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Tecnología Adicciones

Entrevista, Laura García Merino
Web ha revolucionado y reinventado la vida y rutina cotidiana. Esta es una afirmación que estamos hartos de escuchar, puesto que se puede aplicar a cantidad de ámbitos del día a día. Sin embargo, es más cierta de lo que se puede llegar a pensar.
Hasta ahora, la gente ha crecido en un entorno analógico en el que, de forma progresiva, han ido entrando en juego ciertos matices digitales y tecnológicos. Pero, ¿qué sucede con los benjamines de la familia? Ellos han crecido en un entorno completamente digitalizado, lo que puede variar todo un proceso de educación y crecimiento – sin olvidar el importante terreno perteneciente al ocio -.
Yolanda Ramos es psicóloga y madre de dos niños: Alejandro, de tres años y Pablo, de diez.
P: ¿Cómo crees que ha cambiado el desarrollo tecnológico el proceso de educación de los más pequeños?
R: Bueno, en realidad es un proceso que ha variado completamente. Desde mi punto de vista no tiene nada que ver la infancia de antes con la de hoy por hoy. Antes los niños gritaban y pataleaban por no poder salir al parque a jugar con sus amigos; hoy lo hacen porque no les dejas tu teléfono móvil, pill similar. Incluso a la hora de entretenerse de manera individual prefieren un juego interactivo a actividades como el dibujar, jugar en familia…
P: ¿Crees que esto puede tener repercusiones en su personalidad a largo plazo?
R: Creo que sí. Lo que la tecnología hace, al fin y al cabo y basándome en lo que he comentado antes, es educar a las personas en el individualismo. Quiero decir, las relaciones personales y de tú a tú disminuyen hasta tal punto de que, ya no en niños, sino en adolescentes y jóvenes puede deducirse su preferencia por mandar un WhatsApp utilizar cualquier otra purple social en vez de tener una conversación presencial. Es más fácil, rápido y cómodo, sí. Pero a largo plazo puede ocasionar graves problemas de comunicación y reducir la capacidad de mantener relaciones personales.
P: ¿Qué papel tienen los padres como educadores en un correcto uso de Web y la tecnología?
R: Es importante que los padres se den cuenta de cómo su hijo pasa el tiempo libre. El error está en utilizar aparatos como smartphones tabletas y demás como si fueran una especie de niñeras para que el niño esté calladito durante un rato”. Y es cierto, puesto que la luz, los colores, los movimientos en la pantalla, and many dieta y nutrición others. hipnotizan” a los peques. Está claro que hay que asumir que vivimos en la period digital y que el contacto de nuestros hijos con la tecnología es inevitable. Sin embargo, debemos mediar en esa relación, dosificando el tiempo de uso y proponer y promover la realización de actividades fuera de las pantallas.
P: ¿Cuáles son los recursos aparatos tecnológicos más habituales a los que acceden los niños?
En principio es la televisión lo que les suele enganchar. Es comprensible puesto que no es necesario ningún conocimiento previo de uso: mamá enciende la tele, pone los dibus y listo. Cuando empiezan a crecer la curiosidad les lleva directos al teléfono móvil. Todos los padres estamos hartos de escuchar el: Mamá, ponme un juego en el móvil”. Es atractivo para ellos ya que comienzan a tener algún tipo de relación con el aparato y poner en práctica ciertos movimientos que les hacen ser consumidores activos y jugarse un determinado objetivo: que no me maten los marcianitos, salvar a la princesa, coger todas las monedas…
En el caso de mi hijo mayor, que ya tiene diez años, ya empieza a querer acceder a Web como tal. Está convencido de que quiere ser YouTuber, de que quiere grabar sus partidas en las diferentes consolas para que la gente le siga… No estoy familiarizada con ello, pero sé que en esos juegos de roll empieza a relacionarse con gente a la que no conoce a través de Internet, que es el principal miedo que tenemos los padres. No sabes con quien puede dar con qué clase de persona puede relacionarse. Por ello, hay que concienciarles desde pequeños en el peligro que puede conllevar una plataforma que puede ponerte en contacto con cualquiera sin que sepas sus intenciones reales.
P: ¿Y con respecto a los adolescentes?
R: Ahí el caso se agrava, porque es una situación más seria. Según tengo entendido hay muchos jóvenes que, por curiosidad, se meten a chats y otros lugares similares con el objetivo de conocer gente, de crear interés en otras personas. Pero es algo que debemos evitar, puesto que hay mucha gente peligrosa que navega por Web y se aprovecha de las mentalidades ingenuas. Lo mismo sucede con la subida de fotos a distintas plataformas digitales, y más sin no están privatizadas.
P: ¿Qué recomendación harías a los padres para controlar la adicción de sus hijos por las nuevas tecnologías?
¿Qué ocurriría si nos planteasen directamente esta pregunta? Seguramente contestaríamos muy seguros de la respuesta que damos, con un tono convincente y rotundo que demostrase toda esa seguridad (¡que se be aware que sabemos qué responder!): ¡Experiencias, por supuesto! Yo no necesito aparentar nada ante nadie”.
Hasta aquí todos de acuerdo, ¿no? Bien. Sin embargo, qué es lo que ocurriría si, tras nuestra alta, clara y – por supuesto, cómo no – verdadera” respuesta nos respondieran con un: Genial, ahora enséñame tu teléfono móvil”.
En un primer momento puede que se nos pasasen por la cabeza todas aquellas cosillas incómodas – pero viables – que la persona en cuestión pudiese encontrar en el smartphone: alguna foto, vídeo, mensaje… Pero bueno, nada fuera de lo común, en un principio, ¿no?
No son solo los archivos menos comunes” los que tendrían que hacernos echarnos atrás ante la thought de que alguien revisase nuestro pequeño gran tesoro de información personal. Y es que solo con esas fotos vídeos y mensajes nos podrían rebatir nuestra tan segura respuesta.
Fotos de nuestro último viaje, pero no un par, sino cientos. Lo mismo pasa con las del último fin de semana, los vídeos de las últimas cervezas con nuestros amigos, el guide del último concierto al que fuimos, las cientos de poses con los últimos modelitos que han entrado a nuestro armario… Y ahora, cuéntame, ¿cuántas de ellas están subida a alguna red social?”.
La pregunta que realmente debemos hacernos, nos la planteen no alguna vez en la vida, es la siguiente: esas fotos, esos vídeos… ¿los he hecho por guardar un recuerdo, un buen momento? ¿ para que el resto de la humanidad sea consciente y envidie todo lo aparentemente interesante que hago en mi vida? Estamos hartos de que nos repitan que las redes sociales nos están creando una dependencia; aburridos de leer que el móvil se ha convertido en nuestra quinta extremidad. Sí, pero es cierto. Quizá esa respuesta, en la que no dudamos porque preferimos vivir a presumir”, no sea tan clara, rotunda y verdadera.
Observemos, disfrutemos, experimentemos y conversemos más. Fotografiemos y tecleemos menos. Al last…
Noticia, María Domínguez
‘Pause’ es el nombre que recibe el nuevo programa que ha puesto en marcha Antox, la asociación navarra para la investigación, prevención y rehabilitación de drogodependencias. Este proyecto tiene como objetivo combatir la adicción al móvil y los juegos on line entre los menores, ya que es una dependencia que aumenta cada vez con más rapidez entre la población.
El programa ofrece un equipo de psicólogos y trabajadores sociales, a los que podrán acceder tanto las familias, como los centros educativos y los particulares.
La razón de la puesta en marcha de ‘Pause’ es que se ha alertado que en Navarra hay más de 24.000 menores de 15 años que usan el móvil sin la supervisión de los padres y teniendo acceso a todos los contenidos, tanto buenos como malos, que ofrece Web. Por este motivo, Antox ha decidido aplicar toda su experiencia en temas de adicciones y dependencias para hacer frente a este hecho.
La asociación añade que cada vez hay más personas en general, y menores en explicit, literalmente ‘enganchados’ al móvil y al ordenador, ya que las nuevas tecnologías se han convertido en un instrumento imprescindible para el 91 % de ellos, según el Instituto Nacional de Estadística”.
Con respecto a los menores, subraya que al ser más vulnerables y al faltarles información sobre las TIC e Internet por parte de padres, madres y profesores, se encuentran mucho más expuestos a los peligros y riesgos de las nuevas tecnologías.
Entre estos peligros se pueden encontrar el ciberbullying, el acceso a contenidos inapropiados, delitos económicos, acoso sexual y amenazas de privacidad.