Adicto a la Coca Cola, a Pepsi, a Fanta, a Sprite, a Dr. Pepper…
Si eres adicto la Coca Cola ( cualquiera de sus primas y hermanas) y siempre has querido librarte de ellas (no importa si son de dieta normales), hoy te voy a ayudar a lograrlo.
Pero lo hago especialmente porque muy posiblemente estés engañado…
Porque puede que los refrescos gaseosos de dieta no tengan el azúcar y calorías que los refrescos «normales» sí tienen, pero eso no le quita la otra gran mezcla ingredientes y químicos que no son tan buenos para tu salud como los endulzantes artificiales, cafeína, sodio y ácido fosfórico.
Inclusive puedes pensar día y noche que por estar tomando refrescos de dieta puedes estarte ahorrando unas calorías y que por lo tanto no vas a engordar… pero que mal… te tengo malas noticias.
Varios estudios están empezando a encontrar una relación entre los refrescos de dieta y la obesidad, y no sólo eso, se dice que posiblemente todos estos cocteles de endulzantes artificiales pueden inclusive causar CANCER a largo plazo.
¡Cáncer!
Pero bueno, mi objetivo hoy no es traerte malas noticias ni pegarte un mal susto, sino ayudarte a que no seas más adicto a la Coca Cola cualquiera de estos refrescos gaseosos, porque aunque te gusten, los ames y ese sonido que hace la lata al abrirse sea uno de tus sonidos preferidos en todo el mundo…
…si quieres dejar los refrescos gaseosos, voy a darte 5 pasos para que hagas de este tu reto para las próximas semanas, te liberes de esta adicción y empieces a ver pronto los buenos resultados en tu cuerpo, tu salud y tu estado de ánimo…
… porque CRÉEME que los tendrás!
Yo solía tomar mucho de estos refrescos ( gaseosas como les decimos acá), y ahora a lo mucho me tomo 1 lata por mes, y desde que me liberé de ese tipo de bebidas, me deshice de innecesarios malestares estomacales, hinchazones y demás.
Y eso y mucho más puedes lograr tú también, especialmente si eres adicto a la Coca Cola a qualquier otro tipo de refresco gaseoso.
5 Pasos Para Que Ya No Seas Adicto A La Coca Cola (U Otras Gaseosas)
1. Empecemos por las burbujas.
Si una de las cosas que más te gustan de las gaseosas es sentir esas burbujas en tu boca y bajando por tu garganta, buenas noticias, puedes sentir exactamente lo mismo con otras bebidas.
¿Cómo? Sólo empieza a beber agua carbonatada con gas, y ese simple cambio puede hacerle creer a tu mente que estás tomando lo mismo y las ansias se te pueden calmar. Puntos extras si le añades el jugo de medio limón.
2. Cambia tu fuente productos de belleza online de cafeína
Muchas personas toman (por ejemplo) coca-cola con el pretexto de que les ayuda a mantenerse despiertos, especialmente a eso de las three:45 de la tarde.
Pero antes de que salgas corriendo a la máquina expendedora ( por uno de esos capuchinos cremosos), ¿que tal si te tomas una taza de delicioso te verde inclusive un batido de frutas ?
Te sorprenderás de que puedes llegar a tener resultados MUY similares sin tener que recaer de nuevo en una de esas latas de siempre.
three. Dale un vuelco a tu actitud
Una creencia común es que al tomar refrescos de dieta estás ahorrándote algunas calorías, pero se ha encontrado que muy frecuentemente es esta misma creencia la que hace que las personas «se den permiso» de comer otras cosas al estar tomando ya algo dietético.
¿Te suena acquainted la persona que ordena una Large Mac, unas papas grandes… pero una coca-cola de dieta? Por ahí va el asunto…
four. El agua es buena 🙂
Ten esto claro: tomar refrescos no cumple, bajo ninguna circunstancia, con tu cuota de 2 litros de agua por día.
Por eso, mantén una botella vaso de agua contigo siempre a lo largo del día para cumplir con tus deberes al dente de hidratación diaria 🙂
Lo mejor de todo, es que no tiene calorías, es free of charge y es una buena excusa para pararte de tu escritorio y estirar tus piernas un rato
(De nuevo, puntos extras si le añades un poco de limón a tu agua. Mira aquí por qué)
5. Hazlo con calma
Como ya sabes, realizar cambios bruscos de la noche a la mañana es de las peores formas que hay de cambiar hábitos y lograr resultados que duren.
Los hábitos se construyen paulatinamente y al ritmo que cada persona puede.
Por eso, lo mejor es que no dejes los refrescos de un día para otro, sino poco a poco.
Así si, por ejemplo, te tomas unas 2 latas de Coca Cola por día, trata de reducirlo a 1 por día. El cambio por día es pequeño, pero cuando pasen 7 días habrás consumido un 50% menos de gaseosa, y con ello menos calorías, menos azúcar, menos endulzantes artificiales y menos químicos.
Puede que el cambio no sea la cosa más placentera del mundo, pero si eres perseverante y estás decidido a dejar este mal hábito, cree en ti, busca a alguien a quién rendirle cuentas, haz el trabajo que se requiere y verás que en 1 2 meses todo el sacrificio habrá valido la pena.
Y cuando ya no más seas adicto a la Coca Cola, pasa la voz y cuéntales a tus amigos cómo lo hiciste 😉
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