendremos que esperar 30 minutos para poder volver a jugar, pagar para volver inmediatamente esperar a que tus amigos de Facebook te proporcionen vidas nuevas.
Nos hace sentir mejor: Las gratificaciones positivas son la razón principal por la que la gente se vuelve adicta a algo. Cuando juegas al juego, te sientes mejor.
Siempre hay solución: No hay forma de fracasar. Si no logras resolver el nivel con el número de movimientos permitido puedes terminar con esa frustración pagando para pasar al siguiente nivel.
Válvula de escape: También sirve para buscar una distracción de algo malo que no gusta de nuestra propia vida.
La dificultad justa: En King han sabido aplicar de forma inteligente los distintos niveles de dificultad que ofrece Candy Crush. Por ejemplo el nivel sixty five donde muchos jugadores se quedaron atascados y gracias a las protestas en Facebook, King alteró ese nivel para hacerlo más fácil.
4. La otra psicología: el pago
Los desarrolladores y diseñadores de King parecen haber dado en el clavo, ya que tientan” a los usuarios a pagar. El 70% de los jugadores nunca ha pagado por ninguna ayuda elemento adicional, pero la oferta está ahí y desde luego que funciona.
Se sitúa al jugador en una posición incómoda y luego se le ofrece la eliminación de esa incomodidad si paga. El usuario no ve realmente el coste de la transacción no llega a captarlo: se fija en que ha comprado tres martillos no en que se ha gastado zero,89€.
Los desarrolladores de King también aprovechan la curva de dificultad, en la que los usuarios prefieren pasar de nivel por ellos mismos que pagando. El juego hace sentir bien a los jugadores, pero una vez el juego identifica al usuario como alguien que gasta dinero, la dificultad crece, lo que cambia el modelo de juego: pago para evitar dificultades.
Hay casi a hundred thirty millones de jugadores en el mundo obsesionados con superar sus más de 400 niveles. Esto tiene una explicación, el efecto Zeigarnik”.
Tom Stafford, profesor de psicología y ciencias cognitivas de la Universidad de Sheffield en Inglaterra, dice que el efecto Zeigarnik” es como una tarea incompleta que se queda fija en la memoria de las personas. Justamente Candy Crush echa mano de esto para generar esa adicción.
Este término fue creado por la psicóloga Bluma Zeigarnik quien se interesó por el fenómeno al observar cómo un camarero era capaz de recordar fácilmente una larga lista de pedidos pero difícilmente recordaba los platos que acaba de servir.
Realizó un estudio y tomó un grupo de personas que debían realizar de 18 a 21 tareas. La mitad de ellas eran interrumpidas parafarmacia online antes de que los individuos pudieran acabarlas y eran justo éstas las que recordaban con más fuerza en su mente.
En Candy Crush mientras más difícil es un nivel el usuario más se aferra a éste, por lo tanto cada etapa es una tarea que el jugador quiere urgentemente resolver y cuando la supera se siente aliviado. Pero cuando falla, pierde sus vidas y tiene que esperar 30 minutos para volver a intentarlo que le manden nuevas, se siente impaciente y estresado.
El acceso tan fácil que tiene este tipo de juego ha hecho que en las situaciones más increíbles la gente juegue, como por ejemplo en el trabajo, mientras comen, antes de dormir, en reuniones sociales, mientras cocinan…
La accesibilidad tiene un issue incidente. El hecho de que los juegos estén en los smartphones aumenta la probabilidad volverse adicto”, explica el psicólogo Max Möller de la Universidad Complutense de Madrid. Según él, hay personas que han experimentado un nivel de uso problemático y que no se trata solo de que el juego sea atractivo, sino que además está vinculado a una pink social, lo que llama aún más la atención.
Dependiendo de la forma en que se utilice, este juego puede ser adictivo debido al efecto reforzador y placentero que tiene”, explica la psiquiatra Vanessa Cantillano de la Clínica Alemana. Quienes estarían en mayor riesgo, advierte Vanessa, son las personas que juegan para evadir sus problemas para resolver sus dificultades sociales.
Ella recomienda no jugar más de una hora al día y que no se convierta en rutina. El psicólogo Möller en cambio, piensa que la adicción no tiene nada que ver con el tiempo. Cuando dejas de responder a las responsabilidades que tienes, es cuando debemos preocuparnos. Como por ejemplo los jóvenes que dejan de estudiar y se quedan jugando hasta tarde, fracasando así en la universidad”.
¡Espero que os haya gustado!
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